Quiero darte un beso como quien da un pan
Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas.
Mario Benedetti
… pienso en ti, sueño contigo, dentro, fuera, la primavera estalla, el verde se echa a correr por todas partes, él también quiere saltar del pasado al futuro, estar contigo de nuevo, llenarse de vigas, poner las manos detrás de tus manos, destaparte del revés, dentro, fuera, la primavera estalla, encuentra todo lo perdido, el fruto que anuncia el árbol, el pájaro que inventa el aire, en los jardines los bancos se quedaron solos, pienso en ti, sueño contigo, pienso en las vidas que terminan mientras todo lo demás continúa, pienso en los silencios blancos que se pintan los labios, solo podemos existir en quién nos mira, perdurar en quién no se olvida, el silencio no es lo que no puede hablar, es lo que se calla incluso pudiendo hablar, quiero darte un beso que sea valiente, que sirva para todos los días, que sea como un árbol que mira al cielo, un beso que sea como un muro sin grietas, que trepe como los colores, que se despierte en tus sueños, un beso que caiga hacia arriba, que encuentre tus manos, para que vivamos sin miedo, para que el mundo no se quede parado al otro lado de la ventana, esta mañana me desperté con un pedazo de ti entre las manos, lo quise vestir, darle la vuelta, al final lo dejé desnudo, eran tus manos que habían vuelto a las mías, eran tus curvas que se acordaban de mis ángulos, quiero volver a darte un beso, palpar contigo el cuerpo de los pájaros, multiplicar los brazos, vaciarme los ojos, quiero que la vida no se quede a medias, llenarte de cuadrantes, prolongar los días, girar sobre tus pechos, quedarme en tu vida el resto de mi vida, quiero volver a pisar las calles para que ellas también vuelvan a andar.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos