hija de la Codiciado

Por W.J. May

No te metas con las Hijas de la Oscuridad, especialmente con Victoria.

Sólo la muerte podría detenerla ahora

Victoria era una Vampiro Cazadora, ahora siendo cazada.

Cuando Evan es obviamente secuestrado por el Consejo, Tori no se detendrá ante nada para recuperarlo.

Al mismo tiempo, está decepcionada de saber que Malcolm, su antiguo compañero de cacería, está encima de su rastro. Malcolm la conoce muy bien ya que trabajaron juntos durante innumerables décadas. Él conoce todos sus movimientos y cada uno de sus escondites.

Ella busca la ayuda de Finn. Finn ha estado vivo durante siglos y de alguna manera ha logrado mantenerse completamente fuera del radar del Consejo viviendo fuera de la red. Ella confía en que él puede mantenerla a ella, Eddie y Trent a salvo, mientras encuentran la manera de llegar a Evan.

Vlad la quiere, viva o muerta, parece que ya no importa. Tori hará lo que sea necesario para mantener a Evan a salvo, incluso si eso significa enfrentarse a su propio padre y cazarlo.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 6 feb 2018
• ISBN: 9781547515349

W.J. May

About W.J. May Welcome to USA TODAY BESTSELLING author W.J. May's Page! SIGN UP for W.J. May's Newsletter to find out about new releases, updates, cover reveals and even freebies! http://eepurl.com/97aYf   Website: http://www.wjmaybooks.com Facebook:  http://www.facebook.com/pages/Author-WJ-May-FAN-PAGE/141170442608149?ref=hl *Please feel free to connect with me and share your comments. I love connecting with my readers.* W.J. May grew up in the fruit belt of Ontario. Crazy-happy childhood, she always has had a vivid imagination and loads of energy. After her father passed away in 2008, from a six-year battle with cancer (which she still believes he won the fight against), she began to write again. A passion she'd loved for years, but realized life was too short to keep putting it off. She is a writer of Young Adult, Fantasy Fiction and where ever else her little muses take her.

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Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares, marcas, medios e incidentes son ya sea el producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia. Cualquier parecido con una persona real, viva o muerta, eventos o lugares es completamente fortuito. El autor reconoce el estado de marca registrada y los propietarios de marca de varios productos mencionados en esta obra de ficción, los que han sido utilizados sin permiso. La publicación/uso de estas marcas registradas no está autorizada, asociada o patrocinada por los propietarios de la marca comercial.

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Descripción:

No te metas con las Hijas de la Oscuridad, especialmente con Victoria.

Solo la muerte podría detenerla ahora

Victoria era una Vampiro Cazadora, ahora siendo cazada.

Cuando Evan es obviamente secuestrado por el Consejo, Tori no se detendrá ante nada para recuperarlo.

Al mismo tiempo, está decepcionada de saber que Malcolm, su antiguo compañero de cacería, está encima de su rastro. Malcolm la conoce muy bien ya que trabajaron juntos durante innumerables décadas. Él conoce todos sus movimientos y cada uno de sus escondites.

Ella busca la ayuda de Finn. Finn ha estado vivo durante siglos y de alguna manera ha logrado mantenerse completamente fuera del radar del Consejo viviendo fuera de la red. Ella confía en que él puede mantenerla a ella, Eddie y Trent a salvo, mientras encuentran la manera de llegar a Evan.

Vlad la quiere, viva o muerta, parece que ya no importa. Tori hará lo que sea necesario para mantener a Evan a salvo, incluso si eso significa enfrentarse a su propio padre y cazarlo.

Capítulo 1

¡Se llevaron a Evan! ¡Lo sacaron de su propio apartamento! ¿¡Qué demonios!?

Repasé las palabras una y otra vez en mi cabeza, reordenándolas y reestructurándolas, esperando de alguna manera hacer que tuvieran sentido. Mi cabeza se sacudió ligeramente cuando mis ojos recorrieron los fragmentos de vidrio y gotas de sangre salpicando el piso. Sentí como si el mundo entero me estuviera mirando, esperando ver si podía resolver el rompecabezas. Quería probar la sangre para ver si podía averiguar quién lo había hecho, pero ¿qué me diría?

