El rincón de los amantes: ecos y sombras de ti

Por La Voz Oculta

“Entre más alto, más fuerte será la caída” dice el refrán. Justo así es en el amor; después de la caída quedan sólo los fragmentos que insinúan la existencia de un amor, sombras de lo que alguna vez fueron recuerdos, ecos de lo que era una melodiosa voz.
A través de la compilación de cuentos, historias cortas y retratos narrados, El Rincón de los Amantes & Ecos y Sombras de ti revela como es el ser humano después de una ruptura amorosa, con máscaras y sin máscaras, reflejando los sentimientos más sinceros, algunas veces nobles y de profunda entrega y otras tantas sinestros, egoístas y enfermos.
Amor, desamor, incertidumbre, ansiedad, engaño y venganza son sólo algunos de los tantos sentimientos depositados en El rincón de los amantes y en Ecos y sombras de ti.

• Idioma: Español
• Editorial: La Voz Oculta
• Fecha de lanzamiento: 16 abr 2016
• ISBN: 9781310407512

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El rincón de los amantes:

Ecos y sombras de ti

por

La Voz Oculta

Edición para smashwords.com

© 2016

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¿Quién soy yo?

¿Quién soy yo?

Al tiempo que pregunto, la respuesta surge debajo de mi piel:

La amante de todos. De cualquiera y de ninguno. No soy un trofeo. Soy un dulce momento, un recuerdo y nada más.

Rompecabezas

La pregunta surgió de repente, mientras nos encontrábamos en la cama, abrazados, como si ése fuera a ser el último día que pasaríamos juntos en esta tierra. Su compañía siempre fue un deleite, y en esos momentos, después de un intenso orgasmo resultado sólo de su minuciosa y alternada exploración de mi espalda, mis senos y mi vientre, la realidad tenía una inusual claridad.

—¿Casualidad? —le pregunté por primera vez.

Entonces él contestó lo que tantas veces me habría de decir en los días por venir; lo que tantas veces me había dicho antes de esta vida. La lección, una vieja lección de antaño que parecía que jamás iba a aprender:

—La casualidad no existe.

Esa misma frase escuchada y aprendida por millonésima ocasión abrió la puerta de recuerdos fragmentados bajo la influencia de la luna del verano de una nueva era.

Ahí fue cuando lo recordé todo como si de repente mi mente se abriera al universo del tiempo. Lo conocí en la época del mar. Entonces él ya era un anciano, aunque esto no limitaba sus habilidades como amante. También fue mi maestro y en el fondo sé que él pidió a las olas que tomaran mi vida. Nunca supe la razón. Quise decírselo. Debí preguntarle sin reproche por qué se llevó mi vida pasada. No me salieron las palabras y sólo atiné a preguntarme lo que debí preguntarle a él:

—¿Tenías razón…? No eres tan buena persona.

La pregunta, o más bien la afirmación, resultaba tonta. Él me lo había dicho antes con las mismas palabras: no soy tan buena persona.

Entonces no le creí. Ahora sus palabras resonaban en mi mente como un eco.

El viaje de recuerdos continúo. Tras dejar de respirar el día que quedé atrapada por una tormenta que no se anunció mientras nadaba en mar abierto, mi conciencia despertó en el cuerpo de una niña recién nacida, la primogénita. Pronto fui el orgullo del clan; en descendencia directa del patriarca. Fui educada tanto en los quehaceres domésticos —como todas las mujeres— como en la sabiduría ancestral y las tradiciones gitanas que mi abuelo no