Sobran las presentaciones para Eneko Atxa (Amorebieta, 1977), uno de los once chefs que forman parte en nuestro país de ese selecto club de los que lucen tres estrellas Michelin en la chaquetilla gracias a su restaurante Azurmendi, ubicado en Larrabetzu, a las afueras de Bilbao. Pero es que además este templo culinario, al que se refiere continuamente como su “casa”, fue reconocido en 2018 como el más sostenible del planeta por The World’s 50 Best Restaurants. Lejos de acomodarse en ese reconfortante Olimpo de éxito y admiración, hace cinco años decidió que su camino gastronómico también debía transitar por otros muchos lugares alejados de su tierra, como Tokio, Lisboa, Londres o Bruselas, donde se encuentran otros de sus restaurantes. Y también, por qué no, por algunas latitudes nacionales. Hace unos meses abrió Basque en Sevilla, un concepto relajado y casual que “une norte y sur” en el hotel Radisson Colection Magdalena Plaza. Y es que el gigante hotelero se ha convertido en un excelente compañero de viaje para Eneko: este mes de marzo está previsto la apertura de NKO, su propuesta vasco-japonesa en el Radisson Collection Gran Vía de Bilbao, concepto gastronómico que también contará con una sede en Madrid próximamente. Además de otros proyectos que vislumbra en su horizonte.
¿De dónde te viene la vocación de cocinero?
“QUIERO SEGUIR APRENDIENDO Y DISFRUTANDO DE UN OFICIO QUE ME HA REGALADO COSAS IMPENSABLES, INCLUYENDO ASPECTOS DE MI VIDA PERSONAL”
No soy alguien que haya nacido con una historia vocacional de “yo