Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

hija de la Retorcido
hija de la Retorcido
hija de la Retorcido
Libro electrónico182 páginas2 horas

hija de la Retorcido

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Victoria era una Vampiro Cazadora, ahora convertida en Cazada.

El enemigo mortal de Tori, Vlad Montour, resulta ser el vampiro más poderoso del mundo -y su padre. Tiene la red de aliados más letal del mundo, junto con una fortaleza casi impenetrable. Entrenada por él para ser una Cazadora, ella ha matado a otras criaturas sobrenaturales para ganarse la vida. El mundo de Tori se pone de cabeza cuando descubre que ella es la que está siendo cazada.

En el pasado, Tori vivió según la regla: si no amas a nadie, no puedes ser herida. De repente, esta regla ya no puede sostenerse. Ella tiene un hermano que proteger, un hombre lobo del que está enamorada y está embarazada de su hijo. La vida cambia en un abrir y cerrar de ojos. Se hace un voto nuevo: eliminar a cualquiera que lastime a las personas que ama.

La única forma de detener a Vlad es derrotarlo en su propio juego. ¿Excepto cómo vencer a alguien que nunca pierde? ¿Cómo detienes a un original sin morir en el proceso? ¿Qué tan lejos caminarías a través del infierno, para salvar a los que amas?

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento6 feb 2018
ISBN9781547515462
hija de la Retorcido

Relacionado con hija de la Retorcido

Libros electrónicos relacionados

Fantasía para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para hija de la Retorcido

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    hija de la Retorcido - W.J. May

    Este libro electrónico tiene licencia solo para su disfrute personal. Este libro electrónico no puede revenderse ni regalarse a otras personas. Si quisiera compartir este libro con otra persona, compre una copia adicional para cada destinatario. Si está leyendo este libro y no lo compró o no fue comprado solamente, entonces por favor visite Smashwords.com y adquiera su propia copia. Gracias por respetar el arduo trabajo del autor.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o introducida en un sistema de recuperación o transmitida, de ninguna forma o por ningún medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro) sin la autorización previa por escrito tanto del dueño de los derechos de autor y del editor de este libro mencionado arriba.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares, marcas, medios e incidentes son ya sea el producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia. Cualquier parecido con una persona real, viva o muerta, eventos o lugares es completamente fortuito. El autor reconoce el estado de marca registrada y los propietarios de marca de varios productos mencionados en esta obra de ficción, los que han sido utilizados sin permiso. La publicación/uso de estas marcas registradas no está autorizada, asociada o patrocinada por los propietarios de la marca comercial.

    Todos los derechos reservados.

    Copyright 2015 por W. J. May

    Cubierta diseñada por: Book Cover by Design

    Editado por: PBYP

    ¡Más libros llegaran pronto!

    4 autores tomarán cada uno una hija diferente, nacida del Príncipe de la Oscuridad, Vlad Montour. (También conocido como Vlad el Empalador, un malvado villano de la historia).

    Blair – Chrissy Peebles

    Jezebel – Kristen Middleton

    Victoria – W.J. May

    Lotus – C.J. Pinard

    El viaje de Victoria.

    Victoria, Libro I por W. J. May

    Cazadora, Libro II por W. J. May

    Codiciado, Libro III por W. J. May

    Torcido, Libro IV por W. J. May

    Blair, por Chrissy Peebles

    Blair es mitad bruja y mitad vampiro. Vive con un aquelarre de brujas y no ha tenido ningún contacto con su herencia vampírica. Blair está viviendo la vida perfecta hasta que un día, todo se derrumba a su alrededor. Se ve obligada a abandonar todo lo que conoce y ama y debe huir para salvar su vida.

    Esta es la historia de Blair de Chrissy Peebles. Es una novela corta. Como cortesía, el autor desea informarle que esta novela corta tiene un final de suspenso. El próximo libro continuará la historia.

    ***Esta es una serie de libros para adultos y esta serie contiene escenas para lectores mayores 18 años***

    ––––––––

    Información de W. J. May

    Sitio web:

    http://www.wanitamay.yolasite.com

    Facebook:

    https://www.facebook.com/pages/Author-WJ-May-FAN-PAGE/141170442608149

    ––––––––

    Suscríbase para el boletín informativo de W. J. May para enterarse de lanzamientos, actualizaciones, presentación de cubiertas e incluso regalos.

    http://eepurl.com/97aYf

    Descripción:

    No te metas con las Hijas de la Oscuridad, especialmente con Victoria.

    Solo la muerte podría detenerla ahora

    Victoria era una Vampiro Cazadora, ahora siendo cazada.

    Cuando Evan es obviamente secuestrado por el Consejo, Tori no se detendrá ante nada para recuperarlo.

    Al mismo tiempo, está decepcionada de saber que Malcolm, su antiguo compañero de cacería, está encima de su rastro. Malcolm la conoce muy bien ya que trabajaron juntos durante innumerables décadas. Él conoce todos sus movimientos y cada uno de sus escondites.

