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Recuerdos de un Pasado Interestelar
Recuerdos de un Pasado Interestelar
Recuerdos de un Pasado Interestelar
Libro electrónico435 páginas6 horas

Recuerdos de un Pasado Interestelar

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¡En esta Novela, el presente articula al pasado con el futuro de una manera alucinante!

En plena selva amazónica, impulsados por ritos chamánicos, se realiza un viaje hacia el pasado para descubrir la fascinante historia detrás de las más antiguas civilizaciones humanas, aquellas que surgieron en la Edad Antigua y que determinaron el futuro del mundo.

La génesis de la humanidad, genera a pesar de los avances del tiempo, dudas y contradicciones dependiendo de la óptica, filosofía y particularmente de la religión. Lo que, sí es cierto y que causa, grandes contradicciones en arqueólogos, e historiadores, fue que hace unos 10.000 años, se construyeron edificaciones monumentales, la mayoría pirámides, que no coinciden con la capacidad, que para ese momento tenían las tribus nómadas que poblaban nuestro planeta.

En esta historia se relata que este hecho coincide con la llegada desde las Pléyades de unos comandos alienígenas, dirigidos por el científico ingeniero Enki y la experimentada bióloga Ninti, con órdenes de extraer ciertos minerales estratégicos, y que sin autorización expresa deciden intervenir nuestro planeta, realizando mutaciones genéticas para tener así una mano de obra segura para sus propósitos. Estos extraterrestres que fueron considerados dioses, se obnubilaron de poder y además de tener relaciones con mujeres terrestres, entraron en conflicto entre ellos mismos, provocando guerras que debieron ser intervenidas por orden de Atum, líder Annunaky, coordinador de la alianza intergaláctica, quien exigió la total retirada del planeta de los comandos establecidos allí. Estos acontecimientos coincidieron con el cambio del eje magnético de la tierra, lo cual provocó un gran diluvio, generándose muerte y destrucción, y el regreso de los "dioses" a su lugar estelar, desde dónde nos observan y monitorean.

Miles años después, los esposos Castello, el arqueólogo Rodolfo y la historiadora Dalia Rosa, se ven involucrados en grades aventuras, al adoptar a una muy especial niña indígena, Chaski Wamani, que tiene visiones de vidas pasadas como una sacerdotisa en una ciudadela perdida en la selva amazónica.

Coincidencialmente, un poderoso mafioso, maneja sus hilos para que tanto los Castello, como otros actores, entre ellos, sub contratistas de Nat Geo y un terrible sicario, se involucren, utilizando técnicas muy novedosas como escaneo con LiDAR, en la localización y descubrimiento de la buscada por muchos años, "Ciudad de los Seres Superiores", la cual se encontraría oculta en las galerías subterráneas vinculadas a la famosa "Cueva de los Tayos" en la selva amazónica de Ecuador, mundialmente famosa, en los años setenta, gracias a los miles de extrañas piezas arqueológicas que el salesiano padre Crespi mostro al mundo, y a las exploraciones realizadas por militares británicos, con estadounidenses de la talla de Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la luna, que buscaban en el interior de la tierra, la ciudad pérdida y la famosa biblioteca dorada.

¡Una trama de suspenso, aventuras en plena selva, con un fin inesperado y futurista, que nos reta a esforzarnos para lograr enlazarnos con la armonía perfecta del Universo!

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento2 nov 2022
ISBN9798215831052
Recuerdos de un Pasado Interestelar
Autor

Rudy Rafael Castillo Mirabal

. Rudy Rafael Castillo. Mirabal Nacido en el Tigre, Estado Anzoátegui, Venezuela. Es Ingeniero Metalúrgico, especialista, MsC y PhD, con amplia experiencia Industrial y jubilado del Sector Universitario. Es firme en ratificar que: “La familia es la base de la sociedad”, que “Siempre se puede aprender algo nuevo” y que “Se puede renacer cada día”. 

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    Recuerdos de un Pasado Interestelar - Rudy Rafael Castillo Mirabal

    Resumen

    ¡En esta Novela, el presente articula al pasado con el futuro de una manera alucinante!

    En plena selva amazónica, ...impulsados por ritos chamánicos, se realiza un viaje hacia el pasado para descubrir la fascinante historia detrás de las más antiguas civilizaciones humanas, aquellas que surgieron en la Edad Antigua y que determinaron el futuro del mundo.

