Controla tu ESTRÉS: Gestionar el estrés y su intensidad, para obtener descanso y vivir en la paz de Dios. Ajusta la velocidad de tu vida y evita el desgaste de las preocupaciones recurrentes.

Por Javi Martínez

Sencillo, efectivo. De lectura rápida y de fácil aplicación.
 

«Cada situación tiene una cuota estrés. Eso puede ser bueno como malo, si sabes cómo gestionarlo».
 

Si el estrés está teniendo efectos dañinos en tu vida, este material es para ti.
 

Aprenderás en este libro cómo tratar con el estrés, gestionar su intensidad y evitar que vuelve constante.

Mediante una selección de pasajes bíblicos exploraremos ideas espirituales para obtener descanso y vivir en la paz que Dios nos brinda.

 

Encontrarás en este libro:

• Que existe un buen estrés y un mal estrés.
• Que el estrés continuo puede afectar notablemente nuestro cuerpo y nuestros deseos.
• Que Dios tratará con aquello que nos agobia.
• Que podemos ajustar la velocidad de nuestra vida.
• Que muchas veces el desgaste es inevitable, pero la renovación de las fuerzas está asegurada.
• Lecciones sobre la manera de trabajar de Dios que «descomprimirán» tu forma de trabajo.
• Por qué el descanso, a fin de cuentas, suele ser más productivo que trabajar sin detenerse.
• Que el cuerpo y la mente tienen una relación estrecha, por eso, descuidar tu cuerpo puede aumentar tu estrés.
• Que puedes accionar para que Dios comparta su paz contigo.

Trae la paz a tu vida y aprende a manejar el estrés con la ayuda de este material.

• Idioma: Español
• Editorial: Javi Martínez
• Fecha de lanzamiento: 25 mar 2021
• ISBN: 9781393088622

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INTRODUCCIÓN:

EL BUEN ESTRÉS Y EL MALO

El estrés es la tensión necesaria y automática, que prepara al individuo para enfrentar las presiones del medio a las cuales percibe como peligrosas. Es el estado de un organismo que reacciona a un agente de agresión cualquiera. Estrés significa tirantes o tensión. Esta puede ser positiva o negativa.

Encontrarás en este libro:

●  Que existe un buen estrés y un mal estrés.

●  Que el estrés continuo puede afectar notablemente nuestro cuerpo y nuestros deseos.

●  Que Dios tratará con aquello que nos agobia.

●  Que podemos ajustar la velocidad de nuestra vida.

●  Que muchas veces el desgaste es inevitable, pero la renovación de las fuerzas está asegurada.

●  Lecciones sobre la manera de trabajar de Dios que descomprimirán tu forma de trabajo.

●  Por qué el descanso, a fin de cuentas, suele ser más productivo que trabajar sin detenerse.

●  Que el cuerpo y la mente tienen una relación estrecha, por eso, descuidar tu cuerpo puede aumentar tu estrés.

●  Que puedes accionar para que Dios comparta su paz contigo.

El euestrés y distrés

Estrés, una palabra relativamente nueva que desde 1936 —cuando se usó por primera vez— hasta ahora, se ha popularizado para explicar un fenómeno que ocupa parte de nuestra vida cotidiana. En mayor o en menor medida, tiene un lugar reservado en la vida de cada uno. De hecho, si lo pensamos con detenimiento, cada situación tiene una cuota pequeña o grande de estrés. En todos los tamaños, experimentamos presiones que nos provocan una sensación de estrechez u opresión, algunas provienen del afuera y otras, desde adentro.

El problema principal del estrés es cuando su intensidad es muy elevada o se vuelve constante, porque produce un desgaste en nuestro cuerpo, en nuestras relaciones y en otras áreas de nuestra vida. La función del estrés es enfocarnos para resolver una situación urgente de manera inmediata, si dura más tiempo del necesario puede dañarnos —e incluso, una mala gestión del mismo, puede impedirnos resolver la situación que lo detonó—.

Sentir que es excesivo o que se extiende en el tiempo más allá de la circunstancia que le dio origen, son señales de que debemos aprender cómo manejarlo. No es posible hacer que el estrés desaparezca, pero sí controlar su intensidad. Si experimentamos muy poco estrés nos volveremos seres inertes, pero si es demasiado, explotaremos. En cambio, si logramos una adecuada gestión de la intensidad del mismo, podremos ser productivos y, a la vez, disfrutar de la vida.

El estrés tiene dos caras, una buena y una mala. Sus dos tipos son: el euestrés y distrés. El primero es el buen estrés, que funciona como un mecanismo que nos impulsa a luchar, nos permite enfrentar las adversidades y mantenernos en la pelea hasta dominar la situación. Esta tensión nos permite desarrollarnos y mejorar en todos los ámbitos. Según la ley de Yerkes-Dodson existe una relación entre el estrés y el rendimiento. —Aunque el postulado data de 1908, sigue teniendo vigencia en la actualidad—. De acuerdo con esta, si se consigue un estrés moderado se podrá tener un rendimiento óptimo, pero si el nivel es excesivo resultará contraproducente para la tarea. El distrés se relaciona con este último efecto, se trata de que la presencia excesiva o continua del estrés produce resultados negativos en la tarea o en la persona.

Seguramente has comenzado a leer este libro para aprender a gestionar y controlar el estrés porque está produciendo efectos dañinos en tu vida. Mediante una selección de pasajes bíblicos exploraremos ideas espirituales para obtener descanso y vivir en la paz que Dios nos brinda.

Trae paz a tu vida y aprende a manejar el estrés con la ayuda de este material.

Dios es como el músico; no estirará demasiado las cuerdas de su laúd, para que no se rompan.

—Thomas Watson

●  El estrés puede ser positivo (euestrés) o negativo (distrés), siendo el primero beneficioso para enfrentar adversidades y desarrollarse, mientras que el segundo puede resultar dañino cuando es excesivo o constante.

●  La gestión adecuada del estrés es crucial para mantener un equilibrio en nuestras vidas, evitando tanto una inercia vertiginosa como el agotamiento extremo.

●  La ley de Yerkes-Dodson establece que un estrés moderado puede conducir a un rendimiento óptimo, pero si el nivel es excesivo, resultará contraproducente para la tarea en cuestión.

●  A través de pasajes bíblicos y reflexiones espirituales, podemos aprender a manejar el estrés y vivir en la paz que Dios nos ofrece.

●  Cuidar de nuestro cuerpo y mente es esencial para manejar el estrés, ya que ambos están estrechamente relacionados y descuidar uno puede aumentar el estrés en nuestras vidas.

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Padre celestial, en medio de este mundo lleno de estresante, te pedimos que nos enseñes a distinguir entre el buen y el mal estrés. Ayúdanos a entender cómo manejarlo adecuadamente y a encontrar el equilibrio en nuestras vidas. Que podamos aprender a descansar en Ti, confiando en que nunca nos llevas más allá de lo que podemos soportar.

Señor, en tus manos ponemos nuestras preocupaciones y ansiedades, y te pedimos que nos