    Ella busca la ayuda de Finn. Finn ha estado vivo durante siglos y de alguna manera ha logrado mantenerse completamente fuera del radar del Consejo viviendo fuera de la red. Ella confía en que él puede mantenerla a ella, Eddie y Trent a salvo, mientras encuentran la manera de llegar a Evan.

    Vlad la quiere, viva o muerta, parece que ya no importa. Tori hará lo que sea necesario para mantener a Evan a salvo, incluso si eso significa enfrentarse a su propio padre y cazarlo.

    Capítulo 1

    Me giré en estado de shock mientras nuestro escape nos era entregado en una bandeja de plata.

    Una parte de mí quería huir, pero la parte de sentido común no confiaba en él lo suficiente como para darse la vuelta. Intenté matarlo dos veces ya. No había forma en el mundo de que me dejara ir.

    Mis ojos se estrecharon en rendijas cuando pregunté por segunda vez esa noche, ¿Por qué?

    Sonrió con esa horrible sonrisa que siempre me hizo saber que algo malo estaba por venir.

    Porque tengo curiosidad, ya ves y quiero darte un poco más de tiempo. No para tu escuadrón de asesinos demacrado—aunque estoy seguro de que sabremos de todos ellos tarde que temprano. Sus ojos se posaron en Finn, quien le devolvió la mirada con homicidio en el corazón. No Tori, el tiempo no es para ti.

    Luego hizo lo más extraño. Sus ojos bajaron y descansaron sobre mi estómago.

    Es por esa abominación creciendo dentro de ti.

    Lo miré inexpresivamente, sin comprender nada, antes de que un escalofrío recorriera mi espalda y mis manos se deslizaran hacia mi vientre.

    Ay, mierda

    ***

    ¿Tori? ¡Tori! Evan luchó por moverse hacia mí, su respiración era dura por el dolor.

    Es... Mi mano parecía pegada a mi estómago, un pequeño escudo inútil. No podía quedarme aquí así, mi mente lo sabía.

    ¿Dónde está Vlad? ¿A dónde se fue? Evan estaba a mi lado, cálido y reconfortante.

    Miré a mi alrededor, pero Vlad se había ido; había desaparecido en un segundo después de darme la peor noticia de mi vida. Me rendí a la debilidad y recosté mi cabeza en su hombro mientras algo me picaba en los ojos.

    ¿Estaba llorando? ¿Yo?

    Cómo conseguí quitar mi mano de mi vientre, no lo sabía, pero giré en los brazos de Evan y cerré los ojos, tratando desesperadamente de controlarme. No era verdad, me dije. No podría ser cierto. Demonios, no debería existir. Ciertamente no podía quedar embarazada.

    ¿Tori...? Los brazos de Evan eran fuertes a mi alrededor. ¿Qué pasó? Está... La esperanza sonó en su voz, terrible. ¿Está muerto?

    Empecé a reír. Era el peor tipo de chiste. Vlad no estaba muerto y realmente había logrado alterarme. Me aparté, con mi mano sobre mi boca y me alejé para esconder las lágrimas que corrían por mi rostro.

    ¿Tori? La débil voz de Finn me llamó a unos pocos pies de mí.

    Finn. El otro con una audición sobrenaturalmente buena. Ladeé la cabeza y cuando lo miré a los ojos, vi mi peor miedo confirmado: lo sabía. Mi hermanito había escuchado lo que Vlad había dicho. Lo miré a los ojos y le hice la más mínima sacudida de cabeza y los hombres lobo a nuestro alrededor fruncieron el ceño.

    ¿Qué está pasando? Eddie fue quien habló, avanzando. Sus ojos se encontraron con los de Evan y Trent, pero sus dos hijos estaban tan a oscuras como él.

    Vlad dice que nos está dejando ir. Mantuve mis palabras simples, al grano. Sin delatar ninguna otra información innecesaria a menos que fuera necesaria.

    Eddie esperaba a que dijera que por supuesto que Vlad no iba a dejarnos ir y cuando no lo hice, su rostro se volvió cauteloso. No haría eso dijo finalmente.

    No para siempre dije lacónicamente. Tenemos que salir de aquí antes de que cambie de opinión.

    Tori, es una trampa, tenemos que seguir. Si ya no tiene más a Albert consigo—

    "Nosotros ya no tenemos a Albert espeté. E incluso con él, no fue una buena combinación. Necesitamos..." Mis hermanas. ¿Pero cómo contactarlas? Sabía de Blair, pero de alguna manera sabía que había otras. Algo muy dentro de mí tenía este conocimiento incluso cuando no lo entendía del todo. Sentí que mis hombros se desplomaban. Vamos dije finalmente. Ayúdame a levantarlos.

    Eddie obedeció sin decir una palabra, pero pude sentir sus ojos sobre mí. Lo ayudé a deslizar su brazo debajo de Trent y le hice un gesto a Evan para que tomara el otro brazo de Trent. Trent protestaba débilmente por querer ayudar a Finn y Eddie estaba, afortunadamente, infundiendo un poco de sentido común a su hijo. Vi a Evan mirarme preocupadamente e intenté sonreír.

