Máximo Huerta: “Quiero disfrutar de la vida de una manera lenta”
A SEGURA que su infancia no fue feliz y tampoco la vida de su familia “que guardaba demasiados secretos” para serlo. Sin embargo, en este entrañable y duro viaje al pasado, repleto de silencios, que Máximo Huerta (51) ha realizado, no hay asomo de rencor. Su última novela, Adiós, pequeño(Ed. Planeta), es una despedida al niño que fue recordando a las personas que le acompañaron, entre ellas, una madre, que tuvo que renunciar a muchos sueños, y un padre, estricto y ausente, poco dado a mostrar los afectos. Un retrato de una España de los años 70 con la que muchas personas se van a sentir identificadas. Paseamos con el escritor por su pueblo de Buñol (Valencia), el escenario desde el que ha reconstruido la historia de su vida.
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