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Versos Libres
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Libro electrónico83 páginas35 minutos

Versos Libres

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Versos Blancos es otra forma de llamarles Versos Libres. Son un juego de palabras para indicar un pensamiento. Un sentir sobre los sentimientos profundos y personales. A veces cosas del diario vivir y los recuerdos.
No se ajustan a las mtricas poticas de los grandes trovadores del presente y el pasado usando rtmica y exitosamente nuestro bello lenguaje.
Al principio me qued atascada en el Romanticismo, luego en le Costumbrismo; leyendo poetas de Espaa, Puerto Rico y Latinoamrica. Al final trataba de descifrar aquellos laureados que no poda entender por mis pocos conocimientos de lo abstracto que en algunos casos pude vencer.

No tengo ni la menor idea de cmo sern categorizados estos Versos Blancos, pero para m han sido la forma de desnudar lo que soy, en pensamientos de espiritualidad, de lo carnal y de los deseos de amar profundamente y de ser amada por igual.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento23 oct 2013
ISBN9781463365066
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    Versos Libres - Carmen Porfido

    Copyright © 2013 por Carmen Porfido.

    Ilustración de portada: Fotografía de Peter S. Houts.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2013915702

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Fecha de revisión: 18/10/2013

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    1663 Liberty Drive, Suite 200

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    Gratis desde México al 01.800.288.2243

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    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    484966

    Hoy no quiero bregar

    con mis tristezas.

    Siento angustia,

    nostalgia, soledad

    y un leve sentimiento

    de aspereza hacia la humanidad.

    Las rosas no se han dado

    como yo las quería.

    Los frutos han salido

    sin dulzor.

    Confiaba mi suerte

    con fe ciega en la vida,

    y como tal, la vida me trató.

    Miro hambrienta mis cosas.

    La ciudad está dormida.

    Ya lo que fue sembrado

    ha sido recogido

    y la semilla seca

    vuelve al poro del todo.

    Cada quien vio las cosas

    como quería verlas

    y el germen de las cosas,

    se produjo a su modo.

    Mi poesía, bajo del monte

    cerrera y quería predicar

    las cosas que ve primeras

    cual voces del más allá.

    Nadie quería escuchar

    la voz que se desespera,

    la ferviente voz que clama

    en la amplia obscuridad.

    Nadie quería escuchar

    la voz blanca que venia

    con capa sacerdotal.

    Hoy en medio del otoño,

    sin la voz primaveral,

    muchos se paran y escuchan

    a mi órgano genital.

    Te quise querer

    tanto esta mañana,

    que te confabulé

    con la mentira humana.

    Mas cuando desperté

    como un Tequendama (1)

    de ruidos y rumores,

    de aguas que caen y pasan;

    tan solo te besé con rabia

    la garganta imaginando

    que tu sangre emanara.

    Allí desnuda,

    como una roca blanca

    me teñí levemente

    con el rubor del agua;

    no era roja de ti,

    sino de la alborada.

    Quien me llamó, no sé,

    pero tu voz estaba

    en mi sonambulismo

    que pedía un café.

    Quien me llamó, no sé,

    pero tu voz estaba.

    (1) Cascada del río Funza en Colombia

    Cuando el sol se te ponga

    en tu viril cabeza, ay, ay, ay,

    sobre la mía blanca

    el se pondrá;

    sol leve sobre lo añejo

    para olvidar.

    Yo te recuerdo ahora,

    que más da.

    El tiempo ni los años

    puedo cambiar.

    Ahora es mi tiempo

    vida, vidita…

    de recordar, verte pasar

    con luces que iluminan, cariño

    mi obscuridad.

    Cuando llegue tu tiempo

    vidita,

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