    La génesis de la humanidad, genera a pesar de los avances del tiempo, dudas y contradicciones dependiendo de la óptica, filosofía y particularmente de la religión. Para paleontólogos, el punto de inicio de la historia de la humanidad empezó con la aparición de los primates, hace unos 65 millones de años, aunque recientes estudios genéticos han revelado que los aborígenes australianos son la civilización más antigua conocida en la Tierra, con una ascendencia que se remonta a unos 75.000 años. Ahora, el cómo fue que, de la aparición de los pitecántropos ocurrió la formación de las primeras civilizaciones, aún no hay un total acuerdo, Algunos investigadores precisan que la china sería la civilización más antigua de la Historia, mientras que otros consideran que las primeras civilizaciones sedentarias nacieron en Mesopotamia hace unos 9.000 años, siendo ellas las culturas Hassuna, Samarra, Halaf y Obeid, antecesoras de Sumeria, Acadia y Babilonia.

    Lo que, sí es cierto y que causa, grandes contradicciones en arqueólogos, e historiadores, fue que hace unos 10.000 años, antes del llamado diluvio universal, existió en nuestro planeta el surgimiento de zonas localizadas, dónde se construyeron de una manera impresionante edificaciones monumentales, la mayoría piramidales, con bloques de piedras de grandes toneladas, perfectamente cortadas que fueron ensambladas, sin mortero, con dimensiones y medidas relacionadas con los meridianos terrestres y erigidas en sitios con orientaciones geoespaciales estratégicas, que no coinciden con la capacidad, conocimientos y destrezas, que para ese momento tenían las tribus nómadas que mayoritariamente poblaban nuestro planeta.

    En esta historia se relata que este hecho coincide con la llegada desde las Pléyades de unos comandos alienígenas, dirigidos por el científico ingeniero Enki y la experimentada bióloga Ninti, con órdenes de extraer ciertos minerales estratégicos, y que sin autorización expresa deciden intervenir nuestro planeta, realizando mutaciones genéticas para tener así una mano de obra segura para sus propósitos. Estos extraterrestres, al tener mayor tecnología y proceder de otras condiciones gravitacionales, poseían gran fuerza y poderes, que los hicieron ser considerados dioses. Debido a la relatividad tiempo espacio, un año de los llamados Annunaky correspondía a 15000 años terrestres, así en un corto tiempo de ellos en nuestro planeta ocurrieron muchos cambios en la tierra.

    Los llamados dioses establecidos en siete colonias distribuidas en el planeta tierra, se obnubilaron de poder y además de tener relaciones con mujeres terrestres, entraron en conflicto entre ellos mismos, provocando guerras que debieron ser intervenidas por orden de Atum, líder Annunaky, coordinador de la alianza intergaláctica, quien exigió la total retirada del planeta de los comandos establecidos allí.

    Estos acontecimientos coincidieron con el cambio del eje magnético de la tierra, lo cual provocó un gran diluvio, generándose muerte y destrucción, y el regreso de los dioses a su lugar estelar, desde dónde nos observan y monitorean.

    Miles años después, los esposos Castello, el arqueólogo Rodolfo y la historiadora Dalia Rosa, ubicados laboralmente en la ciudad de Cuenca, Ecuador, se ven involucrados en grades aventuras, al adoptar a una muy especial niña indígena, Chaski Wamani, que tiene visiones de vidas pasadas como una sacerdotisa en una ciudadela perdida en la selva amazónica.

    Coincidencialmente, un poderoso mafioso, maneja sus hilos para que tanto los Castello, como otros actores, entre ellos, sub contratistas de Nat Geo y un terrible sicario, se involucren, utilizando técnicas muy novedosas como escaneo con LiDAR, en la localización y descubrimiento de la buscada por muchos años, Ciudad de los Seres Superiores, la cual se encontraría oculta en las galerías subterráneas vinculadas a la famosa Cueva de los Tayos en la selva amazónica de la provincia Morona Santiago de Ecuador.

    Esta cueva, mundialmente famosa, en los años setenta, fue ampliamente reseñada gracias a los miles de extrañas piezas arqueológicas que el salesiano padre Crespi, mostró en un museo construido por él y que le fueron entregadas por los indios Shuar, o Jíbaros reductores de cabeza, como también se les conoce, y a las exploraciones realizadas por militares británicos con estadounidenses de la talla de Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la luna,  que buscaban en el interior de la tierra, la ciudad pérdida y la famosa biblioteca dorada.

    ¡Una trama de suspenso, aventuras en plena selva, con un fin inesperado y futurista, que nos reta a esforzarnos para lograr enlazarnos con la armonía perfecta del Universo!

    La Génesis

    Atum, un poco antes de dar inicio a la conferencia interestelar que de manera planificada se realizaba periódicamente para hacer un balance de las situaciones críticas vinculadas a garantizar un equilibrio en el Universo que tanto les había costado establecer, hacia un análisis mental de las posibles alternativas que tenía en la problemática neurálgica que él enfrentaba en su propio sistema planetario.

