CUPIDO: EL FLECHADOR FLECHADO
En el imaginario, Cupido siempre ha sido visto como el malicioso ser alado que vuela por el mundo lanzando sus flechas, a diestra y siniestra. Se dice que su blanco favorito es el corazón de hombres y mujeres de cualquier orientación, quienes una vez heridos suelen enfermar y morir de amor. Sin embargo, de acuerdo con una leyenda de la mitología grecorromana, el dios flechador irónicamente también resultó flechado. Como dirían nuestros abuelos: probó una sopa de su propio chocolate.
Cuenta dicha leyenda que Cupido (para los romanos) o Eros (para los griegos) recibió la orden de su madre, Venus, de dañar a Psique, una mortal cuya hermosura le restaba a la diosa de la belleza. El revanchista plan de Venus consistía en que su vástago utilizara sus poderes de flechador para hacer que la joven se enamorara de un ser horripilante, que la hiciera sufrir. Pero –como ya espoileamos– el que resultó flechado ante la perfección física de Psique fue el propio Cupido, quien le hizo dos que tres cambios al plan de su progenitora para flechar a su favor el corazón de la chica más linda.
