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Lunaire: La loba más fuerte
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Lunaire: La loba más fuerte
Libro electrónico355 páginas5 horas

Lunaire: La loba más fuerte

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Información de este libro electrónico

Lunaire, una chica en un viaje cuyo sufrimiento la requería que fuera feroz. Humillada, intimidada y despreciada por sus 4 hermanos y miembros de la manada, se rompió y se quedó sola esperando que su pareja viniera a salvarla. Pero su compañero era su futuro Alfa, Zane Villain.
Zane Villain, el futuro Alfa del Black Rose Pack. Despiadado, cruel y de mal genio. Un hombre que solo codicía el poder y las chicas. Cuando descubrió que Lunaire era su pareja, se sentía disgustado. No quería una pareja débil, fea e inútil.
Después de rechazarla y echarla de su vida, ¿qué pasará cuando se dé cuenta de su error?
¿Qué sucederá cuando se dé cuenta de que su compañera no es tan débil como pensaba que era, sino más fuerte que cualquier Alfa que haya conocido o del que haya oído hablar?
¿Qué sucederá cuando se dé cuenta de que ella no es solo una loba fuerte, sino la futura reina de lo sobrenatural?

IdiomaEspañol
EditorialPublishdrive
Fecha de lanzamiento9 feb 2023
Lunaire: La loba más fuerte

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    Lunaire - PopNovel

    Chapter 1

    Punto de vista de Lunaire.

    Los moretones en mi cuerpo me causaban tanto dolor que no podía evitar retorcerme. Sosteniendo mi estómago, miré la hora y, tras ver que eran las 6:00 a.m., suspiré, me levanté débilmente de la cama, me aseé y bajé las escaleras para preparar el desayuno para la manada. 

    Dos horas después, finalmente terminé. Uno por uno comenzó a entrar al comedor, ignorándome por completo. Suspiré con tristeza, incliné la cabeza y les serví el desayuno. P*rra, murmuró Bella, la z*rra de la manada. Mis ojos comenzaron a lagrimear, pero hice mi mejor esfuerzo para contenerme.

    De repente, la puerta se abrió de golpe y todos, incluyéndome a mí, giramos la cabeza hacia la entrada, sintiendo el poder y la energía que transmitían mis 4 hermanos, Dustin, Xavier, Darius y Lucas. Las expresiones en sus rostros eran neutrales mientras tomaban asiento. 

    Darius, mi hermano mayor, chasqueó los dedos hacía mí. ¿Qué esperas para servirme, escl*va?, me escupió, provocándome un escalofrío. De inmediato, le serví su plato a él y a los otros tres. Me giré para irme, pero al instante sentí un jalón en mi cabello. Ay, grité, intentando liberarme del agarre. Sin embargo, Xavier me sujetó con más fuerza y me obligó a mirar su plato. ¿Qué diablos es esto? ¿Qué te dije sobre mi desayuno? ¡Estos panqueques me dan asco!

    Me sujetó los mechones con tanta fuerza que mi cuero cabelludo ardió de dolor y no pude contener las lágrimas. L-lo siento, tartamudeé. ¡Idiota!, me abofeteó la mandíbula. Con un grito desgarrador, caí al suelo, llorando, pero hice mi mejor esfuerzo para levantarme mientras todos me miraban con frialdad. ¡Lárgate! ¡Me ocuparé de ti más tarde!, sonrió; mi corazón se paralizó porque sabía lo que quería decir. ¡Fuera!, gritó, haciéndome estremecer. Con las piernas temblorosas, corrí hacia la habitación y cerré la puerta. Sollocé mientras me deslizaba hacia el suelo, escondiendo mi cara entre mis rodillas. Mamá, papá. ¡Los necesito tanto!, lloré. 

    ***

    Los golpes en la puerta me despertaron, sobresaltada. ¡Abre la p*ta puerta!, gritó Dustin mientras seguía golpeando. Me paré débilmente y me alejé, asimilando el hecho de que me había quedado dormida en el suelo. Es mejor que abras por las buenas o, de lo contrario, te arrepentirás, amenazó. Mis ojos se abrieron en estado de shock; temía abrir, pero sabía que si no lo hacía, me matarían.

