Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Cuerpo de trigo, alma de maíz
Cuerpo de trigo, alma de maíz
Cuerpo de trigo, alma de maíz
Libro electrónico102 páginas1 hora

Cuerpo de trigo, alma de maíz

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

«La cultura de un pueblo se mide por sus tradiciones vigentes. Ellas han sobrevivido para conferirle un modo de ser inconfundible, un lugar de encuentro para la que la comunidad sepa que está ligada a su tierra, que pertenece a ella como a sus montañas, valles, ríos y mares. Que tiene un lugar en el mundo. Que nuestros ancestros las inventaron para otorgarnos una historia, una legitimidad, un amor que se prolonga a lo largo de los siglos».
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 may 2022
ISBN9789942779458
Cuerpo de trigo, alma de maíz
Autor

Varios autores

<p>Aleksandr Pávlovich Ivanov (1876-1940) fue asesor científico del Museo Ruso de San Petersburgo y profesor del Instituto Superior de Bellas Artes de la Universidad de esa misma ciudad. <em>El estereoscopio</em> (1909) es el único texto suyo que se conoce, pero es al mismo tiempo uno de los clásicos del género.</p> <p>Ignati Nikoláievich Potápenko (1856-1929) fue amigo de Chéjov y al parecer éste se inspiró en él y sus amores para el personaje de Trijorin de <em>La gaviota</em>. Fue un escritor muy prolífico, y ya muy famoso desde 1890, fecha de la publicación de su novela <em>El auténtico servicio</em>. <p>Aleksandr Aleksándrovich Bogdánov (1873-1928) fue médico y autor de dos novelas utópicas, <is>La estrella roja</is> (1910) y <is>El ingeniero Menni</is> (1912). Creía que por medio de sucesivas transfusiones de sangre el organismo podía rejuvenecerse gradualmente; tuvo ocasión de poner en práctica esta idea, con el visto bueno de Stalin, al frente del llamado Instituto de Supervivencia, fundado en Moscú en 1926.</p> <p>Vivian Azárievich Itin (1894-1938) fue, además de escritor, un decidido activista político de origen judío. Funcionario del gobierno revolucionario, fue finalmente fusilado por Stalin, acusado de espiar para los japoneses.</p> <p>Alekséi Matviéievich ( o Mijaíl Vasílievich) Vólkov (?-?): de él apenas se sabe que murió en el frente ruso, en la Segunda Guerra Mundial. Sus relatos se publicaron en revistas y recrean peripecias de ovnis y extraterrestres.</p>

Lee más de Varios Autores

Relacionado con Cuerpo de trigo, alma de maíz

Libros electrónicos relacionados

Arte para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Cuerpo de trigo, alma de maíz

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Cuerpo de trigo, alma de maíz - Varios autores

    CUERPO DE TRIGO, ALMA DE MAÍZ

    Historias de colada morada y guaguas de pan

    Segundo concurso de cuentos sobre cocina tradicional ecuatoriana

    PRÓLOGO

    © Santiago Rubio

    CUENTOS

    © Fanny Margarita Andrade Rivera, Fernanda Carolina Salcedo Muñoz, Víctor Eduardo Cabezas López, Freddy Xavier Lasso Garzón, Gabriela Alexandra Recalde Portilla, Diana Carolina OntanedaViteri, Pablo Andrés Viteri Chancus, Jhonny Lanchimba, Joyce Alexandra Baus Villavicencio, Alberto Pachala.

    © Universidad de Las Américas

    Facultad de Gastronomía

    Campus Granados

    Av. de los Granados y Colimes

    www.udla.edu.ec

    Facebook: @udlaQuito

    Quito, Ecuador

    PRIMERA EDICIÓN

    octubre, 2021

    EDICIÓN

    Susana Salvador Crespo

    Coordinadora editorial UDLA

    CUIDADO DE LA EDICIÓN

    Fabricio C. Rivas

    Analista editorial UDLA

    CORRECCIÓN Y ESTILO

    Editorial El Conejo

    DISEÑO DE CUBIERTA

    Claudia Hernández

    DIAGRAMACIÓN

    Editorial El Conejo

    EDICIÓN

    UDLA Ediciones

    ISBN: 978-9942-779-45-8

    TIRAJE: 300 ejemplares

    Gracias por respetar las leyes del copyright al no reproducir, escanear ni distribuir ninguna parte de esta obra, sin la debida autorización. Al hacerlo está respetando a los autores y permitiendo que la UDLA continúe con la difusión del conocimiento.

    Reservados todos los derechos. El contenido de este libro se encuentra protegido por la ley.

    Los cuentos de este libro fueron leídos y seleccionados por un jurado conformado por: Anamaría Varea, Beba Varea, Abdón Ubidia, Jorge Izquierdo, Santiago Rubio.

