Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Todo sobre la Revolución Mexicana
Todo sobre la Revolución Mexicana
Todo sobre la Revolución Mexicana
Libro electrónico96 páginas1 hora

Todo sobre la Revolución Mexicana

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Este libro pretende acercar a los jóvenes lectores a la historia de la Revolución Mexicana, haciéndola interesante y amena para ellos sin caer en un lenguaje demasiado simplificado ni demeritar una minuciosa exposición de los datos principales. Los lugares personas, documentos y fechas están mencionados con precisión para que esta obra se vuelva de consulta obligatoria y gustosa por parte no sólo de los lectores que empiezan, sino también de todo público.
Con respecto al libro La sucesión presidencial en 1910, que desató la Revolución Mexicana, hay un dato muy curioso: Madero llegó a afirmar que el entonces ya fallecido Benito Juárez, quien fuera enemigo acérrimo de Díaz, le dictó buena parte del contenido. Algunos miembros de la familia de don Francisco aseguraron, además, que el estilo del libro no se parecía a su forma habitual de escribir.
Madero era un acaudalado latifundista y empresario coahuilense, que, luego de estudiar agricultura en Estados Unidos y administración de empresas tanto en Francia como en Norteamérica, volvió a México con una visión de lo que era la práctica de la democracia en otros países, pero también con ideas espiritistas. Madero había visto en el espiritismo, fundado en Francia por Allan Kardec, un medio excelente para mejorar el mundo, y se dice que el momento en que decidió entrar a la política fue cuando escribió: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, sintiendo fervientemente el significado que dicha oración encierra.
A los 18 años, mientras estudiaba en París, Francisco había quedado impactado con la lectura de La Revue Espirite, la cual se vendía mucho tanto en Europa como en Estados Unidos. Casi de inmediato se unió al grupo de los que creían en el contacto con el más allá. Entonces empezó a hacerse de una pequeña biblioteca sobre el tema y fue a centros espiritistas de aquel país, donde le afirmaron que poseía la facultad para ser médium escribiente, es decir, que por medio de él los espíritus podían redactar mensajes para los vivos, sin embargo, durante un tiempo, por más que se ejercitó, no anotó nada que pareciera provenir de ultratumba.
De nuevo en su natal Coahuila impulsó el desarrollo de la comarca lagunera, que comprende los estados de Coahuila y Durango. Era un hombre que se mostraba muy considerado con sus trabajadores: les pagaba muy bien y contribuía económicamente para que los hijos de éstos pudieran estudiar.
Los Madero tenían propiedades agrícolas, industrias y hasta bancos, y Francisco parecía ser el único soñador en esta familia tan práctica y dedicada a los negocios. Se distinguía además por ser el de menor estatura.
Su temperamento impresionable hizo que de niño le afectara mucho el que la ouija le dijera que iba a ser presidente del país. En la edad adulta ya no probó el alcohol ni comió carne. Por otra parte, pero también imbuido de los principios humanitarios del espiritismo, se dispuso a estudiar la medicina homeopática para atender las dolencias de los campesinos.
Entérate de esto y mucho más en este interesante repaso de nuestra historia reciente.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento26 mar 2022
ISBN9781005513573
Todo sobre la Revolución Mexicana
Autor

Sergio Gaspar Mosqueda

Nací en la Ciudad de México en 1967 y estudié la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde obtuve la medalla Gabino Barreda. En el año 2000, creé y dirigí el proyecto de revista cultural El Perfil de la Raza, en cuyo consejo editorial figuraba Miguel León Portilla, entonces presidente de la Academia Mexicana de la Historia. Trabajo para diversas editoriales y he publicado 31 obras en papel con varias editoriales y 46 en Amazon, entre las que se hallan dos novelas, varios volúmenes de cuentos, leyendas, un poemario, biografías de músicos de rock, diversos libros sobre historia de México y cuadernos de trabajo de varias materias.Mi primer libro, la novela Una generación perdida, se publicó en la colección Voces de México, en la que figuraron autores mexicanos destacados, como Vicente Leñero, Emilio Carballido, Alejandro Licona, Luisa Josefina Hernández, Víctor Hugo Rascón Banda y Eusebio Ruvalcaba. El reconocido autor Juan Sánchez Andraka afirma en el prólogo de la primera edición: “Yo leí este libro. Más bien debo decir: Yo viví este libro. Debo agregar: Lo viví intensamente".Uno de mis libros más vendidos es Cuentos mexicanos de horror y misterio. Próximamente aparecerán en papel mis libros sobre 50 figuras del rock clásico, 50 importantes músicos del metal gótico y 50 figuras del K-pop.

