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La loba blanca pura 2
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Libro electrónico213 páginas3 horas

La loba blanca pura 2

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Información de este libro electrónico

"Yo, Logan Carter, Alfa de la Manada Crescent Moon, te rechazo a ti, Emma Parker", declaré.
Sentí mi corazón romperse. Leon aullaba dentro mío, y podía advertir su dolor.
Me miraba fijamente y pude ver el dolor en sus ojos, aunque se negaba a mostrarlo.
La mayoría de los lobos caerían de rodillas por el sufrimiento.
Yo quería hacer eso, y arañarme el pecho.
Pero ella no lo hizo.
Se mantuvo de pie con la cabeza en alto.
Respiró hondo y cerró los ojos.
"Yo, Emma Parker de la Manada Crescent Moon, acepto tu rechazo".
En el día cuando Emma cumplió 18 años, se sorprendió de que su pareja fuera el Alfa de su manada.
Pero su felicidad por el encuentro con su compañero no duró mucho.
Su pareja la rechazó porque ella no era suficientemente fuerte. Y eligió otra loba como su futura Luna.
Pero esa loba odiaba a Emma y quería deshacerse de ella, pero eso no era lo único con lo que Emma tenía que lidiar.
La pobre descubrió que no era una loba corriente. Además, había otros malos que querían aprovecharla.
Ellos eran peligrosos y harían lo que fuera para conseguir lo que querían.
¿Qué podría hacer Emma?
¿Se arrepentiría su pareja de rechazarla? ¿Él podría salvarla de los malos que les rodeaban?

IdiomaEspañol
EditorialPublishdrive
Fecha de lanzamiento24 feb 2023
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    Vista previa del libro

    La loba blanca pura 2 - Tessa Lilly

    ÍNDICE

    Capítulo 1 Dilema

    Capítulo 2 El mejor sentimiento del mundo

    Capítulo 3 El rey rogue

    Capítulo 4 Samuel

    Capítulo 5 Sam

    Capítulo 6 Perdiendo la cabeza

    Capítulo 7 Tres días

    Capítulo 8 Se está rindiendo

    Capítulo 9 El sueño

    Capítulo 10 La Espera

    Capítulo 11 La Puerta

    Capítulo 12 Muriendo Lentamente

    Capítulo 13 Encadenada

    Capítulo 14 El Rescate

    Capítulo 15 Mi hermanita

    Capítulo 16 El Amor De Mi Vida

    Capítulo 17 Te extraño

    Capítulo 18 Casa

    Capítulo 19 Protegerlos

    Capítulo 20 Por fin

    Capítulo 21 ¡Por supuesto que no!

    Capítulo 22 La cabaña

    Capítulo 23 Primera vez

    Capítulo 24 Marcada

    Capítulo 25 ¿Te casarías conmigo?

    Capítulo 26 El movimiento

    Capítulo 27 La celda

    Capítulo 28 Nunca serás libre

    Capítulo 29 La fiesta

    Capítulo 30 Segundo Libro: persiguiendo a la loba blanca

    Capítulo 31 No es seguro

    Capítulo 32 La Llamada

    Capítulo 33 La Hermana

    Capítulo 34 Poniéndose Al Día

    Capítulo 35 La Visita

    Capítulo 36 Una Segunda Oportunidad

    Capítulo 37 Ardiendo

    Capítulo 38 Ayúdame

    Capítulo 39 El rogue

    Capítulo 40 Ella pidió verte

    Capítulo 41 La bruja

    Capítulo 42 ¿Qué quieres?

    Capítulo 1 Dilema

    Punto de vista de Logan

    Por supuesto que iba a marcar a Emma. ¡Ella era mía y de nadie más!

    Le gruñí a Drake y abracé a mi pareja con más fuerza.

    Claro que la marcaré, ¡ella es mía!, lancé enojado.

    Nunca dije que no lo fuera. Solo estoy diciendo que tal vez deberías esperar. Si el rey rogue la secuestra..., empezó Drake.

    No lo dejé terminar. El gruñido que se me escapó hizo que las ventanas temblaran.

    ¡Ni él ni nadie me la quitará! grité, poniéndome de pie con Emma en mis brazos.

    Envolví sus piernas alrededor de mi cintura y la apreté contra mí tanto como pude. Después, comencé a alejarme de la mesa, mirando a Drake con recelo.

