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Desde Mis Sendas De Fuego Cuentos De Un Caminante/ Desde Mis Sendas De Fuego Poemas Para Un Caminante
Desde Mis Sendas De Fuego Cuentos De Un Caminante/ Desde Mis Sendas De Fuego Poemas Para Un Caminante
Desde Mis Sendas De Fuego Cuentos De Un Caminante/ Desde Mis Sendas De Fuego Poemas Para Un Caminante
Libro electrónico113 páginas1 hora

Desde Mis Sendas De Fuego Cuentos De Un Caminante/ Desde Mis Sendas De Fuego Poemas Para Un Caminante

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Desde mi senda de fuego es mi tercera obra literaria que cubre dos gneros, poesa y cuentos. En el ao 2007 publiqu Clidas brisas de un pasado, en el cual desarroll pensamientos de los piropos de mi querido pueblo Humacao y los convert en poemas los cuales son de amor. Luego publiqu en 2012 caminando en el paseo de memorias y este tiene el distintivo de estar escrito en dos idiomas; espaol e ingls. Decid publicarlo de esta manera considerando a muchos amigos que no hablan el idioma romance y an as compraron mi primer poemario y se tomaron la modestia de traducirlo mecnicamente a travs de Google Translator.
Mi nueva obra, Desde mi senda de fuego tiene la particularidad de dividirse en dos secciones; poemas para un caminante y cuentos de un caminante. Puedo decir que son dos libros en uno con sus propios prlogos y combino lo romntico con leyendas de un pueblo. Desde mi senda de fuego es un libro en el cual expreso en mis poemas sentimientos y experiencias alegres, tristes y aoranzas de lo que hicimos o deseamos hacer; tiempos compartidos o denuncias que revelan a veces maltrato como tambin revelar la buena fe de muchos y la frustracin de otros.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento15 oct 2015
ISBN9781506508122
Desde Mis Sendas De Fuego Cuentos De Un Caminante/ Desde Mis Sendas De Fuego Poemas Para Un Caminante
Autor

Gabriel Hernández López

Nací en la ciudad de Humacao, Puerto Rico, un 29 de agosto de 1953 y me acompañaron muchas responsabilidades al nacer. Soy hijo de Don Esteban Hernández Reyes (Binso) y Doña Mercedes López Rivera. Hijo de centro, lo que me hizo responsable por los actos de mis hermanos, ya que soy el mejor amigo de mi hermano mayor Gregorio, además de ser el mejor amigo de mi hermana Mayra. Siempre se me demandaba, ¿dónde está tu hermano o hermana? ¿Por qué, tu hermano o hermana? Y cuando armaban un lío era a mí al que se le preguntaba cuál fue el motivo. Y como si fuera poco, soy hijo de un padre de centro, también nieto de un abuelo de centro. Eso me hizo adquirir una independencia la cual hasta hoy ejecuto. Mis hijos crecieron también capaces de desenvolverse con esa virtud. Aún el benjamín, Felipe, que cuenta con solo ocho años no se encomienda a nadie para tomar sus propias decisiones. El pasado invierno llevó su trineo a la escuela para aprovechar una gran nevada y ninguno en casa se enteró del suceso, hasta que su maestra envió una nota la cual decía: “hagan el favor de no traer trineos al salón de clase”. Mi hijo Ricardo, a la temprana edad de ocho años, compuso su primer poema donde encuentra a Dios en un vertedero de chatarra y mi hija Cibelle fue premiada cuando actuó en su propio monólogo, “los buitres”, en la ciudad de Baumholder, Alemania.

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    Desde Mis Sendas De Fuego Cuentos De Un Caminante/ Desde Mis Sendas De Fuego Poemas Para Un Caminante - Gabriel Hernández López

    Desde mis sendas de fuego

    poemas para un caminante

    GABRIEL HERNÁNDEZ LÓPEZ

    Copyright © 2015 por Gabriel Hernández López.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Fecha de revisión: 12/10/2015

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

    Gratis desde México al 01.800.288.2243

    Gratis desde España al 900.866.949

    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    718904

    Índice

    Prólogo

    Aposté sin jugar

    Tus ojos se apagaron

    Quiero algo especial

    El arroyo trovador

    Dimensiones

    ¿Cuál fue mi mal?

    Él me lo prometió

    El olvido

    Estopa

    ¿Hasta cuándo?

