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Documentos históricos de la Revolución mexicana: Revolución y régimen constitucionalista, I
Documentos históricos de la Revolución mexicana: Revolución y régimen constitucionalista, I
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Libro electrónico964 páginas12 horas

Documentos históricos de la Revolución mexicana: Revolución y régimen constitucionalista, I

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Con este volumen se inicia la publicación de una serie de testimonios acerca de los hechos y los hombres de la Revolución mexicana. En su inmensa mayoría totalmente inéditos, abarcan los años de 1910 a 1920. La integran el archivo de Venustiano Carranza, más otros papeles que ha seleccionado un equipo de investigadores bajo la dirección de Isidro Fabela.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento25 jun 2014
ISBN9786071620989
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    Documentos históricos de la Revolución mexicana - Isidro Fabela

    I

    1

    Circular expedida por don Venustiano Carranza, Gobernador del Estado de Coahuila, invitando al Gobierno de los Estados, y jefes militares, a desplegar la bandera de la legalidad, con motivo de la arbitraria e ilegal designación hecha por el Senado de la República para que el general Victoriano Huerta se hiciera cargo del Poder Ejecutivo. [B.]

    El Gobierno de mi cargo recibió ayer, procedente de la capital de la República, un mensaje del señor general don Victoriano Huerta, comunicando que, con autorización del Senado, se había hecho cargo del Poder Ejecutivo Federal, estando presos el señor Presidente de la República y todo su Gabinete, y como esta noticia ha llegado a confirmarse, y el Ejecutivo de mi cargo no puede menos que extrañar la forma anómala de aquel nombramiento, porque en ningún caso tiene el Senado facultades constitucionales para hacer tal designación cualquiera que sean las circunstancias y sucesos que hayan ocurrido en la ciudad de México, con motivo de la sublevación del brigadier Félix Díaz y generales Mondragón y Reyes, y cualquiera que sea también la causa de la aprehensión del señor Presidente y sus ministros, es el Congreso General a quien toca reunirse para convocar inmediatamente a elecciones extraordinarias, según lo previene el Art. 81 de nuestra Carta Magna; y por tanto, la designación que ha hecho el Senado, en la persona del señor general V. Huerta, para Presidente de la República, es arbitraria e ilegal, y no tiene otra significación que el más escandaloso derrumbamiento de nuestras instituciones, y una verdadera regresión a nuestra vergonzosa y atrasada época de los cuartelazos; pues no parece sino que el Senado se ha puesto en connivencia y complicidad con los malos soldados, enemigos de nuestra patria y de nuestras libertades, haciendo que éstos vuelvan contra ella la espada con que la nación armara su brazo, en apoyo de la legalidad y el orden.

    Por esto, el Gobierno de mi cargo, en debido acatamiento a los soberanos mandatos de nuestra Constitución Política Mexicana, y en obediencia a nuestras instituciones, fiel a sus deberes y animado del más puro patriotismo se ve en el caso de desconocer y rechazar aquel incalificable atentado a nuestro pacto fundamental, y en el deber de declararlo así, a la faz de toda la nación, invitando por medio de esta circular a los gobiernos y a todos los jefes militares de todos los Estados de la República, a ponerse al frente del sentimiento nacional, justamente indignado, y desplegar la bandera de la legalidad, para sostener al Gobierno constitucional, emanado de las últimas elecciones, verificadas de acuerdo con nuestras leyes de 1910.

    Saltillo (Coah.), febrero 19 de 1913. V. Carranza.

    2Oficio de don Venustiano Carranza, Gobernador del Estado de Coahuila de Zaragoza, dirigido al H. Congreso del mismo, para resolver sobre la actitud que debería asumirse, con respecto a la usurpación de la Primera Magistratura de la República, por el general Victoriano Huerta. [ B. ]

    Gobierno del Estado de Coahuila de Zaragoza. República Mexicana. Sección tercera. Número 5, 565.