    Esa situación, a la cual dedicaba tiempo y atención, por supuesto que no lo trataría diáfanamente o de manera espontánea, en la conferencia que estaba por coordinar. Aunque, estaba seguro que posiblemente datos de esta situación, eran del dominio parcial de algunos de los participantes.

    Pensó, — "La tecnología y las potencialidades extrasensoriales de la mayoría de las culturas y civilizaciones con las cuales interaccionaba, no permitía demasiados secretos".

    Estaba vestido, con la clásica túnica blanca que la población utilizaba, con una cinta de color azul en la cintura. La única diferencia que demostraba su liderazgo, era un collar que finalizaba em un disco curiosamente negro platinado, que en el centro tenía grabada el símbolo que identificaba por miles de años a su cultura. 

    Mientras hacía el análisis mental, tocaba y acariciaba el disco que llevaba en el cuello, como si fuera un amuleto de buena suerte o algo muy valioso, lo cual seguramente no tenía que ver con el disco, que no parecía ser de gran valor material,

    Sin embargo, si con el símbolo allí presente, que por generaciones había sido una especie de bandera de muchas generaciones que habían logrado, no solo sobrevivir a muchas guerras interplanetarias, sino logrado establecer civilizaciones que perseguían la paz y la armonía en el universo.

    El dibujo grabado en el disco, ¡Significaba el conocimiento!

    Su tez reflejaba una total serenidad. Normalmente, a él le gustaba desplazarse utilizando sus piernas para caminar, lo cual favorecía que sus músculos y ligamentos estuvieran en forma. Pero en esta oportunidad, se movilizaba sobre un disco anti gravitatorio plateado que, conectado digitalmente a su cerebro, lo hacía movilizarse por el salón de conferencia.

    El análisis mental que realizaba, era facilitado por recomendaciones que le proponía, basado en un análisis situacional y prospectivo, su equipo personal de inteligencia artificial. Esta tecnología, implantada neuronalmente, era ya parte integral de toda la población, que facilitaba enormemente la realización de todas las tareas cotidianas y de recreación habituales. Sin embargo, él contrario a muchos, prefería, no depender en exceso de este apoyo tecnológico, por varias razones. Primero, era sabido que, a pesar de todas las barreras de control, siempre surgía especialistas que hackeaban estos sistemas. ¡En un cargo de la responsabilidad que Atum, tenía, debía ser lo más precavido posible!

    Segundo, quizás por una tradición genética heredada de sus antepasados, siempre quería desarrollar su potencial interno y confiar en lo que algunos llamaban intuición, que no era algo extrasensorial o de clarividencia, sino más bien, el uso racional de su intelecto.

    Eso significaba el medallón en su cuello, que finalmente soltó, y pensó,

    — "¡El conocimiento y experiencia acumulada vale mucho más que cualquier tecnología!, ... El problema de depender totalmente de ellas es que te obnubilan y te hacen depender demasiado de ella... Te vuelve insensible al ser humano y a los demás"

    Ese comportamiento y forma de pensar, no era muy usual en esos tiempos, ya que la mayoría de sus contemporáneos y de las nuevas generaciones, tenían modos de actuar y de comportarse, basadas en lo que los sistemas de inteligencia artificial les direccionaban.

    — "Por supuesto que los extremos son peligrosos" — se dijo internamente

    Y es que justamente el hecho que lo tenía preocupado, era que un grupo de habitantes provenientes de cuatro, de los nueve planetas que giraban alrededor de su sol Taiga, y que conformaban la civilización Atlantis de la constelación de las Pléyades, se habían concentrado desde hace unos años, en el planeta, Erra.

    Allí, de manera tozuda, se habían empeñado en regresar a prácticas abolidas ancestralmente. Vivian de manera independiente, con muy poco soporte tecnológico, desarrollando cultivos y biodiversidades no manipuladas genéticamente. ¡Esto era un peligro!

    Era de todos conocido, que este tipo de prácticas, favorecían el desarrollo y mutaciones no controladas de virus que, al no ser conocidos, podrían, como había ocurrido en tiempos anteriores generar muertes en la población o efectos contaminantes en la materia prima de los productos que le servían de sustento alimenticio.

    Atum, aunque ya era de edad madura, a pesar de sus 355 años, poseía una apariencia juvenil. Su pelo cuidadosamente cuidado, de color amarillo y muy lacio, enmarcaba su rostro. Se pasó su mano derecha por la barbilla, en actitud pensativa. La mirada de sus ojos azules, parecían perderse en el infinito.

    Sonrió, al visualizar, gracias a la proyección de información que le llegaba vía digital a sus neuronas, las imágenes del grupo de Atlantis, de la comuna problemática. Al igual que él, eran seres de tez blanca y cabellera rubia. En las figuras que se proyectaban en su mente gracias a la inteligencia artificial, contempló a los hombres, con ropajes atípicos, elaborados con materiales de la naturaleza que los rodeaba, que estaban barbados, como ya no era la costumbre.

