Tienen complicidad y se les nota, sobre todo, en la facilidad con la que se ríen incluso de los pequeños dramas.dice Carlota Pereda (Madrid, 1975).Enel personaje de Belén Rueda (Madrid, 1965) se siente abandonada y engañada por su madre, una médium que no supo cuidarla; mientras el de la niña, Emma (Maia Zaitegi) se pasa la vida con las vecinas o sola, a su aire, porque su madre (Loreto Mauleón), que tanto recuerda a la deestá en el hospital muy enferma. De los padres, ni se sabe ni se contesta. Y al fondo, un pueblo de Euskadi donde los ritos paganos y religiosos se entremezclan en una fiesta local que recuerda cada año a aquellos enfermos de la peste que fueron emparedados en una ermita y