    Con fecha de ayer, y procedente de México, recibí el siguiente telegrama del general Victoriano Huerta:

    "Autorizado por el Senado, he asumido el Poder Ejecutivo, estando presos el Presidente y su Gabinete. V. Huerta." El telegrama preinserto es por sí solo insuficiente para explicar con claridad la delicada situación por que el país atraviesa; mas como el Senado, conforme a la Constitución, no tiene facultades para designar el Primer Magistrado de la Nación, no pudo legalmente autorizar al general Victoriano Huerta para asumir el Poder Ejecutivo y, en consecuencia, el expresado general no tiene legítima investidura de Presidente de la República.

    Deseoso de cumplir fielmente con los sagrados deberes de mi cargo, he creído conveniente dirigirme a esta Honorable Cámara para que resuelva sobre la actitud que deba de asumir el Gobierno del Estado en el presente trance, con respecto al general que, por error o deslealtad, pretende usurpar la Primera Magistratura de la República.

    Esperando que la resolución de este Honorable Congreso esté de acuerdo con los principios legales y con los intereses de la patria, me es grato renovar a ustedes las seguridades de mi distinguida consideración y particular aprecio.

    Libertad y Constitución. Saltillo, 19 de febrero de 1913. V. Carranza. E. Garza Pérez, secretario. A los ciudadanos secretarios del H. Congreso del Estado. Presente.

    3

    Dictamen del H. Congreso Local del Estado de Coahuila de Zaragoza, a la iniciativa del Gobernador del mismo, desconociendo al general Victoriano Huerta en su carácter de jefe del Poder Ejecutivo de la República. [B.]

    Señor:

    Siendo en nuestro poder una comunicación del Ejecutivo del Estado, de esta fecha, en la que informa a esta Honorable Cámara del siguiente mensaje que le dirigió el general Victoriano Huerta: Autorizado por el Senado he asumido el Poder Ejecutivo, estando presos el Presidente y su Gabinete, y siendo esta Comisión del mismo sentir que el Ejecutivo del Estado, cuando dice en su citada comunicación: El Senado, conforme a la Constitución, no tiene facultades pata designar al Primer Magistrado de la Nación, considerando la presente situación grave por demás, no vacilamos en presentar la resolución que sigue, como nacida del patriotismo que anima a los miembros de esta Honorable Cámara, a fin de procurar de la manera más conveniente la solución del presente conflicto. En tal virtud, pasamos a proponer a la deliberación de V. E. el siguiente proyecto de decreto:

    Artículo 1º. Se desconoce al general Victoriano Huerta en su carácter de jefe del Poder Ejecutivo de la República, que dice él le fue conferido por el Senado, y se desconocen también todos los actos y disposiciones que dicte con ese carácter.

    Artículo 2º. Se conceden facultades extraordinarias al Ejecutivo del Estado en todos los ramos de la administración pública para que suprima lo que crea conveniente y proceda a armar fuerzas para coadyuvar al sostenimiento del orden constitucional de la República.

    Económico. Excítese a los gobiernos de los demás Estados y a los jefes de las fuerzas federales, rurales y auxiliares de la Federación para que secunden la actitud del Gobierno de este Estado.

    Sala de Comisiones del H. Congreso del Estado. Saltillo, febrero 19 de 1913. José García Rodríguez. A.V. Villarreal. Gabriel Calzada.

    4

    Decreto expedido por el H. Congreso del Estado de Coahuila de Zaragoza, desconociendo al general Victoriano Huerta en su carácter de jefe del Poder Ejecutivo de la República, concediendo facultades extraordinarias al Ejecutivo del Estado para armar fuerzas a fin de coadyuvar al sostenimiento del orden constitucional de la República. [A. I. F., F9-71-31.]

    Un sello al margen, que dice: República Mexicana. Gobierno del Estado de Coahuila de Zaragoza.

    VENUSTIANO CARRANZA, Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza, a sus habitantes sabed:

    Que el Congreso del mismo, ha decretado lo siguiente:

    El XXII Congreso Constitucional del Estado Libre, Independiente y Soberano de Coahuila de Zaragoza, decreta:

    Número 1421.

    Artículo 1º. Se desconoce al general Victoriano Huerta en su carácter de jefe del Poder Ejecutivo de la República, que dice él le fue conferido por el Senado y se desconocen también todos los actos y disposiciones que dicte con ese carácter.

