Vivir Zen, Budismo para Principiantes. Guia practica de budismo moderno

Por Kayo Nishida

Encuentra el equilibrio con una guía práctica de Zen

     Cualquiera puede lograr el zen, y Vivir Zen te mostrará el camino. Esta guía simple y directa ayuda a llevar la práctica del Zen a su vida con escenarios inspirados en la vida real de personas que usan estrategias Zen para superar desafíos reales.
     Ya sea que sea un practicante nuevo o actual, Vivir Zen te brinda una introducción rápida a las ideas e historia Zen y su trasfondo espiritual antes de mostrar cómo incorporarlo a tu vida. Descubre una variedad de ejercicios que puedes utilizar para lograr la paz y el equilibrio, con historias zen de cómo funciona el zen en el mundo real. Ya sea en casa, en el trabajo o con tus relaciones familiares o laborales, descubre cómo puedes aplicar los principios zen para perseverar en tiempos difíciles.
     Características de Vivir Zen:

• Ideas sencillas que todos pueden incorporar para incorporar Zen a su vida
• Actividades para la positividad: consejos prácticos para estar más presente, positivo y equilibrado en su vida cotidiana.
• Ideas y ejercicios para conseguir tu propia iluminación
• Fácil de usar: las guías situacionales lo guían a través del proceso de mantenerse zen durante los momentos más difíciles.

Obtén la orientación que necesitas para hacer de Zen una parte de su vida.

"Este libro es una introducción imprescindible al Zen. Con su diversa formación en budismo y experiencia clínica, K. Nishida hace que los conceptos a menudo esotéricos sean accesibles para los nuevos meditadores y proporciona una visión profunda de los problemas que se encuentran todos los días. Los novatos obtienen una hoja de ruta hacia el Zen con orientación práctica, y aquellos con más experiencia tienen una gran cantidad de nuevas perspectivas para complementar su enseñanza tradicional". ― Ron Roshi, Asociación Budista Americana

• Idioma: Español
• Editorial: Mindfulness Publications
• Fecha de lanzamiento: 16 ago 2022
• ISBN: 9798201991210

Vista previa del libro

Prefacio

Como médico ocupado, experimenté la ironía de que me pidieran que escribiera el prólogo de este libro. Después de todo, paso mis días muy poco zen yendo a doble velocidad, con la cabeza repleta de hechos y el cuerpo tenso por las frustraciones de lidiar con compañías de seguros y agendas llenas. Pero de vez en cuando, me detengo en los pasillos de mi oficina, escucho los sonidos de mi vida laboral, inhalo profundamente y disfruto, solo por unos segundos, de la gran parte de la vida que representa. Estos momentos, ahora lo sé, son momentos zen.

La medicina moderna está documentando rápidamente cuán saludable es la práctica regular del Zen y otros sistemas de meditación. En un estudio reciente, las técnicas de relajación redujeron la presión arterial, el colesterol y los niveles de la hormona del estrés en un grupo de hombres. En otra encuesta, la meditación condujo a una disminución del dolor de espalda crónico en quienes lo padecían desde hacía mucho tiempo. Los ejercicios de relajación están asociados con una mayor longevidad en los ancianos, con una mejor sensación de bienestar en los pacientes con cáncer y con una mejor tolerancia al ejercicio en los atletas.

Pero ciertamente, el zen y otros sistemas que enseñan relajación no son solo para personas con enfermedades. De hecho, la mayor razón para llevar un estilo de vida zen es la medicina preventiva. Mi práctica médica integra la medicina familiar y la acupuntura con la medicina nutricional y de cuerpo y mente. Durante todo el día en mi consultorio, los pacientes me comentan el poco tiempo que tienen para cuidar su salud. Nuestras vidas modernas están ocupadas sin parar, y esto significa estrés constante. El estrés provoca desgaste en nuestro cuerpo y agotamiento en nuestra mente. Esto se debe a que las glándulas suprarrenales y otras glándulas secretan hormonas en respuesta al estrés. Estas hormonas (cortisol, adrenalina y otras) elevan la presión arterial y el azúcar en la sangre, debilitan el sistema inmunológico, irritan los vasos sanguíneos (lo que lleva al endurecimiento de las arterias) y agotan la serotonina (lo que resulta en depresión). Con los años, este estrés implacable conducirá a la pérdida de la salud y la felicidad. La relajación zen contrarresta esta situación crónica. La relajación reduce estos niveles hormonales, previniendo sus efectos devastadores. Aún más, la relajación promueve la producción de hormonas que protegen las células del cuerpo contra la descomposición, aumenta el bienestar, fomenta un sueño reparador y ayuda a una digestión adecuada.

