Boris Johnson: la broma ya no da risa
Boris Johnson era un hombre a prueba de balas. No pocos analistas en Reino Unido trataron de explicar por qué ningún escándalo parecía afectar la aprobación de su primer ministro. Esto cambió radicalmente desde hace un par de meses. La coraza del populista conservador se ha resquebrajado y se desmorona rápidamente. La duda ahora es por qué se ha abierto tan rápido y cuándo terminará de caerse.
Como buena parte de los populistas contemporáneos, Boris Johnson enfundó desde hace años a su persona en un bien curado personaje. Como buen populista, el humor es un aspecto especial en la caricatura que oculta al público el rostro de ese primer ministro. Sin embargo, a diferencia de los populistas en otros países, este líder conservador británico hizo del humor el sello más reconocible
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