    Artículo 2º. Se conceden facultades extraordinarias al Ejecutivo del Estado en todos los ramos de la administración pública para que suprima los que crea convenientes y proceda a armar fuerzas para coadyuvar al sostenimiento del orden constitucional en la República.

    Económico. Excítese a los gobiernos de los demás Estados y a los jefes de las fuerzas federales, rurales y auxiliares de la Federación para que secunden la actitud del Gobierno del Estado.

    Dado en el Salón de Sesiones del H. Congreso del Estado, en Saltillo, a los diez y nueve días del mes de febrero de mil novecientos trece. A. Barrera, diputado presidente. J. Sánchez Herrera, diputado secretario. Gabriel Calzada, diputado secretario.

    Imprímase, comuníquese y obsérvese. Saltillo, 19 de febrero de 1913. V. Carranza. E. Garza Pérez, secretario.

    5

    Informe rendido por Mr. Henry Lane Wilson, al Departamento de Estado americano, sobre las renuncias presentadas por don Francisco I. Madero y licenciado José M. Pino Suárez, a sus cargos de Presidente y Vicepresidente de la República, respectivamente, para proclamarse posteriormente al general Victoriano Huerta como Presidente provisional. [P.]

    México, 22 de febrero de 1913. Departamento de Estado. Washington, D. C.

    El Presidente y el Vicepresidente han renunciado y sus renuncias han sido presentadas al Congreso, el que naturalmente las aceptará. Conforme a la Ley el poder recae en el señor Lascuráin, quien aún no puede renunciar, pero quien retendrá unos minutos el poder y en seguida Huerta será proclamado Presidente provisional e inmediatamente anunciará que su Gabinete lo forman las siguientes personas: Guerra, general Mondragón; Fomento, Robles Gil; Gobernación, García Granados; Justicia, Rodolfo Reyes; Instrucción Pública, Vera Estañol; Comunicaciones, De la Fuente. Henry Lane Wilson.

    6Informe rendido por Mr. Henry Lane Wilson, al Departamento de Estado americano, sobre el interés del llamado Gobierno para reprimir los desórdenes sin entrar en negociaciones, y la declaración hecha por el secretario de la Legación británica en el sentido de que su Gobierno no reconocería al Gobierno provisional. [ P. ]

    México, febrero 24 de 1913. Departamento de Estado. Washington, D. C.

    Continúan llegando adhesiones al Gobierno de todas partes del país y pienso que nos encontramos en vísperas de gozar de verdadera paz con excepción de algunos distritos al sur de México, donde el Gobierno según me han informado, no intenta entrar en negociaciones, sino suprimir los desórdenes con mano firme, sin dar cuartel a los violadores de la Ley, dando así al mundo una prueba inmediata de la estabilidad y vigor de la presente administración. Creo urgente que el Departamento haga saber al pueblo de los Estados Unidos la disposición amistosa de este Gobierno para con los Estados Unidos y la actividad que está desplegando para restablecer el orden; también debe llamarse la atención sobre el hecho de que uno de los últimos actos del Gobierno de Madero fue enviar telegramas a todos los gobernadores en sentido de que aumentara la excitación en contra de los americanos residentes en México. El secretario de la Legación británica me dijo hoy que era indudable que su Gobierno no reconocería a la actual administración del Gobierno provisional. Esto sería un gran error, que pondría en peligro al actual Gobierno, del que depende la seguridad de los extranjeros y creo que sería conveniente se tuvieran algunas pláticas con la Embajada inglesa.

    Confidencial. Hoy me informó el señor De la Barra que en una reunión que hubo en Palacio inmediatamente después de la muerte de Madero le dijo al Presidente que si no quedaba convencido que el Gobierno no estaba inmiscuido en el asesinato de Madero renunciaría inmediatamente con dos de sus colegas. Agregó que quedó convencido y por eso dio al público el informe que trasmitió la Prensa Asociada. A pesar de todos los rumores que corren sobre el particular estoy dispuesto a aceptar la versión del Gobierno sobre el asunto y considero concluido el incidente. La cooperación del Departamento en este sentido sería de infinito valor en estos momentos tan difíciles. Henry Lane Wilson.

