A partir del expediente de la Causa instruida contra el generalísimo D. Ignacio Allende, realizada luego de su aprehensión y traslado a Chihuahua, la historiadora Guadalupe Jiménez Codinach traza la trayectoria del joven insurgente y, sin pretender “ser iconoclasta”, lo ubica como el verdadero ideólogo del plan conspirador de la insurrección.
Es Allende, afirma categórica, quien invitó a Miguel Hidalgo y Costilla a sumarse a la Junta de Conspiradores que organizaba en su casa de San Miguel, pero el cura se negó inicialmente, no creía en la independencia. Le respondió que quienes iniciaban esos movimientos nunca veían el fin.
El sacerdote tuvo razón, pues unos meses después del levantamiento de la madrugada del 16 de septiembre de 1810 ambos fueron juzgados y sentenciados a muerte junto con sus seguidores Mariano Abasolo, Juan Aldama y Mariano Jiménez. Y la Independencia la consumaron 11 años después, el 27 de septiembre de 1821, Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide, proclamado “emperador constitucional” en 1822 en el Congreso.
La historiadora describe a Ignacio Allende, nacido el 21 de enero de 1769 en San Miguel el