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Matices De Vida
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Matices De Vida

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Te propongo un ejercicio de fabulación.
Imagina un cuerpo fragmentado, un cuerpo dividido, habitado por silencios y por el bullicio del mundo. Entonces, de alguna forma, podrás saber cuáles son las claves que acompañan a la poética de la joven autora cubana Lisbeth Lima Hechavarría. Sus matices no son únicamente los de la vida, sino que también la acompañan, en este bregar de las palabras, los matices de la muerte y su ironía.

Matices de vida es un texto para leer de una sentada. Es un texto para leer sin pausas. Es un texto para consumir con hambre, con deseos de más. Es un texto hilo, hilo incómodo entre los dientes del lector, entre sus dedos, bajo su lengua: hilo que pica, que escoce, objeto extraño que es necesario definir para significar. Si te atreves, habrá comenzado tu viaje a través de la música y el ruido, y finalmente a través del silencio que sobrevendrá ante la ansiedad de nuestra espera.
IdiomaEspañol
EditorialTektime
Fecha de lanzamiento9 ago 2021
ISBN9788835428145
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    Matices De Vida - Lisbeth Lima Hechavarría

    PRÓLOGO

    Te propongo un ejercicio de fabulación.

    Imagina un cuerpo fragmentado, un cuerpo dividido, habitado por silencios y por el bullicio del mundo. Entonces, de alguna forma, podrás saber cuáles son las claves que acompañan a la poética de la joven autora cubana Lisbeth Lima Hechavarría. Sus matices no son únicamente los de la vida, los de la música de una existencia prehistórica que hemos aprendido a resignificar en los últimos años, gracias a nuestra capacidad eterna para la adaptación; sino que también la acompañan, en este bregar de las palabras, los matices de la muerte y su ironía. Hay belleza en el acto de construir mundos: Lisbeth lo sabe. Por eso se toma el tiempo para hilar la realidad que llega a ella a modo de fotografías de un universo exterior atemporal, si bien sus historias suelen fijarse en el hoy, en el ahora, en un marco cercano de referencias.

    Su país es un hilo más en el tejido del texto. Se imbrica, se borda, se cose aquí y allá. El país es una madeja de tela que se enreda y se desenreda, no para ofrecernos una mirada única de lo real sino múltiples espejos, múltiples reflejos y múltiples verdades para aquellos que se atrevan a asomarse a estas piezas narrativas. Una vez que te contemplas en el espejo de la literatura, no hay manera de cerrar los ojos, porque no solo el espejo te mira a ti, sino que tú mismo habrás iniciado el viaje a través de la tragedia del tiempo y el espacio, a través de tu propio cuerpo y tu percepción.

    No hay límites. Imagina un país sin límites. Imagina un país habitado por palabras, donde cada historia tributa a un ángulo de la verdad, donde la experiencia se concentra en el personaje y su relación con el lector (esa relación tan breve y poderosa, que define y limita todo en la literatura). Consciente de su papel como creadora de la realidad (al menos de una realidad cruda y terrible como han de ser todas, hermosa e irónica como han de ser todas), Lisbeth Lima Hechavarría juega con los textos, con la percepción del lector, nos involucra, nos contamina, nos invita a mirar ese ángulo olvidado de nuestros sueños, nuestras pesadillas y nuestras realidades.

    Matices de vida es un texto para leer de una sentada. Es un texto para leer sin pausas. Es un texto para consumir con hambre, con deseos de más. Es un texto hilo, hilo incómodo entre los dientes del lector, entre sus dedos, bajo su lengua: hilo que pica, que escoce, objeto extraño que es necesario definir para entonces significar. En estos universos que la autora construye, en esta realidad que la autora debate, los lectores podrán sin dudas encontrar historias breves, necesarias, del mundo que vivimos, del mundo que alguna vez soñamos en nuestras pesadillas y de la pesadilla que se ha transformado en nuestro mundo. Pero no veremos aquí solo el filo caliente de las distopías de nuestra realidad, sino su otra cara y su otra carta: la irónica, la hermosa, la terrible faz de la baraja.

    Imagina un texto fragmentado, que es lo mismo que decir un cuerpo fragmentado. Imagina una historia que se une a otra historia. Imagina que han puesto frente a tus ojos el espejo de la verdad (ahora no podrás mentirle). Si entonces te atreves, habrá comenzado tu viaje a través de la música y el ruido, y finalmente a través del silencio que sobrevendrá ante la ansiedad de nuestra espera.

    Elaine Vilar Madruga

    El despertar de Alicia

    El futuro de la tecnología amenaza

    con destruir todo lo humano del hombre,

    pero la tecnología no alcanza a la locura

    y es ahí donde lo humano del hombre se refugia.

    Clarice Lispector

    Miro mis manos, estos brazos, los pies con las uñas todavía arregladas y los recuerdos llegan como ráfagas de aquel martes, cuando me las pinté de turquesa mientras veía la tele con Rodrigo. Estoy pálida y en los muslos siguen las marcas del accidente. Tengo el brazo izquierdo enyesado y una tira cuelga de mi cuello para engancharlo. ¡Todo es tan real! Ellos allá afuera no parecen notar mi presencia.

    —Dios mío, ¿qué hago aquí? ¿Cómo es que no me he ido ya? ¿Qué tiempo hace que morí?

    Dios mío no responde, pero una señora agachada en la esquina sur de la cama, al lado del baño, sí lo hace.

    —¿Morir dice usted? —exclama—. ¡Qué tontería!

    La miro extrañada de que esté hablando conmigo y espero en silencio unos segundos a que alguien, que no he visto aún, le responda.

    —Su esposo saltará de

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