    7Telegrama de don Venustiano Carranza, Gobernador del Estado de Coahuila, fechado en la ciudad de Ramos Arizpe, Coah., manifestando al presidente William Taft, que su festinación en reconocer al Gobierno espurio del general V. Huerta ha desatado la guerra civil en el Estado de Coahuila, y pronto se extendería en todo el país. [ P. ]

    Ramos Arizpe, 26 de febrero de 1913. S. E. William Taft. Washington, D. C.

    La festinación con que el Gobierno de usted ha reconocido al Gobierno espurio que Huerta trata de implantar sobre la traición y el crimen ha acarreado la guerra civil al Estado de Coahuila que represento, y muy pronto se extenderá en todo el país. La nación mexicana condena el villano cuartelazo que la ha privado de sus gobernantes constitucionales; pero sabe que sus instituciones están en pie y que está dispuesta a sostenerlas. Espero que vuestro sucesor obrará con más circunspección acerca de los intereses sociales y políticos de mi país.

    V. Carranza, Gobernador Constitucional de Coahuila.

    8

    Carta de don José María Maytorena, fechada en Tucson, Arizona, dando a conocer a don Venustiano Carranza las pretensiones del licenciado Emilio Vázquez Gómez, en el sentido de que el Estado de Sonora fuera el asiento del Gobierno provisional del citado, para que el movimiento tuviera personalidad moral. [A. I. F., F9-70-28.]

    Tucson, marzo 28 de 1913. Señor don Venustiano Carranza. En su campamento.

    Muy estimado amigo:

    Con singular satisfacción recibí sus estimables letras de fecha 19 del actual en las que se sirve darme algunos datos, que mucho agradezco y para que usted tenga la satisfacción de ver que caminamos de acuerdo, como no tenía menos de suceder, dada nuestra filiación política, paso a darle breve cuenta de lo hecho por nosotros, es decir, por nuestro partido, encabezado por este su humilde servidor. Usted conoce la actitud franca que, iniciada por mí, tomó el Estado de Sonora y por lo mismo no entraré en detalles más que para precisar lo que antes dije: la afinidad de nuestras ideas y en consecuencia nuestro común sentir.

    Autorizado con una carta del señor licenciado don Emilio Vázquez Gómez, estuvo en ésta el señor licenciado Larrazolo. Pretendía si no franca, pero sí embozadamente que reconociésemos tácitamente al señor Vázquez Gómez. Naturalmente contesté que yo no tenía ni debía resolver nada sobre este asunto, que el pueblo, cuando la República estuviese tranquila, era el llamado a resolver.

    Posteriormente vino otro comisionado del mismo señor Vázquez Gómez, el señor Aristarco Carrascoso, a quien usted se refiere. Éste fue más explícito que el anterior y aun llegó a apuntar la idea de que Sonora fuera el asiento del Gobierno provisional de Vázquez Gómez, con el objeto, decía, de que el movimiento tuviera lo que pudiéramos llamar personalidad moral. Tampoco acepté esta argucia y terminantemente dile a conocer mi conclusión:

    Sonora haría un pacto con el señor Vázquez Gómez, única y exclusivamente, para atacar al enemigo común: es decir, al huertismo; pero para ello necesitaba que previamente el Estado de Chihuahua o por lo menos el partido encabezado por Vázquez Gómez, demostrara con hechos positivos que estaba contra Huerta, desde el momento que Sonora ya había dado pruebas palpables de su antihuertismo. Éste fue el ultimátum con el cual se fueron ambos delegados, sin que posteriormente haya recibido ninguna noticia de ellos ni del señor Vázquez Gómez.

    Con respecto al segundo punto que tocó en su estimable carta que contesto, de dar unidad al movimiento constitucional, también tengo el gusto de participarle que comulgo con sus propias ideas. En conferencias tenidas con el señor doctor Navarro, a quien usted conoce y el diputado Roberto V. Pesqueira, discutimos ampliamente el asunto y yo propuse y ellos aceptaron, que reuniendo usted las dotes de talento, juicio, reposo y prestigio, tanto en el orden civil como en el militar, era el designado para ser el jefe supremo de la Reivindicación. Los demás detalles, tales como el desconocimiento de los Poderes Federales y, al triunfo del movimiento constitucionalista, reasumir el Jefe Supremo todos los poderes para convocar a elecciones, también fueron discutidos y aprobados.

