La Dieta que Venció mi Cáncer

Por Dr. Luis A. Guerra

El autor Dr. Luis Guerra es un médico nutricionista, y triple-sobreviviente de cáncer. El libro La Dieta que Venció mi Cáncer es creado basado en la experiencia del autor.

El programa "Dieta 5 Especias" selecciona los alimentos que combaten el cáncer y menciona los que hay que evitar. Asimismo, el libro informa al lector que mezclando ciertos alimentos se aumenta el poder anti-cancerígeno. La introducción a ejercicios excéntricos y la vigilancia médica y de laboratorio obligatoria (información que el paciente no obtiene fácilmente) completan este excepcionalmente intrigante y necesario libro de cabecera.

• Idioma: Español
• Editorial: Luis Guerra
• Fecha de lanzamiento: 7 jun 2018
• ISBN: 9781386897071

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¿Qué es lo Novedoso en Este Libro?

Nada más novedoso que la veracidad del contenido, dado que el autor es un experto en nutrición y la información proviene de más de 1500 citas bibliográficas. Sumarle que el Dr. Guerra siguiendo su dieta, ha sobrevivido tres cánceres de alto riesgo, tratados lógicamente, por procedimientos médicos y quirúrgicos, tumores que no volvieron, ni se extendieron o metastizaron desde el año 2012.

Lo curioso es que su dieta pareciera efectiva como tratamiento complementario para reducir los riesgos después de la enfermedad, más que como preventivo. Justamente lo que todo sobreviviente de cáncer busca y quiere.

El autor menciona los factores que favorecen el cáncer, las mejores técnicas para cocinar y loas alimentos que protegen de las sustancias cancerígenas. Muchas frutas, vegetales y poca carne es un bien conocido consejo alimentario, pero la lista de frutas y vegetales frescos y en conserva que hay que evitar es novedoso, así mismo, que al marinar las carnes se disminuye el riesgo.

Los capítulos en tés, café, chocolate, jugos, sodas, lácteos y alcohol, aclaran el tema e informan cuándo hay que evitarlos.

El autor no favorece el uso de suplementos alimentarios por lo que no obtiene remuneración alguna (altamente novedoso) porque la mezcla de agentes anticancerosos en los alimentos recomendados tiene más eficacia que los suplementos. El aumento del poder anti-cancerígeno mediante la mezcla de especias, individualizada para los diferentes tumores, así mismo la mezcla de aceites, es novedoso y muy simple a seguir.

La introducción a ejercicios excéntricos y la vigilancia médica y de laboratorio obligatoria (información que el paciente no obtiene fácilmente) completan este excepcionalmente intrigante y necesario libro de cabecera.

Atención

La dieta 5 especias la escribí hace cinco años pero la mantuve en secreto, porque quise confirmar que yo estaba curado del cáncer in situ de vejiga (altamente agresivo), de próstata (medianamente agresivo) y de pulmón (incipiente). Hubiera traicionado la confianza de los lectores al publicar la dieta prematuramente. Solamente 3 sobrevivientes, amigos personales con cáncer de colon, próstata y mamas, que me aseguraron no divulgarla, han seguido la dieta y todos están vivos.

El manuscrito ha tenido muchas revisiones por lo que puede tener errores u omisiones por lo que pido disculpas.

La información proviene de investigadores de todo el mundo y la bibliografía esta disponible (consulta al final del libro Bibliografía), mi único crédito es el de traducir, simplificar, amalgamar y aplicar ese conocimiento, para llegar a crear concretamente una dieta lógica, ejercicios adecuados y una vigilancia efectiva en la lucha contra el cáncer.

Yo soy un doctor por lo que pude seguir esta dieta asumiendo el riesgo, pero usted debe consultar su médico antes de intentar la dieta de las cinco especias.

Introducción

Apesar de haber sobrevivido a tres canceres, ¡O quizá justamente por ello! considero haber tenido una vida afortunada. Crecí en Mar del Plata, Argentina y al finalizar mi secundario me fui a estudiar a la prestigiosa Universidad de Córdoba, donde me recibí de médico y después de doctor en medicina y cirugía. Volví a mi ciudad natal donde hice mi residencia en clínica médica en el Hospital Mar del Plata. Y como siempre me agradó estudiar, apliqué y gané una beca para investigar Hematología por cuatro años, en el Hospital Saint Antoine de Paris, Francia.

Mi recorrida no termino allí, me contrataron en el Hospital Beth Israel de la ciudad de Nueva York y ya afianzado abrí en el Condado de Queens la Clínica Guerra, con un selecto equipo de profesionales. Al tiempo, como la buena ventura me acompañaba abrí un consultorio en Park Ave. en Manhattan, dedicado exclusivamente a la atención de la obesidad, lo cual me incentivó a escribir mi primer libro de dietas para adelgazar: la Bio-Dieta, que se vendió en todo el mundo.

