Dios Y El Dominio De Las Emociones: Cómo Manejar La Ira, Cómo Vencer El Miedo, La Envidia Y La Culpa [Domina Tus Emociones Y Tu Mente]

Por Javi Martínez

Todos tenemos que lidiar con las emociones y los sentimientos a diario.

Cada tanto, ciertas situaciones disparan una emoción que se sale de control; como si de repente tomase el volante, perdemos el control a merced de una emoción. Todos nos hemos repetido esas famosas frases: "¿por qué no callé?" "¿Por qué me preocupé tanto?".

En retrospectiva, el problema no era tan difícil. Hay una realidad que es cierta: si no aprendemos a controlar nuestra parte emocional, esta puede meternos en grandes problemas. Las tradiciones teológicas han considerado que el corazón es el centro de las emociones y el pensamiento. Estas son las que dominan nuestra voluntad.

Es por este motivo que tenemos una tarea ineludible: aprender a controlar nuestro corazón. Tiene sentido, porque para mover una gran maquinaria necesitamos entrar, y sentarnos en el centro de comando. Para modificar un complejo programa es necesario ingresar al código fuente de programación. Para modificar nuestra gestión emocional, necesitamos trabajar para controlar nuestro corazón.

Si deseas dominar tus emociones con la ayuda de Dios, este libro es para ti.

• Idioma: Español
• Editorial: Javi Martínez
• Fecha de lanzamiento: 20 nov 2022
• ISBN: 9798215024638

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INTRODUCCIÓN:

YO ESTOY A CARGO

Todos tenemos que lidiar con las emociones y los sentimientos a diario. Cada tanto, ciertas situaciones disparan una emoción que se sale de control; como si de repente tomase el volante, perdemos el control a merced de una emoción. Todos nos hemos repetido esas famosas frases: ¿por qué no callé? ¿Por qué me preocupé tanto?. En retrospectiva, el problema no era tan difícil. Hay una realidad que es cierta: si no aprendemos a controlar nuestra parte emocional, esta puede meternos en grandes problemas. Las tradiciones teológicas han considerado que el corazón es el centro de las emociones y el pensamiento. Estas son las que dominan nuestra voluntad. Es por este motivo que tenemos una tarea ineludible: aprender a controlar nuestro corazón. Tiene sentido, porque para mover una gran maquinaria necesitamos entrar, y sentarnos en el centro de comando. Para modificar un complejo programa es necesario ingresar al código fuente de programación. Para modificar nuestra gestión emocional, necesitamos trabajar para controlar nuestro corazón.

El propósito de este libro

Hay una batalla por nuestro dominio interior que se libra en nuestro corazón, principalmente en el terreno de las emociones. Estas pueden ser un buen informante sobre qué debemos hacer o a qué debemos prestar atención. Sin embargo, son pésimas ocupando el rol de mando o de capitán. Dejar que las emociones dominen nuestra vida producirá un gran desastre. Gracias a Dios, Él nos ha dado dominio sobre nosotros mismos. La culpa puede ayudarnos a señalar aspectos de nuestra vida que debemos corregir, sin ella podríamos transformarnos literalmente en inconscientes insensibles al daño que generan en otros. Emociones como la envidia pueden guiar nuestra vida por caminos que Dios nunca quiso que transitemos y seguir en pos de bendiciones que están destinadas a otras personas. Pero la admiración nos puede movilizar a imitar las acciones que otras personas han efectuado para obtener los resultados que queremos, o llevarnos a trabajar en nuestro carácter para convertirnos en el tipo de personas que intuimos que estamos llamados a ser.

El enojo puede ser un gran problema, es una emoción tan poderosa que puede generar gran destrucción en pocos segundos, pero tiene la capacidad de señalarnos la urgencia con la que se debe tratar una situación. Otras emociones, como el temor, pueden ser muy buenas cuando nos indican un peligro real del cual debemos protegernos. Sin embargo, pueden resultar tan útiles como un freno de emergencia que se activa en el medio de la carretera, haciendo que nos cueste más avanzar o que nos frene en seco cuando debemos continuar. Sin duda, Dios tiene mucho más para decirnos