    Cuente usted, por mi parte, con la más completa aquiescencia a su programa, que me parece que es el único hábil, oportuno y eficaz a que debemos sujetarnos; y espero ansioso el plan que me anuncia, para hacerlo conocer a todos nuestros jefes militares con mando, pues aunque tengo la creencia de que seguirán seguramente mi opinión, por respeto que debemos a la libertad de opinar, quiero y debo consultar antes con ellos.

    No me extiendo más, porque comprendo que no dispone de mucho tiempo, dadas las necesidades de la campaña; pero sí debo decirle con satisfacción que nuestro Estado se ha portado noble y valientemente, pues en cuantos encuentros ha tenido con los federales, éstos han resultado vencidos.

    Se hallan en nuestro poder las aduanas de Agua Prieta y Nogales; Cananea también es nuestra. Tras de tres días de duro combate los federales se rindieron en número de 3 jefes, 18 oficiales, y más de 300 de tropa, pudiendo obtener con este triunfo, 500 maussers, 30 000 cartuchos, 2 ametralladoras y 2 lanza-bombas. Naco no tardará en caer en nuestro poder y pronto creemos estar en posesión de todo el Estado de Sonora.

    Deseando a usted todo género de éxitos y en espera de sus estimables letras quedo de usted su afmo., amigo y atto. S. S.

    José M. Maytorena

    9

    Manifiesto de don Venustiano Carranza, fechado en Piedras Negras, Coah., haciendo consideraciones sobre la lucha en que se empeñan los Estados de Coahuila y Sonora, secundados por los demás Estados de la República, en contra del llamado Gobierno del general Huerta, por lo que espera que el pueblo y Gobierno americano encuentren justificado dicho movimiento. [A. I. F., F9-49-VI.]

    AL PUEBLO AMERICANO

    Por las consecuencias que, para los intereses americanos en la nación mexicana, pudiera traer el conflicto armado que ha surgido entre los Estados de Coahuila y Sonora y los demás que los están secundando, en contra del llamado Gobierno del general Victoriano Huerta, quiero que el pueblo americano juzgue acerca de la justificación de la actitud asumida por los gobiernos antes expresados y por una gran parte del pueblo de otros.

    Después de treinta y cinco años de la dictadura del general Porfirio Díaz, el pueblo mexicano, no queriendo soportarla más, en una conmoción unánime en 1910, arrojó del poder al general Díaz, y en la elección más espontánea, verificada en la nación desde su independencia, llevó a la Presidencia de la República al C. Francisco I. Madero, jefe de la lucha democrática en contra de la dictadura del general Díaz.

    Los elementos del viejo Gobierno, no conformes con el nuevo régimen, intentaron tres veces, por medio de la revolución, derrocar del poder al señor Madero: pero la nación estaba con él y todos los esfuerzos de sus enemigos fueron inútiles.

    Los descontentos, en su impotencia, recurrieron a sobornar al ejército y lograron conseguirlo con parte de la guarnición de la ciudad de México, que se sublevó contra el Gobierno legalmente constituido. El Presidente confió el mando de las fuerzas para someterlos, al general Victoriano Huerta, a quien el general Díaz había tenido en el olvido, por indigno e inmoral, y a quien el señor Madero había colmado de favores y de honores, que pagó con la más negra ingratitud, arrojando una mancha que no se lavará, en la historia del ejército. El general Huerta, se unió a los sublevados de Félix Díaz, sobrino del ex dictador, aprehendiendo al señor Presidente, al Vicepresidente y al Gabinete, comunicando, a los Estados este acto indigno y atentatorio contra las instituciones de la nación, en los siguientes términos: Autorizado por el Senado, he asumido el Poder Ejecutivo de la nación, estando presos el Presidente y su Gabinete. Tal procedimiento, empleado por el ejército para hacer desaparecer el Gobierno del pueblo, trajo como consecuencia el desconocimiento, por parte de los gobiernos de Sonora y Coahuila, del llamado Gobierno del general Huerta, emanado de una asonada militar, y el referido desconocimiento originó el conflicto armado que empieza a asolar de nuevo a la nación y que no tendrá más solución que por medio de las armas, pues los que creemos que debe imperar el derecho sobre la fuerza, no consentiremos en la restauración de la dictadura, que sería hoy mil veces más funesta que la pasada.