    Emma trató de levantar la cabeza, pero no la dejé. Necesitaba tenerla conmigo. Necesitaba sentir cada parte de su cuerpo tan cerca del mío como fuera posible.

    Leon estaba enloquecido. Lo único que lo mantenía dentro de mi cuerpo era sentir a nuestra pareja en mis brazos.

    Logan, nadie está tratando de quitarte a mi hermana. Todos estamos trabajando en equipo aquí, así que vuelve a sentarte, por favor, me pidió Andrew.

    Por su parte, Emma me besó el cuello y dijo suavemente: No pasa nada, Logan. Soy toda tuya y nada nos separará.

    Leon gimió en voz alta. Su ira había desparecido en menos de un segundo.

    'La adoro. Yo también quiero estar con ella. Transfórmate para que podamos estar juntos', dijo mi lobo. 

    Yo entendía la razón. En ese momento, Emma no podía transformarse, ocasionando que Leon no pudiera estar con Eliza. Lo pero era que nuestros lobos todavía no se habían visto.

    'Por tu e*tupidez', gruñó Leon. 

    'Lo sé y ya me disculpé por ello. Apenas pueda, te dejaré salir para que estés con Emma, ¿te parece?', ofrecí.

    Leon gimió  y se centró otra vez en nuestra compañera, quien seguía en mis brazos.

    Inhalé profundamente y, sin prisa, caminé hacia la mesa. Mientras me sentaba, no le quité los ojos de encima a Drake.

    Lo siento, Logan. Sé que esto es difícil para ti, pero tenemos que hablarlo, dijo él.

    Yo sabía que Drake tenía razón. Sin embargo, mi parte animal y alfa no soportaba escuchar eso. Emma prácticamente era parte de mí y la llevaba en mi corazón siempre. El imaginarme que alguien quisiera llevársela me ponía furioso, especialmente desde que ella me había perdonado, pues nuestra conexión era más profunda. Yo podía sentir sus emociones, incluso cuando no estábamos en el mismo lugar. Esa era la prueba definitiva de que estábamos destinados a estar juntos.

    Creo que Logan debería marcarla. Si lo que dijo nuestro rehén es cierto, Emma se hará más fuerte y podrá luchar contra el rey rogue, comentó Andrew.

    ¡Él no se la llevará!, gruñí en voz alta.

    No lo dejaremos, pero ten por seguro que lo intentará, explicó mi beta.

    Además, hay muchas cosas que no sabemos sobre Emma. En ese sentido, el rey rogue nos lleva ventaja, pues está mucho más familiarizado con la leyenda del lobo blanco, añadió Drake.

    Al oír aquello, sentí que me estrujaban el corazón. Tenía miedo de perder a mi pareja, así que para calmarme la apreté más contra mí y la besé en la cabeza.

    Moriría antes de dejar que el rey rogue se la llevara.

    Definitivamente sabe más del tema. En nuestra biblioteca no hay nada sobre la leyenda. Tal vez sea un cuento de las brujas, suspiró Andrew, pasándose los dedos por el cabello.

    Tal vez es solo un cuento. Después de todo, yo no me siento especial, declaró Emma, mirando directamente a su hermano.

    Hablaste con tu loba mientras tenías acónito en tu cuerpo. Ningún hombre lobo, sin importar lo poderoso que sea, puede hacer eso, murmuró Drake.

    Puede que me lo haya imaginado. Estaba segura de que iba a morir. Me sentía herida, triste y sola y necesitaba a alguien que me consolara, así que fácilmente pude imaginarme hablando con Eliza, respondió ella.

    Me dolió el corazón al escucharla hablar así. Tenía unas ganas inmensas de clavarme mis garras en mi pecho, pues yo era culpable de que Emma hubiera pasado por ese infierno.

    La mandíbula de Andrew crujió de lo fuerte que apretaba los dientes. Después, se recargó sobre la mesa y agarró una de las manos de Emma.

    Lo siento mucho, hermanita, le dijo con dulzura.

    No te preocupes, contestó ella, sonriendo.

    «¡Claro que me preocupo! Tu hermano y yo nos comportamos como i*iotas y tú sufres las consecuencias», pensé.

    Emma, tienes razón, pudiste imaginar que hablabas con Eliza, pero ¿cómo explicas que sigues viva? La cantidad de acónito que había en tu cuerpo habría sido letal para cualquier hombre lobo, intervino Drake.

    Andrew y yo gruñimos, aunque sabíamos que era verdad, pues el doctor nos lo había dicho.

