Milt Biskle acaba de terminar su trabajo terraformador de la superficie marciana después de años en soledad. Está ansioso por volver a la Tierra. Tanto, que casi se le olvida ponerse el pelo y los dientes.

[semi-spoilers] Publicado en “Galaxy” en 1964, volvemos a los cuentos sesenteros de Dick, más maduros y oscuros que los anteriores. También me gusta mucho. Primero he de decir que Felipe aprovecha aquí para hacer su particular oda a los gatos, que ya sabemos le gustaban mucho, sentimiento que compartimos con él. El artefacto precioso. Todos tenemos un artefacto precioso. Algo que nos ayuda a pasar el día a día, a continuar, a engañarnos con la realidad: el amor por un ser querido, un deseo, un objetivo. Algo que nos mantenga dentro de la eutanasia de la vida cotidiana. Algo ahí fuera que nos hace girar. A pesar de lo duro o jodido de la realidad.

Los proxianos usan este arma. Tienen preparado un artefacto precioso para cada terrícola. En este sentido lo que es un acto de amor auténtico se convierte en una herramienta de control. Puede ser que lo esté tomando muy por los pelos pero como a Dick siempre le preocuparon el capitalismo, la publicidad, etc me atrevo a hacer una analogía con las técnicas de control del mundo capitalista modernos en el que vivimos en occidente desde los años 50, desde el sueño americano. Los publicistas hacen precisamente eso: coger aquello que es auténtico, fagocitarlo y regurgitarlo para movernos/emocionarnos. En cuanto sale algo auténtico ya está ahí una marca para aprovecharse y hacerlo viral, tipo aquello de los abrazos gratuitos por la calle pues seguro que ya está ahí Aquarius para hacerle perder todo el sentido. En este caso es un tipo de control a través de la emoción positiva, rollo más Un Mundo Feliz que 1984, pero control en cualquier caso. Además tienen que saber qué es lo que necesita cada uno con lo que también se asemeja a un tipo de control como el de esta última obra y en la realidad viene al pelo porque justo estos días estalló el caso de Google Analytics, que no es ni mucho menos el único caso en el que las empresas privadas se benefician de la obtención de datos a gran escala (Big Data) sobre los gustos particulares para optimizar y adecuar la exposición a publicidad de cada individuo (sabes que los banners que te salen a ti no son los mismo que me salen a mi no?).

En cualquier caso no creo que el tema central del cuento sean los mecanismo de control. Tampoco sólo sobre el neuroticismo, y las máscaras que nos creamos. La negación para poder seguir viviendo. Creo que es más un cuento sobre la empatía. Por eso me parece tan bonito el homenaje a los gatos. Pero podría ser cualquier otra cosa/artefacto; a cada terrícola lo suyo. El siguiente en la cola, por ejemplo, tenía preparado un loro. Y es también otro de esos relatos en lo que el protagonista acaba mirando detrás de la cortina de la realidad y descubriendo “todo el pastel”. Pero no sólo eso, el protagonista debe tomar una decisión: autoengañarse para no perder la humanidad. Descubre la mentira (no sólo descubre que es una mentira sino que también descubre quién la crea y porqué, eso es diferente a otros relatos) y decide aceptarla para continuar siendo feliz, continuar siendo humano. En este sentido son referencia obligada “Equipo de Ajuste” y “Humano Es”, que ya subimos, entre otros. También uno de sus primeros cuentos, “Roog”, precioso sobre un perro que flipa con unos seres que van cada noche a robar a su casa. Es como la historia que cuenta Biskle sobre “Calabaza”, su gato, al que engañaba tirando piedritas y él pensaba que algo raro pasaba. Philip K Dick era un ser muy empático, tenía profundos sentimientos (creo). Anyways, él decía cosas diferentes sobre el relato que traduzco a continuación.

Sobre el cuento y su petición de que fuera incluido en la colección “The Golden Man” (1980)Dick dijo: “Insistí en que esta historia se incluyera en la colección. Utiliza una lógica peculiar que generalmente empleo, según me señ