Cualquiera que lleve una vida ajetreada podría usar este libro. En términos claros y simples, KAYO NISHIDA describe las ideas detrás del zen, el alcance de su práctica y cómo incorporarlo a su vida. Como aprenderá en el libro, Zen es una técnica de relajación centenaria que es fácil de aprender y practicar. Pero es mucho más que un sistema de meditación. Practicar Zen en casa, en el trabajo y en el medio ofrece una forma de contrarrestar el desgaste del estrés diario. Zen proporciona una forma de vivir el momento, en cada momento. Lo que hace que el zen sea tan único es que no tiene que ser una religión, sino más bien un estilo de vida. Hay formas Zen de estar con la gente y formas Zen de estar solo. El zen no requiere que aprendas idiomas extranjeros, que te vistas de manera diferente o que asistas a ceremonias religiosas. Requiere que te des cuenta de tu vida, que experimentes quién eres y qué estás haciendo de manera plena y consciente. Los resultados serán un cuerpo sano y una mente libre para disfrutar lo que la vida pueda ofrecer. ANTON KOPP, MD, MAAc.

Introducción

Los maestros Zen son siempre los primeros en señalar que el Zen no se puede enseñar a través de libros, sino que debe transmitirse de maestro en maestro y, en última instancia, descubrirse dentro de uno mismo. Creo, sin embargo, que la búsqueda del autoconocimiento es universal. Por lo tanto, en lugar de crear otro manual Zen que detalle esta antigua y venerable tradición, he hecho todo lo posible para iluminar las formas en que el Zen resuena en la cultura occidental. El objetivo que me propuse es ayudar a quienes buscan un mayor autoconocimiento, felicidad, satisfacción interior y paz al encontrar una forma occidental contemporánea válida de adoptar la vida zen.

Descubrirás que este libro está lleno de ejemplos de la vida real mezclados con las historias zen más antiguas, e incluso notarás que todas nuestras historias y todas las sugerencias son destinadas a ser leídas a la ligera, no consideradas sagradas, reverenciadas, pero considerado con una sonrisa, un guiño. No diré que mates al Buda si te lo encuentras en el camino (como dice el refrán), pero es posible que quieras darle un empujón con el codo. Es lo que nos gusta hacer.

El Zen y sus muchas iluminaciones, contradicciones y enigmas pueden confundir, complacer, frustrar, divertir y eventualmente iluminar cualquier corazón de cualquier cultura. Espero que este libro te guíe hacia la iluminación de los tuyos.

Lo que aprenderás en este libro

Este libro está dividido en seis partes, cada una de las cuales aborda un ángulo diferente de vivir el zen en tu vida.

La Parte 1, El futuro es el pasado es ahora, explicará qué es el zen y quiénes son sus autores. Daré una breve introducción a lo que el Zen puede hacer por ti, y luego contaré cómo evolucionó el Zen, desde sus antiguos orígenes en la India hasta la América del siglo XXI.

La Parte 2, Dharma, es una sección sobre la verdad. Dharma es la palabra sánscrita para verdad, como lo enseñó el Buda. Pero, ¿qué es la verdad para ti y cómo puedes obtener más de ella en tu vida? En esta sección, hablaremos sobre un enfoque zen para la vida cotidiana, incluso cuando suceden cosas malas. También presentaremos el concepto de iluminación.

La Parte 3, Zazen: Técnicas Zen para la Vida Zen, expondrá algunas técnicas de inicio para vivir una existencia más Zen, como la meditación, la respiración, la atención plena y la práctica de koans. También hablaremos sobre algunas opciones de estilo de vida similares a las zen.