    Con manos temblorosas, giré lentamente la cerradura y, antes de que abriera la puerta, Dustin la empujó, provocando que casi perdiera el equilibrio. Sus ojos estaban rojos y su corazón latía con fuerza. De repente, me sonrió con tanta malicia que mi cuerpo se estremeció. Luego, me sujetó del pelo y, sin importarle que gritara, me arrastró escaleras abajo hasta el sótano.

    P-por favor, Dustin. No me hagas daño, supliqué, pero él solo se rio. Luego, me arrojó al suelo frío y duro, lo que causó que mis rodillas se rasparan y me retorciera de dolor. Levanté la mirada y, tras ver a mis 4 hermanos llenos de disgusto, ira y odio, me estremecí de miedo.  

    No era la primera vez que me golpeaban. Ante sus ojos, yo era como un saco de boxeo al que maltrataban sin importar las cicatrices que podrían marcar tanto en mi cuerpo como en mi alma. Estoy aburrido, pero gracias al cielo, tengo una hermanita con quien jugar, Xavier sonrió. Junté mis manos y lloré, suplicando piedad, pero ellos solo se rieron, excepto Darius, que era el más serio y frío de todos.  

    Lucas echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada. Sus ojos se volvieron amarillos cuando giró la cabeza y se abalanzó sobre mí, golpeando mi mejilla. Ignorando mi llanto, me obligó a mantener mi mandíbula a un lado, me sujetó el cabello y abofeteó mi nariz, provocándome sangrado. Lloré y grité, pero no sirvió de nada. Se encargaron de convertir a esta noche en mi peor pesadilla.

    Ahora viene la parte divertida, dijo Darius con frialdad. Xavier y Dustin me arrastraron y obligaron a pararme, pese a que mi semblante estaba pálido. Mi visión se volvió borrosa; solo sentía la sangre que goteaba de mi nariz y mejilla. Luego, me ataron las manos desde el techo. Desde lo alto, sentí que el aire frío golpeaba mi espalda y noté que mi camisa estaba rasgada por detrás.   

    Ay, grité de dolor al sentir un azote en la espalda. Volví a gritar cuando lo sentí de nuevo. ¡Detente, por favor! ¡Te lo ruego!, grité, pero nadie me escuchó y continuaron golpeando mi espalda y estómago. Eran monstruos despiadados; no sentían ni una pizca de piedad mientras me azotaban.   

    P-por favor... ¡Paren! ¡Piensen en papá y mamá!, mi voz tembló y ellos se congelaron. Respiré, sintiéndome agradecida de que se detuvieran, pero mi rostro estaba frente a frente con el de Darius. ¿Cómo te atreves a mencionarlos? ¡P*ta! ¡Por tu culpa están muertos! ¡Asesina!, gritó. Me estremecí de dolor y siguieron golpeándome en la cara.

    Sentí que me desmayaba por unos segundos y perdí la audición cuando volvieron a golpearme el estómago, haciéndome escupir sangre. ¡Detente! Es suficiente por hoy, dijo alguien. No logré identificar quién fue porque mi visión estaba borrosa. De repente, la cuerda que me ataba las manos desde arriba se cortó y, con un ruido sordo, caí al suelo. Luego, escuché la puerta abrirse y cerrarse mientras yo yacía en el suelo, llorando. Escuché la puerta abrirse de nuevo y un escalofrío recorrió mi cuerpo. No podía soportar más. Si volvían a golpearme, moriría. Olvidé decirte algo. Feliz cumpleaños, p*rra, escupió Xavier antes de salir de la habitación. Me abracé a mí misma, acostada allí en posición de feto mientras lloraba mares, deseando haber muerto yo aquella noche en lugar de mis padres. 

    Chapter 2

    Punto de vista de Lunaire. 

