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Historias Siniestras De Iglesias Y Conventos
Historias Siniestras De Iglesias Y Conventos
Historias Siniestras De Iglesias Y Conventos
Libro electrónico75 páginas1 hora

Historias Siniestras De Iglesias Y Conventos

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Para el mal lo más atrayente es sacudir, manchar y despedazar lo sacro, puro y bueno, es por eso que se dice entre los religiosos que hay que estar más alertas ante las acechanzas del maligno en tanto más se busca la salvación del alma y que muchas son las tentaciones que relumbran a los lados del camino hacia la santidad.
A quienes proclaman una fe fortalecida el Diablo también los ataca mediante una serie de desgracias (como a Job) y toda clase de trampas. De modo que no es raro que en los mismos conventos y templos, conocidos como la casa de Dios, más se esmere en perder almas.
Los relatos que aquí se ofrecen, querido lector, te harán temblar y al mismo tiempo reflexionar acerca de qué tan templada está tu fe en el poder protector del Cielo.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento6 ene 2023
ISBN9798215058190
Historias Siniestras De Iglesias Y Conventos
Autor

Sergio Gaspar Mosqueda

Nací en la Ciudad de México en 1967 y estudié la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde obtuve la medalla Gabino Barreda. En el año 2000, creé y dirigí el proyecto de revista cultural El Perfil de la Raza, en cuyo consejo editorial figuraba Miguel León Portilla, entonces presidente de la Academia Mexicana de la Historia. Trabajo para diversas editoriales y he publicado 31 obras en papel con varias editoriales y 46 en Amazon, entre las que se hallan dos novelas, varios volúmenes de cuentos, leyendas, un poemario, biografías de músicos de rock, diversos libros sobre historia de México y cuadernos de trabajo de varias materias.Mi primer libro, la novela Una generación perdida, se publicó en la colección Voces de México, en la que figuraron autores mexicanos destacados, como Vicente Leñero, Emilio Carballido, Alejandro Licona, Luisa Josefina Hernández, Víctor Hugo Rascón Banda y Eusebio Ruvalcaba. El reconocido autor Juan Sánchez Andraka afirma en el prólogo de la primera edición: “Yo leí este libro. Más bien debo decir: Yo viví este libro. Debo agregar: Lo viví intensamente".Uno de mis libros más vendidos es Cuentos mexicanos de horror y misterio. Próximamente aparecerán en papel mis libros sobre 50 figuras del rock clásico, 50 importantes músicos del metal gótico y 50 figuras del K-pop.

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    Historias Siniestras De Iglesias Y Conventos - Sergio Gaspar Mosqueda

    Sergio Gaspar Mosqueda

    Historias Siniestras De Iglesias Y Conventos

    Copyright 2022 Sergio Gaspar Mosqueda

    Edición de Smashwords

    Recuerda dejar una reseña de mi libro en tu tienda preferida.

    Este libro está disponible en forma impresa con algunos minoristas en línea.

    Diseño de portada: Martha Patricia Guerrero C. y Sergio Gaspar Mosqueda

    México, enero del 2023

    Este libro electrónico tiene licencia para su disfrute personal únicamente. No se puede revender ni regalar a otras personas. Si desea compartirlo con otra persona, compre una copia adicional para cada destinatario. Si está leyendo este libro y no lo compró, o no lo compró para su uso exclusivo, vuelva a su distribuidor de libros electrónicos favorito y compre su propia copia. Gracias por respetar el arduo trabajo de este autor.

    Tabla de contenido

    Las treinta monedas de Judas

    Los estigmas de Lucifer

    Paseo entre sombras demoniacas

    El chacal de la Merced

    Los espectros purulentos del Hospital del Amor de Dios

    El fraile asesino del convento de Cuauhtinchan

    La guillotina del Diablo

    Sobre el autor

    Otras obras del autor

    Conectar con Sergio Gaspar Mosqueda

    Las treinta monedas de Judas

    Mientras estudiaba los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, el fraile Toribio Quijano recordaba el rostro sonriente y beatífico del fundador de la Compañía de Jesús, que lucía enmarcado sobre el escritorio del rector del colegio jesuita, cuyo edificio actualmente lo ocupa la Universidad Juárez.