    Las mujeres, ayudadas por los hombres, cosechaban frutos de sus cultivos y los distribuían en el colectivo. Sus cabellos, estaban descuidadamente sueltos adornados con flores.  

    Estaba a punto de dar una orden mental a su dispositivo intracraneal, para que cesara de mostrar información, cuando se tensó, al contemplar unos miembros del colectivo antisistema, que no eran Atlantis. Inmediatamente, el procesador digital ajustó las señales para enfocarse en esas figuras, que confirmó su apreciación inicial.

    Existían allí, conviviendo otros seres, que definitivamente eran de dos orígenes diferentes.

    ¡Esta información era nueva para él!

    Sorprendido, pudo divisar a unos seres hombres musculosos con mejillas y labios carnosos, narices chatas y piel oscura, que definitivamente eran de Sirius. ¡Si, eran la raza que había sido esclavizada y manipulada genéticamente, por los reptilianos de Drakón!

    El otro grupo, presente en la comuna, era Lyrianos.

    Esa información se la preciso igualmente el análisis de su apoyo informático, que le enviaba las imágenes de algunos de los presentes, complementada con datos técnicos precisos.

    La data digitalizada que recibió Atum, sólo complementó su análisis mental. Él conocía muy bien a esta civilización de los Lyrianos. Una raza muy tenaz y resistente, que fueron aliados de los mundos de las Pléyades, en las guerras que muchos años atrás sostuvieron, hasta que se estableció la paz y la confederación galáctica interestelar.

    Detalló las facciones de ese grupo, de muy alta estatura, de piel cobriza y cabelleras de color oscuro en unas imágenes que ratificaban a los componentes de la comuna.  

    — ¿Qué están haciendo allí, en el planeta Erra? — se dijo en voz baja.

    Su preocupación creció, cuando recibió una respuesta que le proporcionó la computadora directamente a su cerebro, donde le indicaba que las evidencias apuntaban a la existencia de reuniones clandestinas de varias razas estelares, que tenían en común, haber estado históricamente en contra del imperio draconiano, sufrir ocupaciones y guerras, contra ellos y sus aliados.

    Revisó, el indicador de tiempo, que mostraba, ya muy corto espacio, para que se diera inicio a la conferencia interestelar. Sin pensarlo mucho, le ordenó mentalmente a su sistema de comunicación personal que le comunicara con su esposa Imana.

    Ella, a pesar de haber sido una unión de conveniencia, era una pareja de gran inteligencia, que ocupaba en el gobierno, la regencia del área de seguridad.

    Justamente, fue quien, últimamente, lo alertó de la necesidad de poner más control en las actividades que se realizaban en el planeta Erra.  

    Luego de verificar que la comunicación fuera segura, le agradeció por la información actualizada que le había hecho llegar y le solicitó que diera curso a un proceso de investigación exhaustiva de lo que acontecía en el planeta Erra. De ser posible, tratara de colocar algún infiltrado en la zona.

    El acordó con su consorte Imana, tener una reunión privada, apenas finalizara la reunión virtual, para revisar los acuerdos y desarrollo de la conferencia, así como este asunto en Erra, que les había preocupado.

    En ese momento, pensó con cierta cara de angustia y hasta tristeza,

    — "Mi esposa, ... es muy hábil. Espero que sus actividades encubiertas, no nos afecten, ... Muchas veces hay cosas que más vale no conocer, ... o hacerse el desentendido"

    Finalizada esta reflexión, ya que estaba por dar inicio la conferencia, procedió a ubicarse en el lugar que le correspondía, no sin antes hacer un ejercicio de meditación y acompasamiento de su respiración, que le garantizaba poner su mente en blanco y liberarse de tensiones para con calma y serenidad, liderar la reunión de la confederación galáctica interestelar.

    Imana, quién estaba en otro ambiente del edificio que funcionaba como palacio sede de gobierno, luego de finalizar la comunicación con su esposo se quedó pensativa.

    Ella, presintió que su esposo Atum, se hacía parcialmente el desentendido, sobre lo que ocurría en la base donde estaba instalada la comuna que él había calificado como antisistema. Su esposo tenía una habilidad especial para ver más allá de lo aparente. ¡Siempre llevaba un cuerpo de ventaja de sus adversarios!, ... y también de sus aleados. Justamente por eso, y anticipándose a que alguien le fuera con esta información, antes que ella, fue que lo había alertado y le proporcionó una información parcial, pero ilustrativa sobre algunos aspectos de lo que ocurría en una zona específica del planeta Erra.