    Feliz cumpleaños a mí, susurré cuando abrí los ojos. Lentamente me senté y me apoyé contra la pared, sintiéndome adolorida. Crystal, ¿estás bien?, le pregunté a mi loba, con quien no hablaba desde hace un tiempo. Sí, Lunaire. Estoy esforzándome para curarnos, pero es difícil, gimió. Cerré los ojos e hice una mueca de dolor. Oye, tenemos 16 años; tengo la esperanza de que nuestro sufrimiento terminará pronto, dijo Crystal con entusiasmo. Sonreí y abrí los ojos.

    Liberarme de este infierno era el deseo más grande de mi corazón. Soñaba con el día en que nuestro compañero viniera y nos llevara lejos para curarnos, protegernos y amarnos. Debemos irnos ahora o tendremos problemas de nuevo, gimió Crystal. Asentí, me puse de pie débilmente y salí del sótano hacia mi habitación. Aunque odiaba el ambiente, al menos tenía un refugio. 

    Me lavé rápidamente, llorando en silencio cada vez que el agua me escocía las heridas. Luego, me dirigí al comedor para preparar el desayuno, asegurándome de no hacer panqueques para Xavier. Sin embargo, antes de entrar, olí un exquisito aroma y Crystal estalló de emoción. Rápidamente entré a la cocina y preparé el desayuno para todos. Mientras les servía, escuché a Bella susurrar: ¿Has oído que el alfa Zane va a regresar? ¡Dios! Solo ha pasado una semana, pero lo extraño mucho. Cuento los segundos para volver a verlo, Bella sonrió con un sonrojo en sus mejillas y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

    'Zane Villain', con solo pensar en ese nombre, se me puso la piel de gallina. El alfa Zane, cuyos mejores amigos eran mis hermanos, solía ser el hombre más maravilloso y cariñoso que podía existir; sin embargo, después de esa horrible noche, cambió al igual que todos. Me agarré la falda cuando recordé la época en la que tenía 13 años y me abofeteó delante de todos solo porque derramé un poco de agua sobre sus pantalones por accidente.

    Chicos, el alfa Zane acaba de llegar, un miembro de la manada corrió y nos informó. Incline la cabeza, sintiéndome nerviosa y reacia a enfrentarlo. Mientras tanto, las chicas estaban abanicando sus rostros, claramente ansiosas por su llegada. Tragué saliva cuando la puerta se abrió y Crystal no tardó en aullar dentro de mí. Una vez más, percibí un olor intenso y exquisito que me instó a levantar la cabeza. Mis hermanos entraron al comedor con el alfa Zane en el medio, como si él fuera el rey y mis hermanos sus guardaespaldas.

    Me quedé estupefacta cuando lo miré a los ojos. 'Compañero, compañero, compañero", repitió mi loba con contentamiento, mientras mis latidos se aceleraban cada vez más. Las emociones que él experimentaba parecían ser iguales a las mías. Sus ojos azules transmitían... ¿amor? 

    Su juventud y belleza explicaban el por qué todas las chicas se morían por ser su pareja. Tenía una mandíbula afilada, cabello castaño oscuro con algunos mechones más claros en el medio, pestañas largas, piel bronceada, nariz recta y un poco de vello facial alrededor de su bigote. Medía 1,90 m y se veía espectacular. Llevaba una camisa negra que revelaba sus increíbles músculos y sus mangas arremangadas mostraban las venas de sus brazos y el tatuaje que le llegaba hasta la mano.

    Le sonreí, sintiendo mariposas en el estómago mientras Crystal celebraba en mi mente. Sin embargo, mi sonrisa se desvaneció cuando su mirada comenzó a irradiar disgusto y odio. Caminó hacia mí y me sujetó el brazo, provocándome escalofríos en todo mi cuerpo.

    Ignorando la mirada de todos, me arrastró y me empujó hacia una habitación vacía. Mis ojos se llenaron de lágrimas cuando, después de cerrar la puerta, escupió: No sé en qué estaba pensando la diosa de la luna cuando me asignó una pareja débil, patética, fea y sobre todo asesina como tú. Todavía estaba en shock. No soy una asesina, murmuré, pero pronto me arrepentí.