La Parte 4, Zen personal, se trata de ti. ¿Quién eres? ¿Quién eres realmente? El zen puede ayudarte a adquirir autoconocimiento y también puede reforzar tus relaciones románticas, de amistad y familiares. ¿Atormentado por el deseo, el miedo, la preocupación? Zen te cubre.

La Parte 5, Zen en el lugar de trabajo, se trata de ti y tu trabajo. ¿Puede Zen hacerte más exitoso? En cierto modo, ¡lee y descubrirás cómo! Zen también puede mejorar tus relaciones en el trabajo y la forma en que manejas el estrés relacionado con el trabajo.

La parte 6, Traerlo todo de vuelta a casa, te ayuda a integrar técnicas y actitudes zen (que en realidad son solo las actitudes de tu verdadero yo) en el entorno de tu hogar, tu expresión creativa, tu aprecio por las artes y la actividad física. Terminaremos discutiendo qué tan Zen quieres ser y qué tan Zen ya eres.

Comencemos entonces desde el principio, Qué es ser Zen, por qué lo necesitamos y de qué manera puede hacer mejor nuestras vidas. Comencemos entonces con el primer capítulo.

Parte 1: Zen y Buda

Capítulo 1. La vida Zen

Este libro trata sobre la vida zen, pero no del tipo que tiene lugar en un monasterio o en una cueva o incluso, necesariamente, en Japón. Este libro trata sobre la vida zen para ti. ¿Quién, yo? podrías decir, mirando detrás de ti. No soy un maestro zen. ¡No estés tan seguro! El hecho de que no uses túnicas sueltas y pases tus días cantando o sentado en meditación silenciosa no significa que no puedas vivir una vida más zen. Todos pueden hacerlo, solo tienes que empezar. Pero, ¿empezar qué? ¡Desordenando! Vivir Zen es como limpiar la vida que ya tienes, para que puedas ponerte manos a la obra y vivirla. Limpieza de primavera para tu vida.

¿Por qué zen?

La vida se ha vuelto muy complicada, ¿no? Todo el mundo parece estar frenéticamente ocupado. El fino arte de la multitarea ya no está reservado para las computadoras y ¿qué pasa con el tiempo libre? ¿Qué pasa con las relaciones? Programado al máximo, lleno de actividades, planes, incluso conversaciones que creemos que deberíamos tener. O tal vez pasas tu tiempo libre tirado en el sofá, mirando fijamente la televisión y dejas que la pantalla llene tu mente con un flujo de imágenes que apenas puedes recordar una hora después de haber apagado el aparato. ¿Qué más puedes hacer después de una semana tan agotadora?

Socios, hijos, amigos, encajan en alguna parte. O no. O nos aferramos obsesivamente a nuestras relaciones personales, con la esperanza de que nuestros seres queridos proporcionen el ancla, el sentido de identidad que parece que no podemos encontrar. Con la esperanza de que nos amen, con la esperanza de que, si no lo hacen, podamos mantenernos lo suficientemente ocupados como para no darnos cuenta o sentirnos demasiado solos.

Repetiré entonces la pregunta, ¿por qué Zen? Porque el zen puede enseñarnos algo excepcionalmente importante para encontrar la paz, la satisfacción y la felicidad en el siglo XXI o en cualquier siglo. El zen nos enseña a renunciar al control. El Zen puede enseñarte a dejarte llevar de una manera que te libere, no de tus deberes como capitán del barco de tu vida, sino por el esfuerzo, la tensión y la carga de tratar de manipular ese timón gigante obstruido por algas marinas contra las inevitables olas y mareas. Tu nave puede funcionar maravillosamente por sí misma. Solo mantente atento a los icebergs y estarás bien.

El zen puede parecer una práctica solitaria, pero no existe en el vacío. Las relaciones zen son tan zen como la meditación. Un enfoque zen de las relaciones significa saborear cada momento con las personas, escuchar de verdad, aceptarlas por lo que son y decir la verdad. En el capítulo 14 veremos más el zen en las relaciones.

¿Qué es zen?

El zen no es complicado, no implica ningún conocimiento especial. Zen es como limpiar tu ático y tirar todas las cosas que no necesitas (tus preocupaciones, miedos, opiniones, ideas preconcebidas, apegos) en la papelera de reciclaje. ¡Porque realmente no los necesitas!

