Ciego: Antología De Ti

Por Carlos Coutiño

Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasin de caer, scalo, y chalo de ti Mateo 5:29
Desde tiempos antiguos, la ceguera natural o inducida ha sido catalizador de profundas inquietudes provenientes de enormes escritores: Homero y Borges, por citar dos ejemplos.
Ciego, un ejercicio de interioridad y exterioridad, viaje a travs de nuestras contradicciones, nos recuerda cmo el sabio Demcrito se arranc los ojos, obteniendo la lucidez pero pagando con la vista, suerte del dios Odn y el atormentado Edipo.
Carlos, tan eclctico como uno de sus destinatarios, ilumina con versos, oscuros escondrijos, morada natural de los demonios, en busca de su propio exorcismo; como herencia de la tradicin demonaca, Lucifer, el portador de luz, etimolgicamente, ilumina. Ciego es entonces fosforescencia hecha poesa.
Carlos convierte una de sus carencias en anttesis de la imposibilidad, transmuta un estado de indefensin en oportunidad de crecimiento. Sus poemas navegan entre el misticismo y la carnalidad, van de la hertica a la reivindicacin.
La ceguera obliga a transitar en el presente, a no darse el lujo del descuido, a confiar poco a poco en los dems, pero sobre todo a confiar en uno mismo.
Ciego es un texto donde la verdad propia se nos muestra sin sus velos, un libro donde esa verdad tambin es el no olvido.
Podemos pensar que Homero no existi pero que a los griegos les gustaba imaginarlo ciego para insistir en el hecho de que la poesa es ante todo msica que lo visual puede existir o no existir en un poeta. Jorge Luis Borges
Alejandra Rodrguez M.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 2 ago 2012
• ISBN: 9781463331382

Vista previa del libro

Copyright © 2012 por Carlos Coutiño.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

Para pedidos de copias adicionales de este libro, por favor contacte con:

Palibrio

1663 Liberty Drive

Suite 200

Bloomington, IN 47403

Llamadas desde los EE.UU. 877.407.5847

Llamadas internacionales +1.812.671.9757

Fax: [phone]

[e-mail]

411539

Contents

Prólogo

Dilo Si Lo Sabes

Labios amantes

Soy mi propio verdugo

Bésame por dentro

Señor Ecléctico

Somos los dos compatibles en exceso

Soñé, soñamos

Te sueño, distante

¿Quién entiende al aire?

Te sentí a las diez de la noche

El cabello en mi cara

Te vas haciendo intocable

Ciego

Quince Segundos

Estoy Bajo El Chorro

Dame

Silencio

Mirlo

Sólo miro sentado

No quiero verte

Mi amor espiritual

Me persigues

No te culpo

Mío

Me piensas

Altar a la nada

Cien Voces

Déjalo caer

No Dejes

Espero

Amable

Será Fácil Olvidarte

Nunca regales un mechón de pelo

A Veces Pienso

Prólogo

Antes pediré a los lectores una muy sincera disculpa. Porque aunque muchos puedan sentirse identificados con lo que expreso en este compendio, toda la poesía contenida aquí es un diálogo entre dos.

Ahora sí, te hablo a ti. Tengo el sincero conflicto de definir si todo lo que escribí en tu nombre, es tuyo, o es mío. ¿Es dueño el poeta de su obra? ¿Soy yo el autor de lo que mis manos escribieron? ¿O lo es quien inspira el texto?

Cuando habla mi ego, o mi salud emocional, todo lo que escribí para ti, es mío. Pero cuando habla mi corazón, me doy cuenta de que nadie inspiró lo que tú inspiraste en mí, y eso lo hace tuyo. No sé tampoco definir si lo que evocaste en mí fue lo mejor que hay en el fondo de mi mente y de mis emociones, o si sacaste todo el veneno que tenía albergado. Tal vez fueron ambas cosas. En el periodo de ti, conocí mi lado más monstruoso, y también mi lado más entregado. A veces lamento que todo lo que tuvimos, nunca haya sido real. No lo fue, porque …los amores cobardes, no llegan a amores….

Sólo quiero que (al igual que todos los que se dan la oportunidad de leer este texto)