Pasaron los años, mi vida marchaba sin mayores sobresaltos, cuando un estudio de rutina arrojó valores que sugerían cáncer. El diagnostico se confirmó y todo cambio en un segundo. Por si fuera poco la maldición venia duplicada, se encontró cáncer de vejiga y de próstata. Me operaron prontamente en el Hospital Presbiteriano de Nueva York con muy buenos resultados. Cuando el cirujano me dio el alta, le pregunté que debía comer. Y con total naturalidad el me respondió: -¡Lo que quiera!

Mi médico sin dudas era un excelente cirujano, pero le faltaban conocimientos de nutrición, justamente mi área de experticia. Pero claro, yo me había especializado en nutrición para luchar contra la obesidad y no el cáncer. De ahí este libro, fruto del estudio de más de mil quinientas investigaciones sobre alimentación y cáncer.

Desde luego esta obra no pretende suplantar a ninguna terapéutica tradicional en la materia, pero si desarrollar un plan complementario de aquellas. Puntualmente propongo: 1) ingerir solo alimentos de comprobada eficacia contra los tumores y evitar los que favorecen su multiplicación y crecimiento; especialmente importante es usar combinaciones de alimentos y las 5 especias descriptas, 2) realizar ejercicios físicos que generan sustancias que producen efectos anticancerígenos, y 3) dado que la aparición de un cáncer favorece la de otros, acentuar la prevención mediante controles médicos, de laboratorio e imágenes. Política que en lo que a mí respecta, me permitió descubrir un cáncer de pulmón en una etapa temprana y fácil de curar.

En conclusión, si no hubiera seguido el plan que les propongo, muy posiblemente no hubiera podido escribir este libro, con el que espero contribuir a la recuperación de su salud.

PARTE I: CAUSANTES DE CÁNCER

Carcinógenos y una Estrategia Defensiva

Un mutágeno (carcinógeno) es cualquier agente físico o ambiental, tal como el humo, el virus del papiloma humano o un compuesto tóxico generado en los alimentos asados a la parrilla, que puede inducir una mutación genética. Las mutaciones son cambios en la información hereditaria de una célula. Un alto índice de mutaciones resulta en carcinogénesis. Carcinogénesis es el comienzo de la formación del cáncer y la etapa de inicio de un cáncer es un hecho irreversible. El problema es que hay demasiados mutágenos, Podemos evitar algunos, tales como el tabaco, pero otros son inevitables, y no pueden ser destruidos.

Como no podemos destruir al agresor, nos vemos forzados a realizar una estrategia defensiva. Lleva tiempo ganar con una estrategia defensiva. Prolongar la guerra, como en la Guerra de los cien años, nuestra guerra de los cien años. Lo cual está bien. Cuando más dure la guerra, mejor para nosotros.

La estrategia defensiva de tierra arrasada* es la quimioterapia con drogas, donde se destruyen las células que más rápidamente se dividen, tengan cáncer o no, es una estrategia que aniquila todo incluyendo nuestros órganos y cargándonos de efectos colaterales. La cirugía extrae células buenas y malas y también es parte de la estrategia defensiva de tierra arrasada. Estas modalidades de tratamiento son necesarias y efectivas la mayor parte del tiempo. La inmuno terapia es más moderna y no pertenece a este grupo.

La estrategia de defensa en profundidad se aplica a la prevención y tratamiento por medio de las drogas naturales de ciertos alimentos y es más específica que la quimioterapia porque para demorar el ataque mata solamente las células anormales. Esta estrategia es muy bien tolerada y no posee efectos colaterales. Es un nuevo modo de abordar el tema y, en consecuencia, no hay estudios que evalúen la eficacia del mismo con respecto a la estrategia tierra arrasada. La actividad antimutágena es nuestro primer nivel de protección. Recordemos que estamos en un juego de ajedrez, nuestro adversario es un maestro del ajedrez y nos está atacando con mutágenos, pero nosotros tenemos un plan defensivo y la voluntad de aplicarlo.

La mejor defensa contra los mutágenos es bloquear la actividad de los mismos por medio de las drogas naturales que se encuentran en plantas y especias actuando como un alambre de púas de la Primera Guerra Mundial. Las células que sufrieron mutación deben alcanzar un nivel crítico de daño antes de convertirse en una célula cancerígena. Si demoramos el proceso existe la posibilidad de que la célula dañada se detecte y destruya antes de alcanzar la primera línea, antes de transformarse en una célula cancerígena.

Pero las cosas son más complicadas. El ataque podría ser por el aire que respiramos, capaz de producir graves daños en el ADN de las células. Los mutágenos en el aire fueron identificados hace años y recibieron el nombre BAP, el cual es un importante agente contaminante. BAP es un derivado de la combustión incompleta o combustión de productos orgánicos, por ejemplo cigarrillos, gasolina y madera. En las grandes ciudades, se respira BAP y oxígeno.

Cuando BAP entra al cuerpo, se metaboliza rápidamente (modificado químicamente en el