Zen es para cualquier persona, sin importar sus creencias religiosas, país de origen o estilo de vida. Vivir Zen es simple. De hecho, aunque muchos dicen que el zen desafía todas las definiciones, lo definiríamos con una simple y breve palabra: ahora. Sin embargo, la simplicidad detrás de Zen es engañosa. Una cosa es decirle a alguien Ahora es todo lo que importa. Vive el presente. Otra cosa es realmente hacerlo, alejarse del timón de ese capitán y decir: Barco, ve a donde quieras.

Los humanos estamos programados para pensar, interpretar, analizar, examinar, definir y pensar un poco más. ¡No podemos evitarlo! Es uno de los efectos secundarios de tener cerebros tan grandes y complejos. Nuestras vidas son tan ocupadas y complicadas que tenemos que pensar para mantener todo en orden. Si no pensáramos, estaríamos en un gran problema. Y pensar nos hace quienes somos.

Antes de que pienses que diré que dejes de pensar, reduce esa charla mental a un rugido sordo y escucha: el zen no se trata de borrar tus pensamientos, tus sentimientos, tu personalidad o cualquier otro aspecto tuyo. Todo lo contrario: Zen te ayuda a despejarte para que puedas pensar más fácilmente, ver más claramente, comprender más fácilmente y conocerte a ti mismo más íntimamente.

Vocabulario Zen

Zen es la palabra japonesa para meditación, no en el sentido de la contemplación de algo, sino como un modo de existir (ya sea sentado, caminando o de otra manera durante el día) sin ningún objetivo o motivo oculto.

Zen no se trata de resultados finales. Te preguntarás entonces, ¿cuál es el punto? No tiene sentido el zen. Los occidentales estamos muy orientados a objetivos: Vamos a la escuela para conseguir un trabajo, conseguimos un trabajo para ganar dinero, ganamos dinero para comprar cosas, trabajamos más duro para ganar más dinero para comprar más cosas. Es fácil dejarse seducir por pensar que todo debe estar orientado a objetivos. ¿De qué otra manera llegarías a alguna parte? ¿Cómo tendrías éxito? En Zen no se llega a ninguna parte. Y lo más importante, ya lo has logrado, porque en el Zen, el momento presente es lo único que importa. Vive, ahora mismo, eso es todo.

Un día, Baso, un monje zen, estaba sentado en zazen (meditación). Su maestro pasó y le preguntó qué estaba haciendo. Baso respondió: Quiero convertirme en un Buda. Inmediatamente el maestro tomó un azulejo y comenzó a pulirlo vigorosamente. ¿Qué estás haciendo? Baso preguntó. Estoy puliendo este azulejo para convertirlo en un espejo, respondió el maestro. ¿Qué? ¿Cómo se puede pulir un azulejo para convertirlo en un espejo?, preguntó Baso. ¿Cómo puede el zazen convertirte en un Buda?, respondió el maestro. Así como Baso creía erróneamente que el punto u objetivo de zazen era convertirse en un Buda, podemos creer erróneamente que el Zen, o zazen, tiene un objetivo. El zen en sí mismo es el objetivo ya alcanzado. Este momento es tu vida, así que despierta y empieza a vivirla.

Vocabulario Zen

Zazen es la palabra japonesa para meditación sentada, donde Za significa sentarse y Zen significa meditación.

Sin embargo, eso no significa que la vida Zen carezca de beneficios periféricos. Si bien Zen no es realmente Zen si lo practicas específicamente para lograr algún beneficio, existen beneficios innegables para vivir Zen. Los tres principales son: Control del desorden mental, Encontrarse a sí mismo y Atención plena. A continuación, lo explicaré con más detalle:

Control de desorden mental

Mira tu escritorio, analiza cada cosa sobre él, estás bastante seguro de que va a necesitar la mayoría de esos montones de papeles y archivos. Sabes que actualizarás tus archivos de contactos de correo electrónico y deshacerte de ese Rolodex, y ese organizador electrónico está sentado allí esperando que descubras cómo usarlo para que pueda hacer tu vida más fácil... hoy, ¿mañana? Tres tazas de café son mejores que una, ¿verdad? Y uno de estos días realmente te sentarás y leerás todas esas revistas....