    ¿Qué dijiste?, se acercó a mí e incliné la cabeza con miedo. Yo... no soy una asesina, repetí con voz temblorosa. Me sujetó el cabello y me miró, pero de repente su expresión se suavizó. Lentamente retrocedió y murmuró: Lo siento

    No podía creer lo que escuchaba. ¿El alfa estaba disculpándose conmigo?

    He tenido mucho trabajo últimamente y, debido al estrés, no he dormido mucho. Lo siento por lo que dije. No fue mi intención lastimarte. Lo siento, compañera, dijo con un tono más suave. Luego, tomó mis mejillas y colocó sus ásperos labios sobre los míos, estremeciéndome por completo. 

    '¡Oh, Diosa! ¿Estoy soñando? ¡Mi compañero acaba de besarme por primera vez!'. 

    Espero que puedas perdonarme, dijo con ojos suplicantes. Perdónalo, Luna. Es guapísimo. ¡Míralo! Nos ama mucho, insistió Crystal. Te perdono, susurré sobre sus labios. Él sonrió y me besó profundamente, haciéndome sentir en las nubes.  

    De repente, se detuvo y retrocedió. Este será nuestro secreto, ¿vale?, dijo, hiriendo mi corazón. ¿P-por qué?, tartamudeé. Oh, no, bebé. No llores, por favor. Solo quiero que esto sea una sorpresa para la manada. Prométeme que guardarás el secreto, por favor, suplicó. 

    No tuve el valor para contradecirlo, así que asentí y lo abracé. Está bien, dije con entusiasmo. Ven a mi habitación a las 11:00 p. m. ¿vale? Te estaré esperando, besó mis labios y se fue. Me quedé en shock, tocando mis labios ardientes. Como una adolescente ilusionada, salté de alegría. ¡Lo amo! ¡Lo amo!, chilló Crystal, haciéndome reír. Era la primera vez que sonreía en años y no podía creer que el motivo fuera mi pareja. 

    Hice mis quehaceres, intentando no meterme en líos hasta la noche. Miré mi reflejo en el espejo y sonreí mientras me cepillaba el pelo. Llevaba un largo camisón blanco y el cabello oscuro peinado hasta la cintura. Sonreí y volví a mirarme, pero de repente mi sonrisa se desvaneció. 

    Soy horrible. ¿Por qué él querría estar con alguien como yo?, me pregunté. 

    Oye, nena. No pienses eso. ¡Eres bellísima, pero no lo has notado! No dejes que esas palabras te afecten, Crystal intentó animarme. Suspiré, salí y me fui a la puerta de la habitación de mi pareja. Mi corazón latía con fuerza y miles de mariposas invadieron mi estómago. ¿Acaso era este un vínculo de pareja? Lo amaba tanto que estaba lista para aceptarlo y perdonar sus errores del pasado. Ahora, él era todo para mí. Se había convertido en el hombre más especial e importante de mi vida. 

    Justo cuando iba a tocar la puerta, alguien abrió. Oye, dijo mi pareja con una sonrisa. Mi puño todavía estaba congelado en el aire mientras me sentía hipnotizada por su olor y mirada. Bajé el puño y me sonrojé, hola, dije en tono tímido. Riéndose entre dientes, me empujó adentro y cerró la puerta.  

    Me miró de pies a cabeza, provocándome incomodidad. Tenía inseguridades sobre mi cuerpo, especialmente por mi peso elevado y mi cuerpo curvilíneo. De repente, acarició mis mejillas, sonrojándolas al instante. Eres tan hermosa, elogió. Tragué saliva y lentamente lo miré a los ojos.  

    Quiero aparearme contigo, susurró sobre mis labios. Lo miré, sorprendida. Per-, shh, colocó su dedo sobre mi boca, interrumpiéndome. Te deseo, Lunaire. Quiero hacerte mía, pasó su pulgar sobre mis labios. Mi respiración se entrecortó cuando pronunció mi nombre.

