Relatos de un escritor vehemente.
()
Información de este libro electrónico
Cinco relatos variados, ágiles y pintorescos, para aquellos que dicen que no tienen tiempo para leer. Ya no hay excusas.
-Amor de bar.
-El segundogénito.
-Saber..., o no saber.
-Noche de...
-El ataque del oso.
Lee más de Crtwriter
Relatos de una vida imperfecta. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSvalbard - En tierra de nadie. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl muro. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Relatos de un escritor vehemente.
Libros electrónicos relacionados
Gerrit: Y entonces él estaba allí…, la puesta de sol Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPizca de sal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn la brevedad de las vigilias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVerdad o Cita: Mejor una Cita que Nunca, #2 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Avispas de ojos azules Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos infinitos latidos del corazón Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El dulce sabor de la inocencia: Griegos indomables (2) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El jardín de los delirios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSin compromiso Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Todas mis noches serán para ti Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La montaña Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rumores de deshonra: Los Corretti (5) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Soy yo, estoy vivo, estoy aquí Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl canto de la essentia Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Reír en tu funeral Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPináculo Rojo Calificación: 5 de 5 estrellas5/521 Gramos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVersos de vida y muerte: (novela) Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La Habana enamorada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl cómitre y la chusma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Gato Negro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Soltero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTe enamoraste de mí sin saber que era yo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pasión y trabajo Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Matices De Vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTres mujeres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl destino manda Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDama de una noche Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pecado (Vol.3): Pecar la cambió para siempre Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Dónde estabas?: Narraciones cotidianas y otros cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relatos cortos para usted
Me encanta el sexo - mujeres hermosas y eroticas calientes: Kinky historias eróticas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Hechizos de pasión, amor y magia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El psicólogo en casa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El llano en llamas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¿Buscando sexo? - novela erótica: Historias de sexo español sin censura erotismo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Hombres duros y sexo duro - Romance gay: Historias-gay sin censura español Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Perras de reserva Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El profeta Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vamos a tener sexo juntos - Historias de sexo: Historias eróticas Novela erótica Romance erótico sin censura español Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Volvamos a Contar Cuentos: Cuentos Para Mis Nietos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl diablo en la botella (Un clásico de terror) ( AtoZ Classics ) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El fantasma de Canterville Calificación: 4 de 5 estrellas4/5EL GATO NEGRO Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Selección de relatos de horror de Edgar Allan Poe Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cómo besa: Serie Contrato con un multimillonario, #1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El gallo de oro y otros relatos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El reino de los cielos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Colección de Fiódor Dostoyevski: Clásicos de la literatura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSacrificios humanos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos de horror Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Colección de Gustavo Adolfo Bécquer: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La paciencia del agua sobre cada piedra Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las cosas que perdimos en el fuego Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dime que me deseas: Relatos eróticos para leer con una sola mano Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Colección de Edgar Allan Poe: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los peligros de fumar en la cama Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La sombra sobre Innsmouth Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuentos de Canterbury: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Relatos de lo inesperado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Donantes de sueño Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Relatos de un escritor vehemente.
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Relatos de un escritor vehemente. - Crtwriter
Amo los relatos, amo las historias cortas que pueden enmudecer y emocionar. Este es mi homenaje a este noble arte.
Amor de bar.
Los dos amigos, Pablo y Jorge, chocaron los pequeños vasos antes de beberse los chupitos de orujo de hierbas.
—Arg... —Jorge emitió un quejido al sentir el quemazón en la garganta.
Pablo le hizo un gesto al camarero para que portase dos cervezas más. No necesitó más que un sutil aspaviento con la mano, pues sendos amigos eran clientes asiduos de bar, regentado por una familia asiática de modales educados y servicio eficiente.
El camarero fue presto hasta su mesa, portando las dos cervezas. Las posó sobre la mesa metálica y se retiró con la misma prontitud con la que se había presentado.
La terraza del local estaba repleta, el bullicio que formaban los clientes era retumbante, pero permitía que las conversaciones fluyeran.
Pablo observó una de las mesas próximas, en la que una pareja bebía acaramelada, entre arrumacos, sonrisas cómplices y reveladoras muestras de afecto.
Algo en aquella dichosa escena le resultaba fastidioso, le generaba una animadversión incomprensible, a la vez que una envidia ligera le corroía.
—¿Qué piensas? —Preguntó Jorge al advertir su ensimismamiento. Fue una pregunta de cortesía, conocía bien la respuesta.
—Nada... —Rehusó contestar.
—¿Nada? —Repitió jocoso.— Yo diría que extrañas algo.
—Es posible. —Sorbió tímidamente de su jarra.
—Parecen felices. —Comentó tras otear a la boyante pareja.
—Por ahora. —Volvió a beber. — El amor de bar siempre es efusivo, pero dura poco.
—Nunca se sabe. —Bebió.
—Tu optimismo es devastador. —Dijo con comicidad, pasando una servilleta por la humedad superficie.
—Hace muchos años que no tienes pareja, ¿no te gustaría encontrar a alguien especial?
—Claro que sí. El amor siempre es..., 'bonito'. —No sabía que término emplear. — O al menos lo era.
—¿Y a qué esperas? El amor puede encontrarse en cualquier lugar. —Inclinó su cuerpo hacía la derecha apuntando hacia una mesa concreta.
Pablo miró en la misma dirección y vio a un hermosa muchacha, solitaria, que bebía ginebra rosa con tónica. De rostro travieso, de figura enteca, epicúrea; acompañando al conjunto, una extensa melena negra, larga y sedosa. Con unos labios finos, cubiertos de pintalabios escarlata.
Estaba sola, en silencio, observando con pasividad. No parecía inquietarle su aislamiento, era como si disfrutase con el.
—Es guapa, guapa de verdad. —Pablo admiró discretamente su belleza.
—Podrías acercarte, hablar con ella.
—¿Para qué?
—No encontrarás a nadie si no lo intentas. —Echó un trago.
—Soy consciente. Pero no sé si en estos tiempos vale la pena el esfuerzo. —Pablo observó como la mujer revisaba su teléfono.
—¿Esfuerzo? —Replicó confuso, centrando la vista en su viejo amigo.
—Conocer a alguien, conocerle de verdad, es una tarea que requiere un gran esfuerzo. —Se expresó con gran certidumbre.
—No siempre, a veces las cosas surgen solas, de forma natural.
—No ahora, quizá antes, pero no ahora. —Enunció categórico. — Ahora todos están dispersos, con la atención en los móviles, distraídos de lo que verdaderamente importa, más preocupados por la imagen que proyectan, que por lo que son.
—¿Y? —Encogió sus hombros. — Vivimos en el ahora, debemos adaptarnos.
—No..., prefiero la soledad a un amor insuficiente.
—¿Y qué debería tener el amor para ser suficiente? —Jorge comenzaba a experimentar calidez, uno de los primeros síntomas de la embriaguez, no en vano esta era su tercera cerveza y su segundo chupito.
—Yo quiero alguien con quien ser yo mismo. No quiero un amor de tópicos, uno de frases cómo: 'sumar y no restar'. Quiero a alguien que me quiera en mis malos días. Alguien que me abrace y me diga que todo va a salir bien cuando estoy abatido. Alguien que me quiera cuando sea vulnerable, alguien con quien no deba aparentar nunca, suceda lo que suceda. Con quien los silencios siempre sean tenues, y todas las caricias imperecederas.
—Tienes