Las cosas que dan vueltas en tu cabeza son muy parecidas. Hay muchas cosas de las que debes hacer un seguimiento, muchas cosas que debes recordar, muchas cosas que debes hacer. Pero a veces el traqueteo se vuelve tan fuerte que no puedes concentrarte en ninguna tarea.

Considera a zazen como tu organizador profesional. Zazen está sentado. Es la única técnica utilizada en Zen, y no es complicada. Siéntate simple, pero desafiante. Simple, pero excepcionalmente útil. Si bien no firmas permisos ni terminas informes ni lavas los platos por ti, zazen ayuda a purgar tu cerebro de todas las cosas que te impiden hacer lo que debe hacer.

Una cosa más sobre la metáfora del escritorio desordenado: más de un lector suele criticarse a sí mismo por el escritorio desordenado de su casa y también por el de la oficina. Otros, seguramente, tienen una oficina en casa, pero no les gusta dejar entrar a la gente, por temor a que vean lo desorganizado que parece su espacio de trabajo. Pero presta atención a lo que diré: el verdadero Zen es antimetafórico. Tu escritorio desordenado no significa tu mente desordenada. Acabamos de imponer esa comparación: un escritorio desordenado solo significa que tienes un escritorio desordenado. La cosa significa sólo la cosa, eso es pensamiento zen. Si sabes dónde está todo y si un escritorio desordenado te hace cómodo, entonces déjalo estar. Para algunas personas, el espacio de escritorio inmaculado no es una prioridad.

Encontrarse a sí mismo

Otro beneficio del Zen es la oportunidad de conocerte a ti mismo. A muchas personas les encantaría el lujo del autoexamen, pero rara vez se lo permiten.  Y cuando lo hacen, pueden sentirse culpables. ¡Qué egoísta, pasar tanto tiempo pensando en mí mismo! Algunas personas pagan mucho dinero a los terapeutas para poder tener una hora de autoconsideración. ¡Muchas de las personas de la Tierra solo están buscando una manera de sobrevivir, y mucho menos alcanzar la autoconciencia!

El zen es gratis para todos, sin importar en qué país vivas o cuál sea tu condición en la vida. Y aunque no proporciona un profesional que te ayude a interpretarte, la práctica del zen te proporciona un espacio en el que puedes aprender a verte y conocerte más claramente, completamente libre de interpretación. Tu tiempo de zazen es tu tiempo para estar contigo mismo, sin pensar activamente: ¿Quién soy yo? o ¿Qué estoy haciendo? o, ¿Dónde me he equivocado?, sino simplemente ser, solo tú, sin confusión ni problemas. El zen te da la oportunidad de encontrarte a ti mismo: el verdadero yo, no el que intentas ser en el trabajo o en el hogar o en tus relaciones, no el que la gente te dice que eres tú, no el que te dices a ti mismo que puedes llegar a ser algún día. El tú de ahora, el único tú que realmente existe, el único que existirá. Tus circunstancias externas, apariencia, reputación probablemente cambiarán con el paso de los años, pero mientras existas, siempre existirás solo en el momento presente. Tú ahora. Eso es todo. Una especie de alivio, ¿no?

Atención Plena

Uno de los beneficios más impactantes de Zen es la forma en que te enseña a prestar atención. Vivir la vida en piloto automático puede parecer más eficiente a veces, pero ciertamente es menos hermoso. Aprender a vivir el momento, a estar presente en el ahora, significa prestar atención a todo lo que haces como si nunca lo hubieras hecho antes. Todo es nuevo y maravilloso: lavar la ropa, hablar con un amigo, sudar durante su rutina de ejercicios, archivar, sacar a pasear al perro, acariciar al gato, asistir a una reunión de personal, saborear el café y tostadas de la mañana, completar un proyecto, etc. Zen te enseña a prestar atención a cada detalle, sumergiéndote en tu actividad hasta tal punto que te conviertes en la actividad. Puede que se sorprenda de lo que es capaz de lograr cuando presta atención.

