RECETA DE BEST-SELLER
“Tenemas complejas con las cosas comerciales”
“Era malísimo en matemáticas. Me dices seis por siete y estoy tres segundos pensando. Pero escribir se me daba bien. Eso se juntó con que me gusta la Historia y con que veía que mis primos olvidaban las rece . Cuando hube acabado de escribir, hablé con una imprenta de Valencia y saqué ejemplares. Los regalé a mi familia, pero somos tantos que era un dineral. Decidí colgarlo en Amazon para que lo descargaran. Al octavo día me mandaron el informe: más de 500 vendidos. Eso ya no era mi familia. Alguien de Planeta se puso en contacto conmigo. Preguntó si quería trabajar con una editorial, acepté y me pidió el libro. Me dio pena. Pensaba que se lo había leído. En 24 horas ya lo había hecho y me había mandado una oferta. Al quinto día de la publicación, salió la segunda edición. Y sí que es importante tener amigos como los míos. Yo agradezco por igual al que cuelga mi libro en Instagram con 100 seguidores que a Casilda Finat, pero ella tiene 150.000. Apa en los agradecimientos. Se volcó. Hasta montó un club de lectura. Tenemos complejos con las cosas comerciales. Solo significa que gustan a más gente. Yo siempre digo sin vergüenza que me encanta Ken Follet. ¿Me tiene que gustar un escritor uruguayo que nadie conoce? Fíjate en las modas. Hoy todos van de azul. ¿Es acaso peor? Tampoco es que me vaya a dedicar ahora solo a escribir. Tengo un restaurante y trabajo en comunicación. En organicé los personajes con un Excel y la Guerra Civil solo es el trasfondo para historias de espías, aventuras, traiciones. Y de amor. De amor en todas sus formas. La que sucede entre miembros de dos clases sociales es muy injusta: ella entra en su casa con siete años como parte del servicio porque no puede ir a otro sitio. Esto ya no se da. Tú ahora sales con el duque de Alba y cuando acaba la cena también tienes una casa con calefacción. Yo creo, y esto ya lo creía antes de la novela, que el amor es entrega y tolerancia".