Cuanto más miraba, todo lo que veía eran preguntas.

Se llevaron a Evan de su departamento.

¿Cómo? ¿Cómo extrajeron a un hombre lobo furioso de una buhardilla de Nueva York? ¿Cómo lo derrotaron sin perder a nadie en el proceso? ¿Quién sería capaz de semejante acto?

Había visto pelear a Evan. Era una vista espantosa. Si tuviera opción, no me ofrecería voluntariamente para enfrentarme a él. Y sin embargo... alguien aquí lo había hecho. Y habían ganado.

¡¡Así que si lo mataron, los mataré a todos!!

Empecé a revisar listas mentales, tratando de armar una lista de posibles culpables. La cola era bastante corta. Por supuesto, tal vez había sido abrumado sólo por los números. No importaba cuán hábil fuera un luchador si era uno contra veinte o treinta o cincuenta. Pero eso no explicaba todavía porque no estaba viendo a ninguno de ellos aquí, yaciendo entre los restos o al menos algunas cenizas de vampiros muertos. ¿Quizás lo habían tomado por sorpresa? Quizás, en el fragor de la batalla, ellos-

¿POR QUÉ DIABLOS PERMANECES AQUÍ HACIENDO PREGUNTAS?

Evan había sido sacado de su departamento.

No había dudas en eso. Sin debate sobre qué iba a pasar después.

Iba a recuperarlo. Tenía que hacerlo.

Empecé a caminar de un lado a otro mientras sacaba mi teléfono con una mano temblorosa. Había una furia creciendo dentro de mí, un extraño zumbido en mi piel que se estaba volviendo imposible de ignorar. Cuando repicó la línea, tragué la sensación y retrocedí hacia las sombras. Eddie respondió al tercer repique.

Muchas gracias por quedarte para darme esa gran explicación que prometiste. Yo...

Se llevaron a Evan. Tragué, mis incisivos afilados contra mi propia lengua. De su apartamento.

Las palabras habían adoptado una melodía familiar. Como un cántico o un mantra. Ya podía sentirme siguiendo el paso detrás de ellas.

Hubo una pausa en el otro extremo. Espera... ¿Qué? La voz de Eddie sonaba tensa. "¿Qué quieres decir con que se llevaron a Evan?" Todo el ruido de fondo detrás de él se detuvo de repente.

Realmente no creo que sea tan difícil de entender. Estaba hablando en un gruñido bajo. Una rugosidad áspera se extendió por mis cuerdas vocales, aserrando mi discurso.

Una pausa aún más larga. Quiero decir, ¿hay signos de lucha? Hizo...

Voy a matarlos, Eddie siseé en el teléfono. Voy a matarlos a todos.

Esta vez, la respuesta fue inmediata. "Tori, sé inteligente sobre esto. No puedes entrar allí por ti misma. Podía escuchar a Trent y a Finn discutiendo en el fondo. La puerta de un coche se cerró de golpe y el motor se aceleró, acompañado de un frustrado ¡maldición! de Trent

Ahí va uno Eddie intentó tranquilizarme. Finn ya está en camino hacia ti. Sólo espera ahí.

Mis labios se curvaron hacia atrás en una oscura sonrisa. "Eddie, ¿cuándo me has visto esperando?"

Colgué el teléfono y me tiré al suelo en un solo instante, buscando pistas en el suelo, cualquier indicio de quién podía haber estado allí y hacia dónde se dirigían. Algo de correo con la fecha de hoy había sido abierto. El periódico de la mañana yacía sin tocar sobre la mesa. Lo que sea que pasó, quien sea que vino, debió haber sido solo unas horas antes.

Mi corazón saltó más rápido al darme cuenta de que todavía había una posibilidad de que pudiera encontrarlos. Tenían menos de una tarde de ventaja. Sin embargo, el zumbido en mi piel era casi abrumador ahora y por un segundo, me recosté cuando una ola de mareo amenazó con alcanzarme.

Había sentido estos impulsos antes; el impulso de separarte de la mente y el cuerpo. Sacudirte la piel y reemplazarla con algo más simple, algo más elegante —completo con su propio juego de colmillos. Pero el impulso nunca había sido así. Siempre parecía venir de dentro de mí, resonando en mi corazón. Mientras esto... esto era como ser separado desde el exterior. Tirada en pedazos por una fuerza más grande que yo. Una fuerza que debía ser obedecida.