    Drake tiene razón. Wren dijo que la cantidad de acónito en tu cuerpo habría matado a cualquiera, explicó Andrew, apretando con más fuerza la mano de su hermana.

    Mi bebé casi muere. Con solo pensarlo, me hervía la sangre y me sentía listo para destruirlo todo. 

    Eso es raro, susurró Emma.

    No para ti. Tú eres la verdadera Luna, lo que significa que puedes hacer cosas que la mayoría solo imagina, le dijo Drake, con una sonrisa. 

    Al notarlo, ella le devolvió el gesto. Yo me sentí celoso, ¡al único al que debía sonreírle era a mí! Sin embargo, lo que más me molestaba era la forma en la que Drake la veía. No había duda de que la amaba. 

    Al darme cuenta de ello, me dieron ganas de m*tarlo.

    'Cálmate, Logan. Parece que estás a punto de m*dreartelo', me dijo Andrew, mentalmente. 

    'Él desea a mi mujer', respondí con mi vista clavada en el otro alfa, quien continuaba viendo a Emma con adoración.

    'Amigo, ella es tuya. Literalmente está sentada sobre tus piernas y eres tú quien la está tocando. Drake podrá desearla todo lo que quiera, pero nunca la tendrá', contestó Andrew.

    Creo que hasta que nos encarguemos del rey rogue, no debieras marcarla. Imagínate que se la lleva e intenta quitarle la marca, ¡podría morir!, lanzó Drake, mirándome.

    Su sugerencia no me sorprendió. El c*brón ese creía que mientras yo no la marcara, tenía una oportunidad con mi pareja. Lo que el i*feliz no sabía es que no dejaría que se le acercara.

    '¡MÍA!', gruñó Leon, posesivamente.

    Emma y yo hablaremos de eso en privado, pues es nuestra decisión y de nadie más, declaré.

    Lo entiendo, pero también sé que tu deseo por marcarla podría nublarte el juicio. Piensa bien antes de hacer cualquier cosa, señaló Drake, con los ojos fijos en Emma.

    'El p*ndejo este cree que tiene una oportunidad con mi mujer. No quiere que la marque para poder quitármela', le dije a Andrew, mentalmente.

    Andrew no respondió, pero por su expresión corporal sabía que estaba de acuerdo conmigo.

    Siempre haré lo que sea mejor para ella. Después de todo, es el amor de mi vida y no quiero que nada le pase, así que puedes calmarte, dije con severidad.

    Drake asintió, pero no le quitó la mirada de encima a Emma. 

    Yo lo único que quería era que se largara.

    ¿Pueden dejarnos a Emma y a mí un momento a solas, por favor?, pregunté lo más tranquilamente que pude.

    Claro. Drake y yo iremos a la biblioteca a revisar si encontramos algo nuevo sobre el lobo blanco. Es posible que se me haya pasado algo, contestó de inmediato Andrew, 

    , dijo Drake. Acto seguido, se paró y le sonrió a Emma.

    Cuando Andrew se acercó a nosotros, dejé que Emma se levantara para que mi amigo pudiera abrazarla.

    Volveré enseguida, hermanita, le dijo, antes de besarle la frente.

    Muy bien, respondió ella, abrazándolo fuertemente.

    Cuídala, me pidió Andrew mientras salía de la cocina.

    Drake lo siguió, pero nunca rompió el contacto visual con Emma.

    Cuando nos quedamos solos, la volví a sentar en mis piernas. Rápidamente, mis labios encontraron su cuello. Y apenas escuché la puerta principal cerrándose, comencé a masajearle el muslo.

    Ella gimió en voz baja. Al escucharla, me dieron unas ganas inmensas de destrozarle la ropa, para tocar y saborear cada centímetro de su piel.

    No sabes cuánto te deseo, murmuré en su cuello.

    La necesitaba. Y necesitaba saber que ella era mía y de nadie más, no importaba cuánto se esforzaran Jacob o Drake.

    Ella era completamente mía, solo mía.

    Capítulo 2 El mejor sentimiento del mundo

    Punto de vista de Logan

    Emma, mi amor, te necesito, murmuré, antes de capturar sus labios entre los míos.

    Estábamos tan cerca que podía oler su e*citación y eso me c*lentaba aún más. No podía esperar, necesitaba probarla en ese mismo instante.

    De repente, su lengua entró en mi boca. Yo la chupé suavemente y ella gimió. 