    Los acontecimientos, se estaban precipitando, ... ¡pronto tendría que ser más transparente con él!

    Era una mujer definitivamente hermosa.  Su tez blanca, contrastaba con el color rojizo de su pelo, que tenía recogido en la nuca mediante un moño a base de seis trenzas cuidadosamente preparadas.

    Ella era una princesa Anunnaki, del mundo Nibiru, que pasó a ser una figura principal en el orden planetario interestelar de la vía Láctea, luego de varias décadas atrás, haber sido comprometida en matrimonio con el jerarca supremo Atum, de los Atlantis, para así consolidar una unión político social estable entre ambas civilizaciones.

    Imana era una mujer muy inteligente, que además de ser la emperatriz consorte, se había involucrado estratégicamente en las redes del Gobierno. No por casualidad ocupaba el máximo cargo relacionado con seguridad imperial.

    Lo más importante, para ella y su gente, era que lo hacía muy bien. Había demostrado alta capacidad no sólo tecnológica y de manejo de conocimientos, sino político organizacional y de inteligencia. Ya que además de haber consolidado con su unión, una efectiva alianza con los Atlantis, logró instalar un enclave en sus dominios, para ser los ojos y oídos del gobierno.

    De manera sigilosa, año tras año, fue lo suficientemente astuta y hábil, para formar una red de espionaje, seguimiento y control que manejaba operaciones encubiertas y permitía captación de información estratégica en sistema de galaxias, todo ello en beneficio del mundo Nibiru, pero también dándole soporte y apoyo a su esposo, como máximo líder gobernante del Imperio Atlantis.

    Por eso, se dirigía hacia un puesto de control especial ubicado detrás de su despacho, que sólo conocía un muy, pero muy estrecho círculo de sus seguidores, los cuales lógicamente eran principalmente Anunnaki. Desde allí se proponía hacer seguimiento a las intervenciones de los jerarcas que eran miembros del consejo galáctico interestelar.

    Mientras se trasladaba sigilosamente, escoltada a cierta distancia por dos fuertes soldados, conversaba con su hija, quien era una colaboradora muy eficaz para ella.

    — Evva, tenemos que continuar con el trabajo que venimos realizando, con miras a establecer nuevos horizontes para nuestro pueblo Annunaky. El proyecto que, secretamente hemos logrado establecer en los confines de la galaxia, en un sistema planetario, muy lejos de la influencia reptiliana y de sus aliados los grises, provenientes de la galaxia caníbal Andrómeda, es un desarrollo experimental nuevo, que ya nos está, dando pautas para nuevas formas de expansión y de preservación de nuestra cultura e influencia en el Universo.

    La joven princesa, quien había heredado los rasgos genéticos de su madre, en el color de su pelo rojizo, agudizó la mirada, generando un destello en sus hermosos ojos azules, que eran una evidencia de los genes de su padre, para decir en voz baja a su progenitora.

    — Madre, ... ¿ya proporcionaste toda esa información a nuestro padre?

    Imana, miró de soslayo a su hija, mientras estaban ya por llegar a la sala de control.

    — Le he proporcionado informaciones parciales. Sabes muy bien, que muchas veces, lo que haga tu mano izquierda, no debe saberlo tu mano derecha.

    Ante cierta expresión de duda de Evva, su madre continuó reforzando su postura,

    — Tu padre está en una posición muy incómoda al tener que mantener un delicado equilibrio con razas y culturas, muy diversas y poderosas del Universo. ¡Él sabe, lo que debe de saber!

    Realizó una pausa, luego de una reflexión mental le dijo,

    — Pronto, ... cuando llegue el momento, yo misma le daré todos los detalles de nuestras operaciones secretas. ¡Estoy segura de que él comprenderá y nos apoyará, cuando le mostremos los avances significativos de nuestro proyecto!

    Su hija la miró fijamente diciendo con firmeza,

    — Creo, que luego de que conozcas el último informe que acabo de recibir, entenderás que ya es tiempo de involucrar e informar a mi padre.

    Imana, se detuvo en seco, justo en la entrada de la sala de control, pero su hija la empujó levemente, para animarla a entrar y luego de cerrar la puerta, externamente quedó franqueada por los guardias que las acompañaban, continuó,

    — Tranquila madre. Una cosa a la vez. Ya la conferencia está por empezar, apenas termine te mostraré el informe.

    La emperatriz, un tanto inquieta y picada por la curiosidad por lo que le había dicho su hija, pero entendiendo que por ahora debía enfocarse en las intervenciones de los miembros allí presentes, procedió a habilitar un monitor que mostraba la sala. Ésta ya iba a comenzar.

    Allí, estaba ubicado Atum, en una mesa redonda. Alrededor, se observaban unos seis halos de luces azuladas de forma circular que descendían del techo, en ellos empezaron a materializarse unos hologramas con las imágenes corpóreas de los representantes del Congreso interestelar.