Las nubes se abrieron y de repente, estaba arrodillada a plena luz de luna.

Oh, mierda. No, no, no, no ahora. Tenía que encontrar a Evan. No tenía tiempo para esto.

Las paredes a mi alrededor comenzaron a titilar y a difuminarse cuando mis músculos cobraron vida con un calor tan intenso que parecía como si hubieran sido encendidos. Mis dedos se cerraron en un puño automático y sentí que mi teléfono se hacía añicos debajo de ellos.

Por favor, no ahora. Después. Literalmente en cualquier otro momento.

Como tirados por una cuerda, mis ojos se elevaron hacia la luna y un aullido penetrante escapó de mis labios. Mi ropa se cayó suelta e innecesaria a mi alrededor, reemplazada por una gruesa capa de blanco brillante.

Evan, lo siento.

Mi mirada volvió a caer sobre los cristales rotos en el piso. Pero esta vez, no vi mis ojos azules mirándome. Vi los ojos de un lobo.

Retrocede el cambio, Tori. Tiene que haber una forma de retroceder el cambio.

Intenté todo lo que pude pensar. Respiración profunda, pensamientos meditativos. Incluso intenté ponerme de pie sobre dos piernas. Nada funcionó. Como un frenético animal enjaulado, me lancé de un lado a otro en el apartamento, con las garras resonando en los pisos de madera.

Vamos Tori, puedes controlar esto. Es una parte de ti.

Excepto incluso mientras lo pensaba, yo sabía que no era cierto. Puedo ser parte hombre lobo, pero he vivido mi vida como un vampiro de principio a fin, sin molestarme en abrazar al animal que llevo dentro. Mis labios retrocedieron en una mueca de frustración y me escuché gruñir. Debería haberme tomado el tiempo de dominar esto cuando comenzó. Finn tenía un provecho claro en ambos lados de su personalidad y mira cómo lo había mejorado. Se movía como nadie que yo hubiera visto alguna vez. Él fue capaz de acabar con un vampiro anciano sin sudar. Me había entrenado a mí misma lo suficiente como vampiro que era capaz de vivir sin que mi lado de hombre lobo tomara parte alguna. Imagina cuánto mejor podría ser si abrazara ambas mitades de mí.

No había tiempo para preocuparse por eso ahora. Al cuerno con pelear, en este momento; me conformaría con un par de piernas humanas. Necesitaba rastrear a Evan antes de que quienquiera que se lo llevara se adelantara demasiado a mí. Necesitaba... captar el... seguir el...

Con un escalofrío de emoción, bajé la cabeza al suelo. Allí estaba. Tan claro como si hubiera sido pintado con fosforescentes que brillan en la oscuridad.

El rastro.

Había dos personas (uno vampiro, uno hombre lobo) que se movían juntas. Cerré los ojos mientras seguía los aromas del departamento. Claramente había habido una lucha, había rastros de ellos en todas partes. En las ventanas rotas. Las estanterías. Se habían estado tirando unos a otros como muñecos de trapo y pronto se hizo evidente que no toda la sangre era del hombre lobo.

Toqué con mis patas las cortinas manchadas de sangre, enterrando mi nariz en ellas mientras inhalaba profundamente. Había algo muy familiar sobre el vampiro.

Demasiado familiar.

Un aroma que conocía demasiado bien...

De repente, eché hacia atrás mi cabeza con un aullido ensordecedor.

Sabía exactamente quién se llevó a Evan e iba a tener el momento de mi vida haciéndolo pedazos.

El ascensor resultó demasiado para mis torpes patas de lobo, así que me dirigí a las escaleras. Un asustado botones se apartó del camino, pero yo estaba demasiado indignada como para importarme. Demasiado enojada incluso para considerar las ramificaciones de un solitario hombre lobo que se desgarraba por las calles de la ciudad de Nueva York. Tenía una cosa en mente y solo una cosa.

Sigue el rastro, consigue a Evan.

Ya era bastante fácil ver que sabía lo