Un Objeto De Deseo

Por Jenny Twist

Durante sus vacaciones en Tánger, Hannah y Rea descubren que están siendo perseguidas por dos hombres sospechosos. Después conocen a Toby, quien a su vez está siguiendo a sus asechadores. Él quiere averiguar por qué están tan interesados en ellas, pero las chicas no tienen idea alguna de cuál podría ser la razón. Aunque no se preocupan demasiado, pues están a punto de partir a Chefchauen. Toby se ofrece en escoltarlas hasta ahí él mismo. Pero, ¿quién es Toby? ¿Qué es lo que hace realmente ahí? ¿Es acaso un policía, un espía, un cazador de tesoros? Todo parece ir bien hasta que una de las chicas desaparece.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 1 jul 2020
• ISBN: 9781071554159

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Un Objeto De Deseo

Por Jenny Twist

Jenny Twist, Derechos de Autor © 2019

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Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Créditos

Editor: Emily Eva Editing

http://emilyevaediting.weebly.com/

Portada: Novel Prevue

http://www.novelprevue.com/cover-art.html

Dedicatoria

A mis nietos, Tom y Oliver

Las personas se distraen con objetos de deseo, y después se arrepienten de la lujuria que los sedujo, porque han sido seducidos por un espejismo y terminan aún más lejos de la realidad que antes.

― Rumi

UN OBJETO DE DESEO

El muchacho atravesó corriendo el zoco, esquivando los puestos con agilidad, mientras dos policías lo perseguían encarecidamente.  Se tentaba la camisa con su mano derecha tratando de encontrar su arma; razón por la cual agarré a mi amiga Rea y la tiré al suelo.  Alcancé a entrever la cara del pistolero cuando pasó corriendo, sus ojos estaban llenos de terror.

—¿Qué? ¿Que? —dijo Rea, levantándose del piso para sentarse.  Apenas iba a decirle que todo estaba bien cuando los policías pasaron corriendo.  Uno era delgado y estaba en buena forma, pero el otro tenía sobrepeso y obviamente le era difícil seguirles el paso. Eso sí, la mejor hora para perseguir criminales en Marruecos no era, ni de lejos, durante la tarde. El gordo policía jadeaba ruidosamente y había grandes manchas de sudor debajo de las axilas de su uniforme.

Entonces, justo cuando nos estábamos poniendo de pie para sacudirnos el polvo de nuestra ropa, pasaron otros dos hombres, también corriendo. De alguna manera, parecían aún más amenazantes que el pistolero y los policías.  Sus ojos miraban de un lado a otro mientras corrían y yo me recargué contra uno de los puestos, sintiéndome repentinamente débil.

—¿Qué fue todo eso? —Dijo Rea mientras se ponía de pie y observaba a los hombres que poco a poco desaparecían entre el laberinto de puestos.

—No lo sé —contesté—: pero llevaba un arma.  El tipo que estaban persiguiendo. ¿Estás bien?

Rea me sonrió.  —Nada que un gin-tonic no pueda curar.

—Pues que mala suerte. Tendrás que esperar hasta que regresemos al hotel. Aquí no venden alcohol en los bares.

—Mierda, lo olvidé. No importa Hannah, puedo esperarme.

Y seguimos con nuestro recorrido. Nos deteníamos para mirar los productos mientras avanzábamos. Había una increíble variedad en exhibición: mantas de seda, alfombras, cerámica, artículos de cuero, pipas, adornos de latón, hierbas y esencias, vestidos...la lista era interminable; una gran mezcolanza de colores y aromas. Algunos de los puestos tenían cestas con gangas en el suelo y Rea de repente se abalanzó sobre una de ellas como si fuera un gato cayendo sobre su presa.

―¡Mira! —Grito entusiasmada—. ¿Acaso no es precioso? ―dijo mientras sostenía un collar sobre su cuello―. ¿Qué opinas?

Personalmente, pensé que se veía algo vulgar. Demasiado grande, con demasiadas gemas y demasiado oro. Me recordó a uno de esos collares que vez en los antiguos murales egipcios...como una mezcla entre un collar y un peto de pecho.

—Creo que eres preciosa, con o sin él —le respondí.

Rea era la mujer más hermosa que jamás había visto. Era demasiado pequeña como para recordar desde hace cuando la