    Es por la abominación creciendo dentro de ti.

    Ay mierda. En serio, mierda. Tenía que estar mintiendo, estaba mintiendo, había mentido—

    Tenía que seguir moviéndome. Le di una mirada rápida a las lesiones a Finn y simplemente lo recogí en lugar de tratar de ayudarlo a cojear. Dio un silbido de dolor, pero los dos sabíamos que no sería mejor si intentaba caminar. Me miró durante un largo momento y luego inclinó la cabeza. Escuchando.

    Por un momento, no tenía idea de lo que estaba haciendo. Pero luego me detuve y bajé la cabeza ligeramente hacia un lado para encontrar la fuente de su preocupación.

    Luego lo escuché también: un ruido sordo, rápido y fuerte como el latido de una pequeña criatura. ¿Un ratón? Los animales deberían mantenerse alejados de este lugar. Me revolví, buscando la fuente del sonido y Eddie se detuvo a mirar alrededor.

    Escucho algo. ¿Finn?

    Tori—

    Él tiene algo aquí con nosotros. El pánico se instaló de nuevo. Yo... tengo que bajarte.

    Tori!" Sus ojos se encontraron con los míos.

    La verdad llegó en una ola, abrumándome. Me tambaleé de lado y casi dejo caer a Finn en el agua plateada de nuevo. En algún lugar, a distancia, podía oír a Eddie hablando: no escucho nada. Evan y Trent, entrando a la conversación. Y el diminuto sonido sordo y rítmico. El latido acelerado de corazón que me llenó de tanta alegría que—

    ¿Alegría?

    O pánico.

    Alegría.

    Pánico.

    Y el impulso de gritar por el túnel detrás de nosotros que si Vlad pensaba que podía tener este bebé, le iba a llegar otra cosa. Iba a luchar hasta mi último aliento para asegurarme de que mi hijo sobreviviera y Vlad aún no había visto la mitad de lo que podía hacer. Sabía, en un instante, lo cruel que podía ser para proteger a mi hijo. Yo sabía—

    Uy diablos. Estaba embarazada.

    ¡Tori!

    ¡Fíjate si tiene heridas! Eddie estaba a mi lado, tirando de mis brazos para mirarlos.

    Estoy bien, quería decir. Solo que no lo estaba.

    Tori. Evan me levantó gentilmente. Habló lentamente, como si yo no estuviera para nada allí. Vamos a sacarte. No te preocupes.

    "No es eso" dijo Finn, su voz clara cortando la de ellos.

    Finn. Lo interrumpí con un golpe de mi mano, volviendo a la conciencia de un tirón. Ahora no.

    Hubo una larga pausa. Me esforcé por salir de los brazos de Evan y le indiqué con la cabeza que buscara a Trent otra vez.

    Estaré bien le dije.

    Ellos me obedecieron. No había nada más que hacer mientras aún estuviéramos en la tierra de Vlad. Salimos tan rápido como pudimos, los ojos de Finn se fijaron en mi rostro y en mí tratando de no mirarlo. Si había algo así como la telepatía entre medios hermanos, él estaba recibiendo una gran cantidad de eso en este momento.

    Solo trató de mencionarlo una vez más, mientras lo colocaba en la parte trasera del camión. Los ruidos metálicos y el sonido del motor cubrían nuestras voces.

    Tori—

    Ahora no. Me fui sin decir una palabra.

    El viaje de regreso fue peor de lo que pensé que podría ser. Trent, fuerte y decidido a no ceder a su dolor, apenas podía sostenerse. ¿Cuánto tiempo podría durar ese tipo de reserva? Sus jadeos de dolor y los propios gemidos silenciosos de Finn, eran audibles tanto para los vampiros como para los hombres lobo. Eddie y Evan, cuidando sus propias heridas, se debatían entre el dolor y la preocupación. Y en cuanto a mí...

    Me estaba tomando todo lo que tenía para no saltar fuera de mi propia piel. Para no gritar. Quería creer que era una broma, un truco, pero cada parte de mí sabía que no era así. La realidad me aterrorizó. Cuando entraba a las tiendas de abarrotes y gasolineras de 24 horas, la gente de hecho se encogía en lugar de mirarme a los ojos. Hombres que una vez me miraban de arriba abajo y me deseaban, apartaban la mirada de la piel y el cuero. El aura de ‘no se metan conmigo’ que tanto me había costado cultivar no era nada comparado con lo que estaba entregando ahora.

    En el camión, no dije nada. Evan dejó de tratar de hablar conmigo y cuando finalmente se quedó dormido, fue Eddie quien trató de resolverlo.

    No nos va a dejar ir. Su voz era baja.

    Lo sé. Mantuve mis ojos en el camino. Di un ligero volantazo para evitar un bache, pero la cama de la camioneta rebotó suavemente de todos modos y Eddie y yo hicimos una mueca ante los gemidos

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1