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100 Maneras distintas de decir te quiero
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100 Maneras distintas de decir te quiero
Libro electrónico162 páginas1 hora

100 Maneras distintas de decir te quiero

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CIEN MANERAS DISTINTAS DE DECIR TE QUIERO, es la vida misma de cualquier persona.
Surgió desempolvando unas viejas poesías, nacidas por la explosión de ese amor adolescente que luego, con el paso del tiempo, de la vida, se empieza a marchitar y treinta y un años después, por casualidades del destino, volvió a renacer en el ocre Otoño de esa vida.
Aquel día, reapareció la frescura, el verdor y la luz que nos regala la siempre esperada y deseada Primavera.
No sé si aquel amor encontrado y tardío, fue y es más sosegado, pero sí, más profundo, con otra luz, con otra amplitud de horizonte.
El abanico que nos regala este nuevo amor, no solo es cantar a la persona amada, es amar a las cosas, a los recuerdos, o simplemente, enamorarte de un diminuto detalle…
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento16 jun 2016
ISBN9788494575723
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    100 Maneras distintas de decir te quiero - Pedro del Rey

    sería.

    Prólogo

    Pedro del Rey Ferrandis Villahermosa (Ciudad-Real), 1953

    Es muy importante para mí.

    Es, ni más ni menos, mi hermano mayor.

    Vanagloriarle sería muy fácil, pero no voy a caer en la trampa.

    Como toda persona, tiene sus virtudes y sus defectos.

    Pero destaca en él que es leal y muy amigo de sus amigos.

    Siempre ha sido parco en palabras

    y recatado en mostrar sus sentimientos

    por eso valoro mucho más estos 100 te quiero.

    He tenido la suerte de ser la primera en leerlos.

    Ahora te toca a ti, querido lector, descubrirlos.

    Te gustarán más ó menos pero, una cosa te puedo asegurar:

    No te dejarán indiferente, ya lo dijo el poeta:

    Polvo serán, mas polvo enamorado.

    Gracias.

    Tu hermana.

    PREÁMBULO

    COMO NÁUFRAGO

    Sin ti,

    soy un náufrago metiendo en la botella un mensaje,

    para luego posarlo en el mar de la esperanza.

    Sueño que un día lo recojas convertido en corazón

    y sientas lo que yo,

    cuando puse: te quiero.

    MOMENTOS

    Vivo el momento, el día a día.

    No tengo un futuro.

    En cambio,

    soy tremendamente feliz en cada momento cuando estoy contigo.

    Sin ti el tiempo…

    el tiempo es un momento cualquiera, sin interés.

    1ª PARTE

    LA CARTA

    Voy, cariño mío a intentar…

    ordenar, estas frases mías,

    que, ojalá, pudieran llegar,

    para ti, como poesía.

    Quiero saber, y no puedo,

    por qué me das alegría

    cuando en las manos yo tengo,

    y oigo, tu caligrafía.

    Y es que los días pasan

    no sé si lentos o aprisa,

    pero con tu sonrisa,

    que en sobre me mandas,

    haces cambiar tristeza

    por inmensa alegría

    Ya que pasando van los días

    en este obligado lugar

    y cuando contemplo el mar

    observando su grandeza,

    lo único que a mí me aqueja,

    es no poderte mirar.

    Así que…, para acabar,

    sólo me queda un consuelo,

    que me escribas, te lo ruego,

    y con tus letras soñar

    lo bonito que es naufragar,

    en tu carta, sobre adentro,

    pues te siento como el mar

    si me mojas, por el viento.

    HERIDA

    Como gorrión, pienso que soy,

    trashumante de libertad.

    Vuelo. De rama en rama voy,

    sin prejuicios ni maldad.

    Pero un día, tal como hoy,

    que piaba mi libertad,

    como diciendo: aquí estoy

    dueño de la tierra y el mar…

    llegaste, tú, y al oir

    esos trinos recitar,

    pensaste: a cogerlo voy

    y sólo para mí serán.

    Y con esa astucia fina

    que sólo tienes tú, mujer,

    fue, tu hermosura divina

    que sin más, me hizo prender.

    Como arma, la cúpida flecha.

    Como objetivo, el corazón;

    aunque nerviosa, iba derecha,

    pero dio en el alerón.

    Y el pobre pájaro, asustado,

    dejo la rama tras de sí.

    Voló su vuelo, ahora quebrado,

    se alejó sin rumbo, ni fin.

    Y con ése, su vuelo herido

    no se las vueltas que al mundo dio,

    hasta que por fin comprendió,

    que la flecha, fue de Cupido,

    que de muerte, no estaba herido,

    que su herida, era sólo amor.

    RECUERDO

    La poesía no es más,

    que expresar un sentimiento.

    Un solo instante no más,

    después se va con el viento.

    Pero se queda en la mente

    aquel recuerdo sincero,

    como aquel decir: te quiero,

    en la vida hasta la muerte.

    Así que para empezar

    a estos versos componerte,

    voy primero a suspirar,

    y escribiendo, poder verte;

    pues no hay mirar más sincero

    que el que te ofrece la mente,

    es recuerdo verdadero,

    que se queda y no se pierde.

    ASÍ ME DEJAS

    Como marino perdido,

    en horas voy a quedar,

    y sin poder recordar

    algún rumbo definido

    con el llanto no fingido

    en cubierta, voy a estar.

    Porque una estrella me dejó

    cuando los ojos más veían;

    no sé por qué se alejó,

    si cogerla no podía.

    Miré a estribor y a babor

    la llamé y no respondía;

    ¿por qué te fuiste?, decía

    y agudeces mi dolor

    si para el marino, la flor

    eres tú, rosa del viento

    y con tu fiel movimiento

    das al marino, calor.

    SOLAMENTE DESCONCIERTO

    Cuanta tristeza y amargura

    vaga por mi pensamiento;

    de estos días pasados,

    y no sé, los venideros.

    Días que me están robando

    ¡que son jornadas de celo!

    horas pasivas, llorando,

    sin tener menor consuelo.

    Mas, dejadme solo un momento;

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