    Diseño epub:

    Hipertexto – Netizen Digital Solutions

    Contenido

    Prefacio

    Abdón Ubidia

    Prólogo

    Santiago Rubio

    Guagua de trigo, alma de maíz

    Fanny Margarita Andrade Rivera

    Primer puesto, categoría Adultos

    Warmi morada

    Fernanda Carolina Salcedo Muñoz

    Segundo puesto, categoría Adultos

    Tarde morada con mi abuela

    Víctor Eduardo Cabezas López

    Tercer puesto, categoría Adultos

    Compadre de un pan

    Freddy Xavier Lasso Garzón

    Primera mención, categoría Adultos

    El animero de Cahuasquí

    Gabriela Alexandra Recalde Portilla

    Segunda mención, categoría Adultos

    Recuerdos y añoranzas del aya marcay quilla

    Diana Carolina Ontaneda Viteri

    Primer puesto, categoría Estudiantes

    Ojos púrpuras

    Pablo Andrés Viteri Chancus

    Segundo puesto, categoría Estudiantes

    Cerebro momentáneo

    Jhonny Lanchimba

    Tercer puesto, categoría Estudiantes

    El amor y la muerte (Los amantes de Sumpa)

    Joyce Alexandra Baus Villavicencio

    Primera mención, categoría Estudiantes

    El recetario de Feliciano Cedeño

    Alberto Pachala

    Segunda mención, categoría Estudiantes

    Notas al pie

    PREFACIO

    Abdón Ubidia

    Como se sabe, el condimento esencial de un potaje es el recuerdo. Le pasó a Proust con su té. Nos pasa a los quiteños con la colada morada. Primero son los aromas mezclados de las especies queridas: el clavo de olor, la canela, el ishpingo, la pimienta dulce, las hojitas de cedrón, arrayán, naranja, hierba luisa, que humean sobre el líquido espeso de color morado, oscuro como el vino, obtenido del mortiño, la mora, la harina del maíz negro, en donde flotan los trozos apenas cocidos de frutillas, babaco y piña. Luego, si caliente o frío, depende de los gustos, emergen de él los sabores profundos de todo eso que empezó preparándose en cuatro largos días de esperas, mixturas y cocciones hechas por separado en una colada —como su nombre lo indica—, que se deslizará por el paladar avivando gustos y nostalgias.

    Pero si el té del ya mentado francesito, se completaba con una magdalena, al igual que todos los tés, aguas de hierbas, cafés y chocolates se completan con tortas, quiches, queiques, humitas, y demás, ningún quiteño puede imaginar una colada morada sin su acompañante imprescindible: la guagua de pan, que es exactamente un pan con forma de guagua (o sea ‘niño’ o ‘niña’, para quienes no sean ecuatorianos o chilenos), pero muerto o muerta, porque así celebramos nosotros el dos de noviembre.

    La guagua de pan, estirada, un poco plana, con cabeza, ojos y nariz algo reconocibles, y como envuelta en su mortaja, luce adornos de masitas de colores pintorescos: verde, rosado, amarillo, a veces azul. Puede ser de sal o de dulce y contener pasas y hasta un condumio de queso o manjar.

    Colada y guaguas de pan están hechas para el recuerdo. Si bien se las pueden comprar, en el día de muertos, en cualquier panadería, aún muchas familias las hacen de un modo festivo en el que, aun los más pequeños, meten mano con el frecuente resultado, luego del horneo, de masas carbonizadas y ojos que se han corrido hacia los pies: postales para la memoria de los días felices en los que las familias están aún unidas y hacen homenajes comestibles a los suyos, como aprendieron de ellos cuando estaban vivos y, por cierto, de los indios que llevan viandas, en tal fecha, a las tumbas de sus finados y les hablan como si la línea divisoria entre los de acá y los de allá no fuese tan definitiva como muchos pensamos.

    La cultura de un pueblo se mide por sus tradiciones vigentes. Ellas han sobrevivido para conferirle una marca, un carácter, un modo de ser inconfundible, un lugar de encuentro para que la comunidad sepa que está ligada a su tierra, que pertenece a ella como sus montañas, valles, ríos y mares. Que tiene un lugar en el mundo. Que viene de lejos. Que nuestros ancestros las inventaron para otorgarnos una historia, una legitimidad, un amor que se prolonga a lo largo de los siglos. Y entre las costumbres más entrañables que nos legaron está la comida, la fiesta cotidiana de alimentarnos con platos nacidos de una larga cocción de siglos, como decía Cortázar. Más aún cuando ellos celebran fechas precisas. Cuando son ceremoniales. Cuando, como ocurre con la colada morada ecuatoriana, completan el ciclo del amor ancestral. Y se juntan en una mesa que comparten vivos y muertos queridos, unidos –unos en la fiesta y otros en la memoria–, manjares y gustos profundos, como ocurre en el Día de Finados con la colada morada y las guaguas de pan.

    Estas notas solo quieren decir mi gratitud a la UDLA por la iniciativa para promover el conocimiento, cuidado y reflexión acerca de nuestro patrimonio gastronómico y diríamos, además, antropológico; a la Facultad de Gastronomía y UDLA Ediciones por invitarme a participar como jurado del II Concurso de cocina tradicional de Ecuador; y felicitar a los participantes quienes mostraron talento, afán, investigación y, en muchos casos, un don literario notable. Y, por cierto, al fino criterio de mis colegas del Jurado.

    Como la cocina, un concurso se mide por sus últimos resultados. Por el sabor y el aroma de sus manjares. Estos cuentos son, en verdad, deliciosos. Y el libro que el lector tiene en sus manos, un banquete. Vamos, pues, a disfrutarlo.

    PRÓLOGO

    Santiago Rubio

    Este libro es un compendio de narraciones breves que fueron premiadas en el Concurso de Cuentos de Cocina Tradicional Ecuatoriana, Segunda Edición: Coladas Moradas y guaguas de pan, organizado por la Facultad de Gastronomía de la Universidad de

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1