    Imana y su hija, observaron las facciones y mensaje corporal de cada uno de ellos, como seguramente estaba haciendo su padre. Éste, saludó a los presentes, agradeciéndoles por la puntualidad y luego procedió a solicitarles que siguiendo el orden del día se analizara, el efecto y desviaciones respecto al plan acordado como estrategia de paz, para racionalizar y distribuir la explotación de las fuentes de energía solar de aquellos astros que estaban en decadencia y a punto de llegar a convertirse en supernova.

    Ambas mujeres, desde la sala de control, se concentraron, en analizar más allá de la información y participación de los allí presente, las expresiones corporales de los que se encontraban en la sala de conferencia. Ellas con la ventaja de su posición y el uso de equipos de monitoreo, estratégicamente espiaban lo que estaba ocurriendo en tiempo real, viendo todo con detalle.

    Desde su posición vieron como la primero en hablar fue la representante de los Ummitas, una mujer de aspecto felino y mirada penetrante. Estableció que ellos respetando los acuerdos, estaban direccionando racionalmente la energía de los soles que habían acordado, en beneficio de los planetas que ocupaban como raza dominante. Proporcionó unos datos precisos, dejando claro que no tolerarían que otras civilizaciones, dijo esto mirando a los representantes de los Drako y a los grises provenientes de Andrómeda, se entrometieran nuevamente en sus dominios.

    Al decir esto, movió su melena, de manera intimidante.

    Evva y su madre se vieron y sonrieron. El intercambio de expresión indicaba que no existía mayor peligro para ellos de esta raza y civilización planetaria. ¡Ellos siempre habían sido sus aleados!

    Algo similar ocurrió cuando siguiendo el mismo esquema, expuso el representante de los provenientes de Syrius y el que representaba a los Lyrianos. Ambos tenían rasgos humanoides. Se diferenciaban en su color de piel y su estatura. Los primeros eran de piel azulada, mientras los segundos de piel cobriza y de mucho mayor estatura.

    Igualmente, siendo grupos aliados, expusieron que su mayor preocupación era el asociado a los agujeros negros, que se estaban generando en la galaxia y de las incursiones de grupos mercenarios, que cada vez más actuaban como piratas del espacio, generando zozobra en los viajes interplanetarios. Al respecto, solicitaron a Atum, como actual coordinador de la confederación galáctica interestelar, el establecimiento de una detallada y continua investigación, ya que todo sugería que el profuso incremento de estos actos de sabotaje y robo, debía estar siendo financiado y apoyado por sectores poderosos, que se beneficiaban de la alteración e inseguridad del comercio y traslado de recursos interplanetario.

    En ese momento, intervino el representante de la raza Hyceam, presente en los planetas cubiertos por océanos de la constelación de Orión. Su piel estaba cubierta por escamas, sus manos y pies tenían una piel que les permitía actuar como aletas. No presentaba cabellera. En el cuello se evidenciaba la presencia de branquias, que seguramente le permitían ser anfibio. Al igual que los reptilianos sus párpados eran transparentes.

    Su exposición fue trasmitida telepáticamente a los presentes. Sin embargo, los sistemas inteligentes de la sala, que captaban las señales mentales las convirtieron en señales de audio. Indicó, que respetaba los acuerdos establecidos como parte de los tratados de paz, Expresó que la energía por ellos requerida era la adecuada.

    Respecto al planteamiento de mayor seguridad para el control de los mercenarios que estaban incursionando en la galaxia, mostró respaldo a la propuesta, manifestando su total confianza en las acciones que al particular pudiera hacer el actual coordinador de la confederación, Atum.

    Imana que, por la expresión de su rostro, evidentemente ya había estado averiguando los acontecimientos relacionados a los mercenarios espaciales, miró a su hija y le dijo,

    — Fíjate en las expresiones, y poca participación de los draconianos y sus aliados los grises de Andrómeda. Mis investigaciones apuntan a que son ellos, los que secretamente, están detrás de todo lo relativo al incremento de mercenarios espaciales en nuestras comarcas.

    Justamente, en ese momento, en la sala de conferencias, intervino con voz ciceante el representante de la raza reptiliana.

    Su voz agresiva e intimidante compaginaba con su cuerpo y expresión corporal. Era un ser muy corpulento de una altura superior a los dos metros, con su cuerpo cubierto de una gruesa piel que semejaba una coraza, al observarse dura e impenetrable. Difería de los participantes anteriores al no tener rasgos humanoides. No poseía cabellera, ni una nariz pronunciada, apenas dos pequeños orificios nasales.