    Entonces, incliné la mirada, sintiéndome insegura. A diferencia de mí, que ni siquiera sabía besar bien, él tenía mucha experiencia en la intimidad. Levantó mi mandíbula y me miró intensamente. ¿Qué pasa, mi amor?, preguntó, preocupado. Mis latidos se aceleraron cuando me llamó 'mi amor'. 

    B-bueno, tienes muchas chicas hermosas a tus pies. ¿Por qué... por qué yo? Quiero decir, ¿por qué me elegiste a mí?, le pregunté. Suspiró y jugó con mis largos mechones. Porque te amo y eres mi pareja. Las chicas con las que he estado no despiertan nada en mí en absoluto, dijo, emocionado. 

    No podía creer lo que escuchaba. ¿M-me amas?, le pregunté en estado de shock. Envolvió su brazo alrededor de mi cintura y me acercó hacia él. Por supuesto... ¿tú no?, preguntó. Tragué saliva y asentí. Sí... yo también te amo, me sonrojé.

    Chapter 3

    Escena apta para mayores. 

    Acarició mis mejillas y besó mis labios como un hombre hambriento. Gemí cuando su mano bajó a mi trasero, apretándolo con fuerza; al mismo tiempo, chupó mi lengua, exc*tándome por completo. Oh, me estás volviendo loco. ¡Te deseo, mi amor!, gruñó, arrancándome el camisón. De repente, me empujó sobre la cama y subió sobre mí. Se quitó la camisa y se lamió los labios mientras miraba mi cuerpo.

    Cubrí mi estómago, sintiendo vergüenza por mis kilos de más. Sin embargo, él me elogió: Eres hermosa, Lunaire. Créeme, besó mi estómago con tanta fuerza que mi respiración se entrecortó. Luego, me arrancó el sostén, apretó mis grandes pechos y tomó uno en su boca, provocándome un gemido. Z-Zane, susurré y él se detuvo. Repítelo, exigió. Zane, susurré. Entonces, besó mis labios y, mientras volvía a apretar mis pechos, gimió: ¡Oh!. Chupó, lamió y mordió mis pechos, haciéndome gritar de placer. Era la primera vez que hacía el amor, pero nunca imaginé que la experiencia sería tan placentera. Mi cuerpo ardía y mi alma se sentía llena en absoluto. 

    Enseguida, besó mi estómago y bajó hasta mis piernas, haciéndome sentar. Cuando abrió mis piernas, me sentí tan nerviosa que no pude evitar morderme el labio. Tocó mi área que, por alguna razón, estaba húmeda. Sentí que se me cayó la cara de vergüenza cuando me miró fijamente, acariciando mi parte íntima al mismo tiempo. Esto recién empieza, dijo, con ojos llenos de l*juria. Luego, rasgó mi ropa interior e introdujo un dedo dentro de mí, provocando que cayera de espaldas, con los ojos llenos de placer y dolor. Luego, pasó su pulgar sobre mi clítoris y no pude evitar aferrarme a las sábanas con fuerza. Oh, Zane, gemí mientras él frotaba más fuerte. Zane..., susurré, con los latidos acelerados. Estaba empapada de sudor y mis piernas temblaban al sentir que el placer aumentaba cada vez más. 

    De repente, sentí que me salía humedad de mi zona. Jadeé de vergüenza y me senté lentamente, preguntándome si acababa de orinar.  

    No, no lo hiciste, cariño. Ese fue tu primer org*smo, me sonrió. Lo miré, sorprendida. ¿Acababa de hablar en voz alta? 

    Sí, lo hiciste, me guiñó un ojo y apoyó su cabeza en medio de mis piernas. Z-Zane, ¿qué estás haciendo?, pregunté con rostro sonrojado. Levantó la vista, me sonrió y contestó: Adorando a mi pareja. Mordí mis labios cuando de repente comenzó a lamer mi zona, haciéndome caer de espalda por tanto placer. Giró su lengua alrededor de mi clítoris y empujó su lengua dentro de mi área, provocando que volviera a correrme. Respiré pesadamente mientras sujetaba su cabello y temblaba con deleite.  