Lee más de Sergio Gaspar Mosqueda

Relacionado con Todo sobre la Revolución Mexicana

Libros electrónicos relacionados

Historia de América Latina para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Todo sobre la Revolución Mexicana

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Todo sobre la Revolución Mexicana - Sergio Gaspar Mosqueda

    Sergio Gaspar Mosqueda

    Todo sobre la Revolución Mexicana

    Colección Grandes Verdades de la Historia

    Copyright 2022 Sergio Gaspar Mosqueda

    Edición de Smashwords

    Recuerda dejar una reseña de mi libro en tu tienda preferida.

    Este libro está disponible en forma impresa en la mayoría de los minoristas en línea.

    Diseño de portada: Sergio Gaspar Mosqueda

    México, marzo del 2022

    Este libro electrónico tiene licencia para su disfrute personal únicamente. Este libro electrónico no se puede revender ni regalar a otras personas. Si desea compartir este libro con otra persona, compre una copia adicional para cada destinatario. Si está leyendo este libro y no lo compró, o no lo compró para su uso exclusivo, vuelva a su distribuidor de libros electrónicos favorito y compre su propia copia. Gracias por respetar el arduo trabajo de este autor.

    Tabla de contenido

    Porfirio Díaz: de caudillo liberal a dictador

    Madero desea la democracia

    La vía armada

    Se afianza la rebelión

    Madero presidente

    La Decena Trágica

    El Ejército Constitucionalista contra Huerta

    La temible División del Norte

    Problemas entre Villa y Carranza

    La Convención de Aguascalientes

    Otra vez la guerra

    Otra vez el intervencionismo

    El final de los caudillos

    Notas biográficas

    Sobre el autor

    Obras de Sergio Gaspar Mosqueda

    Conectar con Sergio Gaspar Mosqueda

    Porfirio Díaz: de caudillo liberal a dictador

    El 3 de marzo de 1908 Díaz declaró en entrevista con el periodista norteamericano James Creelman, de la Pearson’s Magazine, que estaba dispuesto a dejar el poder, es decir, que ya no iba a lanzar su candidatura en 1910 para reelegirse, pero en realidad estaba muy lejos de querer cumplir con su palabra.

    Una de las declaraciones de Díaz que más entusiasmaron a buena parte de la población mexicana y que animaron a Francisco I. Madero a escribir y publicar su libro La sucesión presidencial en 1910, fue ésta:

    –He esperado pacientemente porque llegue el día en que el pueblo de la República Mexicana esté preparado para escoger y cambiar a sus gobernantes, sin peligro de revoluciones armadas, sin lesionar el crédito nacional y sin interferir con el progreso del país. Creo que, finalmente, ese día ha llegado.

    Hay que puntualizar que en su libro Madero hablaba de poner verdaderamente en práctica el lema de Sufragio efectivo, no reelección, semejante al que había esgrimido Porfirio Díaz en contra de Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada: Sufragio libre, no reelección.

    Para entender las circunstancias en que se dio esto, revisemos un poco de la historia del siglo XIX.

    Durante la Guerra de Reforma (también llamada Guerra de los Tres años, por haber durado de 1858 a 1860), al luchar del lado de los liberales encabezados por Juárez, Díaz logró varios ascensos, y se distinguió sobre todo en las batallas para aplastar a los conservadores en Oaxaca –el estado donde habían nacido tanto él como Benito Juárez–, lo cual consiguió a fines de 1860 con la ayuda de su hermano Félix, cuyo hijo del mismo nombre tendría mucho que ver en el trágico fin de Francisco I. Madero.