    Está ubicado en la calle Constitución, con el número 404, junto a la Plaza de Armas del Centro de la Ciudad de Durango y se dice que algunos estudiantes han visto deambular por los salones el espectro de un monje que se inclina varias veces, como buscando algo, antes de desaparecer por las paredes.

    En el tiempo en que sucedió nuestra historia, 1767, los rumores que llegaban a oídos del rey de España, Carlos III, acerca de los jesuitas, no favorecían en lo más mínimo a éstos. Los miembros de la orden tenían ideas muy adelantadas para su tiempo y representaban una amenaza para el poder de los españoles en América.

    Al sopesar la posibilidad de ser expulsado de la Nueva España junto con todos sus compañeros jesuitas, Toribio Quijano se entristeció, pues para él sería muy duro renunciar a su familia y a todo cuanto conocía, puesto que era criollo y no tenía el menor interés en ir a vivir al Viejo Mundo. La solución quizá sería renunciar a la compañía, pero… ¡no, no podía abandonar a sus sabios amigos y maestros ahora que más unidos debían estar!

    —No, jamás seré un traidor.

    Entonces se puso a orar, dirigiendo sus ruegos a San Ignacio, pidiendo fortaleza para enfrentar a los enemigos de la orden.

    Intentó continuar su lectura, pero en ese momento fueron llamados a reunirse en la oficina del rector.

    Las noticias no eran nada alentadoras: tenían pocas esperanzas de mantenerse en la Nueva España; sin embargo, el rector les suplicó ser fuertes y mantenerse leales a su fe, a su orden y a su labor cultural.

    Toribio se sonrojó al creer descubiertos sus ocultos pensamientos de dejar la orden y marchó a dar su clase a los alumnos seculares con la convicción de que acababa de recibir un mensaje de Dios, o, mejor dicho, una amonestación.

    No se pudo concentrar en dar la clase y escuchó algunas burlas de sus alumnos al decir una cosa por otra o al aceptar como correctas respuestas equivocadas de los jóvenes. Al terminar la lección del día, se fue al patio a reposar su mente e intentó leer de nuevo el libro de San Ignacio. Sentía con mayor convicción que la voluntad del Señor era que abandonara el país junto con la orden.

    Se pasó un rato viendo el título del libro: Ejercicios espirituales para vencer a sí mismo y ordenar su vida sin determinarse por afección alguna por desordenada que sea. Estaba decidido a vivir un mes de perfeccionamiento espiritual como lo sugería la obra. La primera semana iba a meditar sobre el pecado; la segunda, ya purificado, estaría dedicada a pensar profundamente sobre la vida de Jesús, después se enfocaría durante ocho días en la pasión y muerte del Salvador y, por último, pensaría en todos los bienes espirituales que vendrían tras sacrificarse en el amor de Cristo.

    Necesitaba volver a nacer para vivir lejos de su tierra.

    Al final del día, poco antes de salir del aula que previamente había sido desalojada por los estudiantes, el fraile sintió el golpe de un objeto sobre la cabeza. Al agacharse para ver qué había sido, al mismo tiempo que percibía un sonido metálico descubrió una moneda pequeña girando sobre su canto. Extrañado de que aquello hubiera podido desprenderse del techo liso, puso su sandalia sobre el objeto para detener sus giros y poder verlo mejor, pero al levantar el calzado ya no vio la moneda. Dobló la rodilla y revisó la suela, pero no halló nada.

    Fue inmediatamente a la oficina del rector y le comentó el hecho.

    —¿Una moneda caída del techo y que luego desaparece? ¡Cuidado, profesor! —el rector lo miró con severidad—, no hable de esas cosas con nadie, pues son propias de gente que cree que es posible comunicarse con espectros. Y llegan a afirmar que a los herejes se les materializan en el aire energías provenientes de

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