    Cuando se quitó el pantalón y el bóxer, me quedé en shock. Era mi primera vez, así que lógicamente tenía mucho miedo, sobre todo por la gran longitud de su mi*mbro.  

    ¿Lista, cariño?, preguntó, colocándose entre mis piernas. Tragué saliva y lo miré fijamente. No te preocupes, bebé. Me detendré cuando me lo pidas. Dolerá un poco al principio, pero luego se convertirá en placer, me tranquilizó. Asentí con la cabeza y lentamente frotó su parte íntima contra la mía antes de empujarla. Rechiné los dientes por el dolor, pero él siguió hablándome. Tranquila, mi amor. Indícame cuando quieras que me mueva, susurró en mi oído.        

    Au, susurré con dolor. Me penetró lentamente hasta que gesteé con la cabeza, indicándole que lo hiciera más rápido. Entonces, comenzó a empujar hacia dentro y fuera tan bruscamente que no pude evitar clavar mis uñas en su espalda. ¡Oh! ¡Qué maravilla!, susurró cerca de mi cuello. ¡Zane!, gemí, mientras él me penetraba profundamente, chupando mi pecho de vez en cuando. Chupó y mordisqueó mi cuello, volviéndome loca. Luego, me giró y empujó mi trasero hacia arriba, empujándose desde atrás. ¡Oh!, gemí mientras él apretaba mis pechos y azotaba mi trasero.

    ¿Te gusta, cariño? ¿Te gusta cuando te azoto?, preguntó con voz dominante. A decir verdad, no me gustaban los azotes, pero esta vez era una sensación distinta, así que asentí. Luego, comenzó a besar mis cicatrices; nadie volverá a lastimarte, mi amor, gruñó, haciéndome sentir protegida. Sujetó mi cabello con un puño y golpeó mi área con fuerza hasta que se corrió dentro de mí. Me derrumbé en la cama con él sobre mí. Eres perfecta, susurró, golpeando mi trasero. Luego, me acerqué a él, sintiéndome cansada. Envolví mi brazo alrededor de su estómago y susurré: Te amo. Esperé una respuesta, pero al no escuchar nada, me giré solo para verlo dormido. Sonreí, besé su pecho y me acurruqué contra él antes de quedarme dormida.

    Chapter 4

    Punto de vista de Lunaire. 

    Cuando desperté, mi compañero no estaba a mi lado. Me senté con las sábanas envueltas a mi alrededor y lo llamé, pero no respondió. Me dolió que se haya ido sin decir nada, pero tan pronto como recordé lo que vivimos anoche, me sonrojé y todo mi cuerpo se escarapeló. El hecho de que él haya aceptado las cicatrices en mi cuerpo me llenaba de orgullo. ¡Me sentía muy afortunada! 

    Cuando vi mi camisón rasgado en el suelo, suspiré, me levanté de la cama y abrí el armario de Zane. Solo encontré camisas blancas y negras, así que elegí una blanca y me la puse antes de ir a mi habitación para darme una ducha y cambiarme. 

    Después de eso, bajé las escaleras, preparé el desayuno, lo serví y continué haciendo mis quehaceres, pero en ningún momento vi al alfa Zane. Salí al bosque para tomar un poco de aire fresco cuando de repente escuché una voz: Oye. Me giré solo para ver a Bella y sus secuaces sonriéndome con un brillo malvado en sus ojos.

    Suspiré y me acerqué a ellos. ¿Sí?, dije amablemente. Ve a mi habitación y trae mi celular, me ordenó. Fruncí el ceño y repliqué en tono tranquilo: ¿Por qué no vas y lo consigues tú misma?. Dejó de mirarse las uñas y me amenazó: Oye, p*rra, obedece o te acusaré con tus hermanos. Temerosa, asentí y corrí dentro de la empacadora. Entré a su habitación, tomé el celular que estaba sobre la cama y salí. Toma, le dije, colocando el móvil en su mano. Puso los ojos en blanco, volteó su cabello rubio sobre su hombro y continuó hablando con sus secuaces. 