    A fines de 1860 los liberales ganaron la guerra y el 1 de enero de 1861 desfilaron en la ciudad de México para festejar su triunfo. Porfirio Díaz no quiso perderse el evento. Algunos grupos conservadores continuaron luchando de manera aislada, y Porfirio se encargó principalmente de perseguir a los que habían asesinado a Santos Degollado. Durante la Guerra de los Pasteles, Díaz fue de los pocos militares que se mantuvieron fieles al gobierno liberal y, tras huir de los franceses, que lo habían capturado en la ciudad de Puebla el 18 de marzo de 1862, acompañó al presidente Benito Juárez en su trayecto de la ciudad de México a Toluca. De ahí partió a luchar contra los conservadores de Taxco y, luego de deponer al gobernador de Oaxaca, el cual empezó a entablar pláticas con los franceses, ocupó su puesto durante sesenta días. En esa época don Porfirio aun se conducía con base en principios liberales y su honestidad en el manejo de recursos públicos quedó más que demostrada.

    Díaz siguió siendo héroe nacional durante la siguiente intervención francesa, cuando se buscó imponer a Maximiliano de Habsburgo como emperador de México, quien llegó al país junto con su esposa Carlota el 28 de mayo de 1864.

    En esa época fue evidente el contraste entre don Porfirio, que se mantuvo fiel a Juárez, y muchos de sus compañeros liberales, que se pasaron al bando conservador, el cual había solicitado un emperador a Europa.

    El 8 de febrero de 1865, los franceses lograron capturar a Díaz en Oaxaca y encerrarlo en el fuerte de Loreto, en Puebla. De ahí fue llevado al Convento de Santa Catarina, de donde trató de escapar por medio de un túnel que se mantuvo cavando durante meses, pero luego lo cambiaron a otro convento de la misma ciudad de Puebla. El 20 de septiembre de 1865 logró huir de ahí con ayuda de algunos amigos.

    Durante un tiempo combatió como guerrillero contra los franceses y luego logró formar un ejército. En ese tiempo se relacionó con Manuel González, quien jugaría un papel importante entre las muchas reelecciones de Porfirio Díaz como presidente de la república.

    Con el apoyo que Benito Juárez le dio en cuanto a pertrechos, y con la colaboración tanto de su hermano Félix como de Manuel González, Porfirio se hizo dueño de Oaxaca al finalizar 1866, lo cual contribuiría enormemente a vencer a los franceses.

    En marzo de 1867, mientras Mariano Escobedo ponía sitio a Querétaro, donde se habían refugiado Maximiliano y los militares mexicanos que lo apoyaban –entre ellos Miguel Miramón y Tomás Mejía–, el mariscal francés Tomás Bazaine entraba en tratos con Porfirio Díaz para entregarle la ciudad de México, de modo que éste pudiera adquirir el poder suficiente como para ocupar la presidencia y ofrecer una rendición decorosa a los invasores. Este fue el primer hecho que puso en contraposición a Juárez y a Díaz, entonces ya jefe del Ejército de Oriente. Finalmente, éste, luego de tomar Puebla y teniendo en consideración la oferta de Bazaine, habló con Ramón Corona, jefe del Ejército de Occidente, y Mariano Escobedo, quienes podían ser sus principales rivales en la pelea por quedarse con la presidencia una vez vencidas las tropas francesas. Parecía ser su deseo llegar a acuerdos para evitar otro derramamiento de sangre entre connacionales. Don Mariano no dio muestras de interesarse por alcanzar el poder y continuó con el sitio de Querétaro. Don Benito Juárez, en cuanto tuvo noticia de las maniobras de Porfirio Díaz, no volvió a confiar en él. Antes bien, para restarle poder, le pidió que enviara refuerzos a Escobedo, a lo cual Porfirio se negó y se aprestó a tomar la capital del país.

    El 21 de junio de 1867, dos días después del fusilamiento de Maximiliano, Miramón y Mejía en el Cerro de las Campanas, al fin pudo Porfirio Díaz entrar a la

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1