Lo qué podemos aprender los occidentales del antiguo oriente

¡Definitivamente mucho! Religión, Moderación, Manejo del caos, entre otras cosas. Veámoslo en detenimiento:

Religión

El zen puede sonar extraño, otra cultura. Es porque el zen es una antigua religión oriental que se originó en la India y viajó a China, Corea y Japón. El erudito zen británico R. H. Blyth, en su Zen and Zen Classics, escribe:

El zen surge espontáneamente, naturalmente, del corazón humano. No es una revelación especial para ninguna persona, clase o nación. Por lo tanto, decir que vino de India a China y de China a Japón es una tontería. También se podría decir que el aire que respiramos en un país proviene de otro.

Eso no quiere decir que no haya una historia fascinante relacionada con la llegada del zen al mundo occidental, en el Capítulo 2 la desarrollaremos con más detalle. Pero la antigüedad del Zen simplemente no afecta su verdad. Podemos aprender mucho de vivir el zen, tanto como cualquier persona en cualquier país, en cualquier siglo. Podemos aprender a ser, a saborear la vida, a vivir perfectamente cada momento. También podemos aprender algunas otras cosas útiles para nuestras vidas como:

Moderación

El mismo Buda, Siddhartha Gautama, de quien hablaremos en el capítulo siguiente, proclamó la importancia del Camino Medio. Después de vivir una vida privilegiada de lujo, luego de pasar años siendo un asceta extremadamente privado, el Buda descubrió que la moderación es la única forma de encontrar el verdadero equilibrio y la mejor manera de vivir plenamente y con una conciencia plena y atenta.

Eso significa hacer un esfuerzo consciente para no consumir en exceso, no consentir demasiado, vivir de manera desconsiderada o lastimar a los demás. También significa abstenerse del ascetismo o someterse a otros extremos de privación y abnegación. Moderación en todas las cosas, éstas son palabras verdaderas para Buda, y palabras para vivir hoy.

Cortar el caos

Vivir el momento, sin apegarse a los arrepentimientos del ayer ni a las preocupaciones del mañana, contribuye en gran medida a superar el caos de la vida cotidiana. ¿Has notado alguna vez que cuanto más agitada se vuelve tu vida, más comienzas a perder cosas (las llaves del auto, la agenda, ese archivo de computadora crucial), olvidas cosas como el nombre del nuevo empleado, la cita con el dentista, recoger a tu hijo de fútbol, incluso te vuelves más torpe (tropezar con tus propios pies, dejar caer el vaso de agua, tirar accidentalmente la ensalada por todo el piso de la cocina)? Esto es porque el caos engendra caos, el Zen detiene el ciclo. De repente, recuerdas exactamente dónde debes estar (y exactamente dónde pusiste las llaves del auto). Tu mente está centrada y clara, como un escritorio organizado, por lo que es mucho más fácil acceder a toda esa información.

Otro beneficio que mencionaré brevemente, pero no por ello menos importante: para mantener una psique tranquila y sin distracciones es imprescindible la capacidad de unirlo todo. Con una mente centrada solo en lo importante, los elementos de la psique son más fáciles de unirlos de manera orgánica y organizada.

Vocabulario Zen

El ascetismo es la práctica de privación o abnegación de uno mismo, que puede incluir privarse de posesiones, ayunar, no dormir, mendigar e incluso sufrir dolor.

Conócete a ti mismo

Una persona con autoconocimiento es una persona sabia, y conocerse a sí mismo es el primer paso para conocer a toda la humanidad. Vivir zen significa reconocer que todo es uno, así como cada ser vivo es un individuo. El zen existe al borde de esta contradicción: cada cosa es diversa y todas las cosas son una.

Conocerse a sí mismo es útil, entonces, en dos niveles: ¿Quién eres tú, esa persona que es completamente única y diferente a cualquier otra antes? Y ¿Quién eres tú, esa persona que es, en esencia, igual que el mundo entero? Ambos tipos de sabiduría pueden ser útiles en todos los ámbitos de la vida.

Serenidad

Nirvana es la palabra sánscrita para iluminación, que es el estado alcanzado por el Buda (y muchos desde entonces) sobre la verdadera realización y reconocimiento de la unidad de todas las cosas. Algunas aproximaciones al Zen enfatizan el nirvana como una especie de meta, aunque está lejos