    ¿Quieres que continuemos en tu cuarto?, susurré, mordiéndole el labio.

    , murmuró, con una mirada llena de lujuria.

    Si seguía viéndome así, me mataría.

    Gruñí y me levanté, con ella en mis brazos. Por su parte, Emma envolvió sus piernas alrededor de mi cintura y gimió cuando sintió mi p*ne, duro como una roca, contra su v*gina.

    La rodeé con mis brazos y la apreté contra mí, para asegurarme que no quedara ningún espacio entre nosotros. Luego subí las escaleras rapidísimo, con mis labios sobre los suyos. 

    Pateé la puerta de su recámara y la puse en su cama. Después me coloqué sobre ella, asegurándome de no aplastarla con mi peso.

    Mi pareja todavía tenía sus piernas entrelazadas en mi cintura y aprovechándose de eso, me empujó hacia ella. En el proceso, mi s*xo chocó con el suyo.

    Oh, sí, musitó Emma.

    ¿Te gusta esto, bebé?, le pregunté, frotándome en su cuerpo. Luego comencé a besarle el cuello y chupé el punto en el que llevaría mi marca. Ella jadeó y agarró mi pelo con uno de sus puños. 

    Logan, por favor…, gimió ella, apretándose contra mí.

    Sonreí. Podía e*acular con solo escucharla gimiendo y suplicando.

    ¿Qué necesitas, amor?, le pregunté, tras besarle la mandíbula.

    Ella no dijo nada, pero cuando volteé a verla estaba sonrojada.

    ¿Quieres que te haga llegar al o*gasmo?, ofrecí, acercando mis labios a los suyos.

    Al escucharme, abrió mucho los ojos y oí que su ritmo cardíaco se aceleraba. Después, ella asintió con la cabeza, muy levemente.

    Dímelo con palabras, Emma, le indiqué, mientras pasaba mi lengua por sus labios.

    murmuró ella, sonrojándose más.

    Sonreí y me puse de rodillas. Me quité la camisa y mi mujer soltó un suspiro.

    Por todos los..., murmuró, apreciando mi cuerpo.

    ¿Te gusta lo que ves?, lancé con seguridad.

    En ese momento no podía estar más feliz. A mi pareja le gustaba físicamente.

    Emma exploró mis abdominales con sus manos y luego se detuvo en mi cintura, justo donde estaban mis pantalones. Se sentó y me besó en el abdomen. Yo gemí; mi v*rga estaba a punto de estallar.

    Cuando alzó los ojos para encontrarse los míos, casi me desmayé. Había olvidado todas las veces que me había m*sturbado, imaginándomela así. Lo único que faltaba para cumplir mi fantasía era que ella me hiciera s*xo oral, pero sabía que todavía no estaba lista. Tendría que esperar.

    Emma pasó sus dedos por el borde de mi pantalón y me besó cada uno de mis abdominales. Yo estaba en el paraíso. Si me sentía e*tasiado con esto, no me podía imaginar lo que pasaría cuando estuviera d*ntro de ella.

    Agarré su cabello con mi puño y empujé su cabeza hacia atrás.

    Eres perfecta, gruñí, antes de besarla con todas mis fuerzas.

    Agarré el borde de su blusa y se la quité. Emma no llevaba brasier, así que inmediatamente puede apreciar sus pequeños y redondos s*nos. Además,  sus p*zones estaban completamente duros y yo no podía esperar para pellizcarlos, chuparlos y jugar con ellos hasta el cansancio.

    ¿Confías en mí?, le pregunté, acostándola y acomodándome sobre ella.

    Quería saborearla. Quería que e*culara y que lo probara. No pensaba con claridad, ella era como una droga para mí. Lo único que sabía es que la necesitaba.

    , murmuró, con sus ojos fijos en mí.

    Bajé mi cabeza y comencé a besarle las c*ichis. Pellizqué suavemente uno de sus pezones y ella gimió.

    Haré que te v*ngas, bebé. En esta ocasión usaré mi boca, chuparé tu c*ítoris y meteré lentamente uno de mis dedos en ti. Y te saborearé hasta que te c*rras, porque no sabes cuánto he esperado este momento, dije mientras besaba todo su cuerpo

    Su respiración se había vuelto pesada. Al verla, estudiándome con una mirada de sorpresa, sonreí. 

    Logan, yo no…, empezó. 

    "Lo sé, mi amor. Si tú no quieres, no lo

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