    Suspirando con tristeza, regresé hacia donde estaba antes. Me senté en el suelo y, mientras miraba el hermoso paisaje frente a mí, me preguntaba cómo sería mi vida estando dentro de lo profundo del bosque, viviendo solo en compañía de mi compañero. 

    Negué con la cabeza y me reí, convencida de que mis fantasías solo quedarían en mi imaginación. Después de todo, estaba condenada a vivir aquí para siempre. De repente, recobré el sentido y me sorprendí cuando me di cuenta de que habían pasado entre 15 y 20 minutos desde que llegué. Entonces, decidí entrar y buscar a Zane.  

    ¡Oh, Diosa! ¡Hay un ladrón en nuestra manada! ¡Qué horror!, una chica gritó de una manera dramática. Me paré y caminé hacia la empacadora mientras la gente comenzaba a reunirse. Bella, por otro lado, estaba gritando sin motivo alguno. Mi loba empezó a saltar arriba y abajo cuando un olor adictivo invadió mis fosas nasales. De repente, vi a Zane salir sin camisa y ardí en celos cuando vi que todas las chicas tenían los ojos puestos sobre el cuerpo de mi hombre.     

    ¿Qué sucede?, preguntó en un tono firme. Luego, me miró y yo sonreí, pero él desvió la mirada con rostro inexpresivo, provocando que mi corazón se destrozara. Alfa Zane, dijo Bella, acariciando el pecho de mi pareja.  

    Al ver esto, gruñí internamente. 

    Fui a mi habitación, pero no encontré mis joyas de oro puro. Me las regaló mi madre antes de morir. Alguien entró a mi cuarto y me las robó, lloró. ¿Sospechas de alguien en especial?, le preguntó. A estas alturas, todos habían salido, incluidos mis hermanos. Y-yo no lo sé, alfa. Nadie ha entrado en la habita-, dejó de hablar. 

    Al instante, me miró y señaló con el dedo, sorprendiéndome por completo. Mis mejillas se enrojecieron de vergüenza al sentir la mirada fulminadora de todos. Tú... tú entraste a mi habitación, se me acercó, airada.  

    Retrocedí, sacudiendo la cabeza. ¡No! Te juro que no robé nada, dije, entre lágrimas. ¡No mientas, p*rra!, escupió. Me estremecí y miré a mi pareja, pero él tenía los ojos fijos en Bella, quien inmediatamente giró la cabeza hacia Zane y lloró: Le dije que me alcanzara mi celular. Ella fue la última en entrar a mi habitación. Esas joyas significan mucho para mí, alfa, pero me las robó. A estas alturas, mi corazón se caía en pedazos, en especial porque mi compañero ni siquiera volteaba a mirarme. 

    Miré a todos con ojos suplicantes, pero no recibí el apoyo de nadie. Bella, no puedes acusar a alguien así. Dustin, busca en la habitación de Lunaire, le ordenó a mi hermano, quien me miró con furia antes de acatar órdenes. A-alfa yo... juro que no robé nada. Nunca lo haría, dije con lágrimas y miedo, pero él siguió ignorándome. 

    No entendía por qué cambió tanto conmigo de la noche a la mañana. ¿Hice algo mal? 

    Diez minutos después, Dustin regresó con una caja en la mano. Tragué saliva y temblé cuando Bella caminó hacia él. ¿Es tuyo?, le preguntó. Bella miró el interior de la caja y lloró. Sí, sí, es mío, dijo, provocando que todos se quedaran boquiabiertos. 

    ¡Esta p*rra resultó ser peor de lo que pensamos! No solo es una asesina, sino también una ladrona, dijo alguien. Mis lágrimas caían sin parar al escuchar tantos insultos. De repente, Zane se me acercó. Mirándolo con ojos suplicantes, dije: Alfa, yo soy incapaz de hacer algo así

    Sin embargo, él levantó la mano y abofeteó mi cara. ¡Me das asco!, escupió, dejándome en shock. Palpé mi mejilla ardiente, mirándolo con incredulidad, cuando de repente sujetó mi cabello y me arrastró frente a la manada. ¡Castíguela, alfa! ¡Merece vivir el infierno en carne propia!, gritó una persona, provocando que mi cuerpo se estremeciera. 