    Un minuto

    Holograma

    Herencia

    Antología de sueños

    Las gemelas (soneto)

    Tú, ella y yo

    Décima a los taínos

    Los tres ingredientes precisos

    Proyectos

    Regreso oportuno

    Consternación

    La senda veraz

    Bosquejo

    De Barrio Tejas a Mariana

    Seré

    Jamás

    Polizón

    IMG_0316.jpg

    Prólogo

    Escribir un poema es liberar el verbo que habita en nuestras vidas para plasmar en el papel, para la eternidad, a quien vive en nosotros. Todo lo que sentimos lo expresamos sin necesidad de un permiso ni limitaciones para aquellos que quieran disfrutar nuestra expresión. Me atrevería a decir que es una conversación del poeta consigo mismo, porque el verbo es indiscreto y nadie mejor que él para decirnos algo que debemos escuchar.

    Muchas veces, la timidez nos impide expresar a otros lo que deben saber, pero el poema anuncia lo que se ansía. El poema refleja nuestro interior para que otros también disfruten y liberen sus sentimientos. Son letras que viajan a través de la tinta y reposan en el alma de quien las recibe. El poema es obra literaria que casi siempre incluye dos personajes: el poeta y el lector. Por eso digo lo que deseo decir, pero también escribo lo que desean escuchar, sin traicionar mi sensatez. Tomo en consideración ambos personajes, el lector y el poeta, para crear una armonía amistosa entre ambos, aunque a veces fallo en el intento y ambos terminamos ofendidos, y es que el verbo le pertenece a un ser humano que comete errores.

    En esta sección, Desde mis sendas de fuego, poemas para un caminante, compartiré versos para aquellos que intentan vivir un futuro y reposar en un pasado. Emprenderemos ese viaje, nuevamente sin detenernos en el presente. Cantaremos y declamaremos nuevos cánticos con toda libertad, y nacerá nueva musa para aquellos que deseen inspirarse.

    Aposté sin jugar

    Nunca jugué con un querer,

    pero aposté

    a que la llama del amor

    nunca se extinguiría.

    Todo lo aposté…

    Todo lo di…

    Todo lo entregué…

    …y todo lo perdí.

    Porque creí ciegamente,

    sin consultar mi intelecto,

    escuché la voz del corazón

    que convenció a mi razón,

    y tarde supe que me equivoqué.

    Qué dura es la realidad

    de entender que los sueños

    casi nunca se dan…

    Bueno es soñar sin despertar;

    así, tú nunca perderás.

    Tus ojos se apagaron

    Hoy desperté enamorado,

    y tú no estás a mi lado…

    Tanto buscarte,

    encontrarte,

    y luego tus ojos se apagaron,

    tu luz no alumbra mi vida.

    Nadie calienta mis noches

    cuando me acuesto en la noche

    en mi lecho solitario y frío.

    Aún en mi ventana observo el río,

    pero la luna ya no espía,

    estás ausente.

    Puedo cruzar ríos y mares,

    cavar profundo,

    volar a las cimas bien alto

    para observar cada punto del mundo,

    pero nunca lograré encontrarte.

    Quiero algo especial

    Dame tu alegría,

    que quiero beber de tu risa

    para embriagarme

    y enloquecer en tus fantasías

    sin perder un paso de tus emociones,

    embriagarme con tu mirada y tus ansias

    para saciarme de ti

    hasta que me inundes con tu sonrisa de regocijo,

    así viviré en tus ojos, y tú, en los míos.

    Serás mía y seré tuyo,

    solo tuyo y solo mía,

    siempre juntos, por siempre.

    El arroyo trovador

    El arroyo trovador

    que baña la flor silvestre

    es una estampa campestre

    de mi suelo encantador.

    Embellece el panorama

    mientras refresca el ambiente,

    alegra y deleita gente

    con un monótono drama.

    Arrancando el sedimento

    con su corriente constante,

    riega su fertilizante

    sin detenerse un momento.

    El arroyo trovador

    posee su propia orquesta

    porque siempre está de fiesta

    pues para eso es cantor.

    Cantan a coro sus gotas

    cuando caen desde el abismo,

    armonizan como un himno

    que alaba con dulces notas.

    Con su fuerza muele rocas

    y las reduce hasta arena,

    como una maraca suena

    igual que hielo en las copas.

    Sus acordes disonantes

    siguen su propia armonía

    igual que la melodía

    del coro de sus cantantes.

    Su ritmo siempre es igual

    pues su cauce lo dirige,

    con su batuta se rige

    a un compás muy sin igual.

    El arroyo trovador…

    mi favorito cantante,

    no descansa ni un instante

    pues es mi eterno cantor.

    Dimensiones

    ¿Cómo reconoceré

    las medidas de un consejo?

    Si le divido por sílabas

    cada palabra expresada

    y le desarrollo textos,

    jamás nunca acabaría

    la frase para guiar

    videntes ciegos del alma.

    Son profundos como el mar

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