    Sus ojos con párpados transparentes, eran amarillos y redondo, que resaltaban en su cara de color verde grisáceo. Sus pupilas redondeadas detallaban agresivamente su alrededor.  A diferencia de otras razas no eran telepates, pero el hecho de que por naturaleza a diferencia de las especies humanoides, pudieran observar regiones diferentes del espectro de luz, es decir apreciar longitud de onda diferente pudiendo llegar a detectar la luz infrarroja, esto les permitía percibir el calor.  Lo cual le facilitaba notar con mayor precisión el miedo o tensión de quienes interactuaban con ellos, que normalmente se expresaba por cambios en la sudoración o presión sanguínea.

    — Si, estamos de acuerdo en que para justificar su nombramiento el señor coordinador, procure adelantar esas investigaciones. ¡Esperemos que por fin presente resultados concretos!

    Esa intervención seguramente buscaba generar en Atum y sus aliados presentes, alguna réplica. Pero, no lo logró, ya que este ni siquiera fijó su vista en él. Simplemente se quedó, esperando serena y pacientemente a que expusiera sobre el punto de la agenda.

    Sin embargo, Evva, en el cuarto de control, si se exasperó, diciéndole a su madre con rabia,

    —¡Ese maldito reptil, como casi toda su especie, sólo saben expulsar veneno! ¡Sólo viene aquí a provocar! Ellos son los responsables con sus aliados, los grises de Andrómeda, de las principales guerras que hemos tenidos en la historia. Por años han realizado experimentos y mutaciones genéticas en las poblaciones y razas que han dominado, para así doblegarlos y tener esclavos que hagan todo el trabajo duro.

    Mostrando ira y enojo, espetó— ¡Está atacando a mi padre!

    Su madre, le dijo, — Observa y aprende de tu padre. ¡Nunca se debe caer en la provocación de un draconiano!

    En efecto, el reptiliano expositor, al no tener ninguna respuesta de réplica, arrugó el entrecejo y procedió a exponer sobre el punto en debate.

    — Respecto a lo que se está discutiendo, debo mantener nuestra postura. El pueblo draconiano y sus aliados consideramos, que se nos debe incrementar la cuota de soles moribundos y su energía. ¡A diferencia de otros, nosotros queremos seguir expandiéndonos en el Universo!

    En ese momento reaccionó Atum, quién de manera serena, pero enérgica acotó,

    — Debo volver a expresar nuevamente algo ya trillado en esta confederación. Luego de la última guerra, se establecieron acuerdos que están firmados y avalados por las civilizaciones y razas que nosotros representamos, la única forma que, en paz, se cambien los dominios y límites establecidos es con un nuevo acuerdo, que por mayoría se imponga.

    Luego, fijando su mirada en los representantes de los grises y del imperio Drako, sentenció, — La moción que Usted propone, ha sido considerada ya. Sólo se tiene dos votos a favor de esa solicitud, en contra de cinco de los confederados.

    Luego, como para dar finiquito a la intervención, Atum, se dirigió al representante de los grises que provenían de la galaxia de Andrómeda, pero que se habían asentado en la galaxia de la Vía Láctea, al explorar y colonizar, muchos años atrás, varios planetas de sus sistemas solares.

    — Estimado representante de los grises provenientes de Andrómeda. Tiene Usted algo que añadir al particular, ya que entiendo Ustedes son de la misma posición de los draconianos.

    El representante de los grises, al igual que el del imperio Drako, no tenían rasgos humanoides. Era un ser de muy baja estatura, de cuerpo, brazos y piernas muy finas, pero con una gran cabeza, en la que resaltaban sus enormes ojos negros, que no tenían pupila visible. Igualmente estaba desprovisto de cabellera. Su boca y nariz eran mínimas, en comparación con las dimensiones de sus ojos.

    Ellos eran telepates, así que su respuesta llegó a todos los presentes mentalmente y por el sistema de inteligencia artificial que manejaba los sistemas de comunicación de la sala.

    — "El Universo es un sistema en continua expansión y cambio, y aunque el tiempo y el espacio son relativos, ... sólo puedo decir que nosotros le daremos tiempo al tiempo, ..."

    Luego de una pausa y como si leyera las mentes de los presentes, a continuación, expuso,

    Así, como se le ha solicitado al coordinador Atum, investigar sobre los piratas y mercenarios, quiero igualmente solicitar formalmente que se investigue las acciones realizadas por grupos de poblaciones intergalácticas, conformada por algunos disidentes de los Atlantis, Lyrianos y Syrius. Según información que nos ha llegado, estos colectivos están, contradiciendo los acuerdos establecidos, conviviendo y colonizando un sistema solar con nueve planetas existente en los confines de nuestra galaxia, ... específicamente a 450 años luz.