    ¡Sí! ¡Debe ser castigada por matar a nuestra beta y su compañero!, gritó otro. Xavier, trae la varilla y la cuerda, ordenó Zane, causándome una tristeza inexplicable. No, no, por favor, alfa. Ella me tendió una trampa, supliqué, pero él solo me sonrió.

    Eres patética; mereces lo peor, sujetó mi cabello con tanta fuerza que pegué un grito. ¡Cállate, m*erda!, abofeteó mi mejilla y caí al suelo. Sostuve mi mejilla magullada mientras fulminaba con la mirada a Bella, quien solo me sonreía, disfrutando de mi sufrimiento.

    Xavier sacó la varilla y me arrastró del cabello, haciéndome gritar y patalear por el dolor. Luego, me obligó a pararme y me ató con una cuerda al poste de madera. X-Xavier, p-por favor n-no lo hagas, eres mi hermano, grité mientras me amarraba. Una p*ta como tú no es mi hermana, me escupió en la cara, haciéndome gritar a todo pulmón. 

    Escena sangrienta:

    ¡Soy inocente!, grité; sin embargo, recibí otro golpe en el estómago que me estremeció de dolor. Te odio, susurré. Percibí dolor en su rostro, pero luego rechinó los dientes y volvió a golpearme, dejándome casi inconsciente. Enseguida, Zane se acercó a mí sosteniendo un látigo con cuchillas en la mano. Me quedé en shock cuando vi las cuchillas. Mantente fuerte, Luna. Haré mi mejor esfuerzo para ayudarte, dijo Crystal con voz débil.

    Cada latigazo que azotaba mi piel era lanzado sin piedad. Las cuchillas cortaban y dejaban cicatrices en todo mi cuerpo y rostro. Ahhhhhhh, grité cuando una de las cuchillas se clavó en mi muslo y respiré pesadamente tan pronto como fue sacada con fuerza. Llévala a las mazmorras, ordenó Zane al verme a punto de desmayar.  

    Al instante, alguien cortó la cuerda y me arrastró hacia las mazmorras. Tenía los ojos cerrados, pero todavía estaba consciente. Como si fuera un trapo sucio, fui arrojada con fuerza. Mi cabeza golpeó el suelo y emití un ruido sordo como señal de que mi última onza de valor acababa de agotarse. Poco después, Zane y Bella entraron, burlándose por mi condición.  

    Los observé débilmente mientras se paraban a mi lado. Zane se arrodilló, inclinó la cabeza y se burló: Solo mírate. ¡Eres tan débil!. Sus palabras significaron un cuchillo filudo que traspasaba hasta el fondo de mi alma. Tosí un poco de sangre y me giré boca abajo. Eres mi compañero... ¿P-por qué eres tan cruel conmigo?, le pregunté, sintiendo un nudo en la garganta. 

    Jajaja, ¿de verdad creíste que aceptaría a una mujer tan fea, asquerosa y gorda como tú?, dijo, mientras apretaba mi mandíbula. No deberías sorprenderte, cariño. Incluso la persona más tonta se habría dado cuenta de que estaba jugando contigo. ¿Has visto tu figura en un espejo? ¡Eres horrible! Sentí ganas de vomitar cuando vi las cicatrices en tu cuerpo. Sin embargo, admito que eres muy buena en la cama; no esperaba eso de una virgen

    Las lágrimas cayeron por mis mejillas como corrientes de agua. Como debí haberlo supuesto, todo era una mentira que duró apenas una noche. 

    Se puso de pie y abrazó a Bella. ¿Por qué necesitaría a una horrenda como tú cuando tengo a una belleza a mi lado?, le sonrió a Bella, quien me sonrió.   

    Sonriendo con amargura, pregunté con incredulidad: Fuiste tú quien planeó esto, ¿verdad?. Aplaudió burlonamente y contestó: ¡Bravo! ¡Por fin funcionó la única neurona que tienes!. Me quedé en shock, asimilando el hecho de que todo, incluido

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