Hemos arrancado hojas del almanaque a un ritmo quizás creciente. Es una verdad compartida a voces el hecho de que cada vez el tiempo de nos pasa más rápido, como si estuviésemos sumidos en una carrera incomprensible hacia uno vaya a saber qué…
Claro está que esto trae una consecuencia directa: el estrechamiento de nuestra línea de tiempo. Quizás estemos pensando en muchas cosas, en muchos compromisos, en muchos encuentros o desencuentros. En llevarnos mejor con tal o cual, y evitar ver o encontrar a otros fulanos o fulanas de tal o cual.
Esto va cargando nuestra “máquina de