Los pasteles casi siempre llegan cargados de recuerdos, celebraciones de familia y de amor. Han jugado un papel importante en eventos sociales durante siglos, en una gran variedad de formas, tamaños y sabores; en todos los escenarios, los pasteles siempre han tenido un simbolismo que va más allá de su contenido nutricional y económico. Solo hay que pensar lo que implica ver a alguien entrando con un pastel en las manos a una fiesta de cumpleaños, una boda o una comida familiar. Su misión es llevar mensajes como “te quiero”, “te amo”, "felicidades” o incluso un “lo siento”.
Un pastel lleno de velitas nos hace sentimos especiales, uno casero es de los emblemas nostálgicos de la infancia,