    Esta exposición generó un revuelo en los presentes y por supuesto, una especie de corrientazo de alerta en Evva y su madre, que monitoreaban los hechos.

    — Desgraciados, ... ¿Cómo se enteraron de eso? — atinó a decir Ilbana, mientras prestaba atención a la reacción de su esposo, gracias al monitor que le proporcionaba la visión de lo que ocurría en la sala.

    Afortunadamente, Atum, era un gran político y diplomático.

    Él, aunque internamente sorprendido con esa denuncia, y entendiendo la gravedad de la misma, ya que, de ser cierta, les daría excusas a los draconianos y a los grises para igualmente extender sus dominios, dijo, luego de un rápido titubeo,

    — Agradezco, que esa denuncia, de ser posible me sea soportada con las pruebas respectivas. Independientemente, daré curso expedito a averiguar, lo expresado por Ustedes y estaré informando de manera oportuna al particular, para de ser cierto, se tomen las medidas que este consejo considere.

    Atum, con cara seria finalmente dijo, — Si no existe ningún otro planteamiento, damos por terminada esta reunión, agradeciéndoles por los informes y aportes respectivos.

    Ilbana, apagó el monitor que proyectaba lo que acontecía y un tanto apesadumbrada se dirigió a su hija.

    — ¡Tenemos que rápidamente actuar en consecuencia!, ... de lo contrario todo se nos saldrá de las manos.

    Evva, de inmediato procedió a presentarle el informe con los datos concretos que le habían hecho llegar. Igualmente le indicó que se había coordinado que se realizara un viaje de los dos principales responsables del Proyecto encubierto que estaban realizando en los confines de la galaxia.

    — Sólo estamos esperando tu autorización, para que ellos, utilizando un portal electromagnético viajen hasta la base que secretamente tenemos en Erra. Allí, tendremos una visión mucho más clara de los avances del Proyecto, que como has podido ver en mi exposición resumida, está en un momento crítico, para la toma de decisiones.

    Imana, que ni había interrumpido a su hija, durante su preciso informe, con cara serena, pero algo tensa, expuso,

    —¡Cuentas con mi autorización! Definitivamente, no me equivoqué cuando te involucré en este Proyecto. Quiero que tú te muevas hacia allá, ¡Con todo el sigilo y cuidado posible!

    En ese momento, recibió una llamada mensaje de su esposo, donde le indicaba que ella debía presentarse urgentemente en su despacho.

    Imana, le respondió con un mensaje encriptado, en la cual le confirmaba su presencia.

    Luego de esa pausa, le dijo a su hija,

    — Tenías razón, ... quizás debí adelantarle mayor información a tu padre. Pero, ya lo hecho, ... hecho está. Ahora debemos seguir, ... ¡Tengo una estrategia al particular!

    Notando la cara seria de su hija, finalizó la reunión, urgiéndola a seguir sus instrucciones. Finalmente le dijo,

    — ¡No te preocupes hija!, ... creo que, a pesar de esta urgencia, ... ¡Vamos bien!

    En el sistema Solar K2520, ubicados en la base que habían construido en el tercer planeta que giraba alrededor de la estrella amarilla se reunían los dos principales responsables del pueblo Annunaky, quienes respaldando al mundo Nibiru, lideraban ese proyecto espacial, con el apoyo táctico, político y estratégico de Ileana, la emperatriz de las Pléyades.

    Ellos eran el científico Enki y la médico Ninti, quienes se preparaban para usar un portal magnético que, gracias al desdoblamiento del espacio tiempo, les permitiría viajar los 450 años luz, que los separaba del planeta Erra, que estaba ubicado en las Pléyades, el cúmulo estelar abierto de la constelación de Tauro.

    Ambos analizaban la estrategia que planteaban se debía seguir en este proyecto, un tanto secreto, que venían materializando desde hace unos años atrás.  Esta reunión la hacían en un salón especialmente acondicionado, en una infraestructura construida entre dos grandes pirámides que fueron las primeras construcciones hechas por ellos en el planeta, que habían bautizado como Terra.

    Estaban a la espera de los otros seis responsables que, dependiendo directamente de Enki, realizaban igualmente desarrollos localizados en otras partes del planeta.

    Enki, era un hombre corpulento y fornido, con las típicas características del genotipo de los Anunnaki. Rostro muy varonil, blanco, de pelo castaño amarillentos y ojos claros. Tenía una barba larga, la que lucía un tanto ensortijada. Usaba un sombrero de forma circular, un tanto puntiagudo, que caía como una cascada, una abundante cabellera lisa, al igual que la barba formaba rulos.

    Estaba ataviado con una batola de una tela color claro, sobre ella reposaba una túnica de azul, que llevaba grabado un símbolo de color más oscuro, que le quedaba

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