    Expuesto lo anterior, yo pregunto al pueblo americano y a los gobiernos de sus Estados: ¿Si se hubiesen desarrollado en Washington los acontecimientos acaecidos en la ciudad de México, y un jefe de su ejército se hubiese apoderado de su Presidente y Vicepresidente, y asesinándolos, asumiendo después por la fuerza de unos cuantos soldados armados la Primera Magistratura de la nación, seguirían otra conducta que la que hemos seguido los gobiernos de Sonora y Coahuila? Yo creo que no. El Presidente usurpador seguramente no habría durado veinticuatro horas en el poder, sin haber sido arrojado de él.

    Espero, pues, que el pueblo americano encuentre justificada la lucha actual, en contra del llamado Gobierno del general Huerta y nos disculpe de los perjuicios que a sus intereses se ocasionen, contra nuestra voluntad, en la contienda que nos envuelve.

    Piedras Negras, 4 de abril de 1913. El Gobernador Constitucional de Coahuila y Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, V. Carranza.

    10 Carta del doctor Samuel Navarro, fechada en El Paso, Tex., tratando a don Venustiano Carranza de sus trabajos de propaganda en el Estado de Sonora, como preliminares a la Junta de Delegados en los de Coahuila, Chihuahua y Sonora, y que el programa radical que normará el movimiento constitucionalista y del Gobierno emanado de él, satisfará las aspiraciones del país. [ A. I. F. , F9-70-23.]

    El Paso, Tex., abril 5 de 1913. Señor gobernador don Venustiano Carranza. Monclova, Coahuila.

    Muy estimado señor y amigo:

    Estoy en ésta de vuelta de mi viaje de propaganda en Sonora y mañana es el día designado para la reunión de los delegados de los tres Estados de Sonora, Chihuahua y Coahuila. Creo que el programa radical que normará los actos del movimiento constitucionalista y del Gobierno emanado de él, será una hermosa bandera de propaganda y satisfará las más hermosas aspiraciones de todos los que en el país luchamos por nuestra redención política y económica.

    He leído cuidadosamente las declaraciones hechas por usted ante los reporteros americanos y el programa revolucionario de los jefes en armas en ese Estado de Coahuila y en mis largas conversaciones con los gobernantes y jefes constitucionalistas de Sonora, he procurado traducir fielmente las intenciones de usted, así como las aspiraciones de los constitucionalistas en armas; todos en Sonora se encuentran impregnados de las más sanas ideas radicales y comprenden que el éxito de nuestra empresa y el futuro progreso económico y el establecimiento definitivo de la paz en la República están basados precisamente en el radicalismo de los hombres que dirigen el movimiento restaurador del orden constitucional. Comprenden que es necesario esforzarse por que el triunfo de nuestro movimiento libertador no se quede a la mitad del camino por contemplaciones hacia los usurpadores y opresores del país y que urge que, ya que las circunstancias nos son propicias, llevar a la práctica nuestras ideas radicales, sin vacilaciones ni temores.

    El problema económico más que el político de nuestro país no podrá resolverse si al momento del triunfo no sabemos aprovechar la situación favorabilísima de vencedores y nos enfrentamos de una manera decidida a todo lo que pueda constituir un estorbo a la realización de nuestros proyectos libertadores; es por esto que creemos conveniente que en el programa político que se lanzará a la nación deberá considerarse en primer término el problema agrario que, como usted sabe, es una de las causas primeras de revoluciones en el país. No será el problema agrario en el programa político constitucionalista una promesa de reparto de tierras que más tarde traería serias dificultades al Gobierno y podría ser motivo de nuevos levantamientos, sino una solemne promesa a los desheredados de que el Gobierno emanado de este movimiento verá, como una de sus primeras y más grandes obligaciones, el mejoramiento económico de las clases rurales humildes, para lo cual hará uso de todos sus elementos y de todo su prestigio de Gobierno emanado de Revolución vencedora, para obtener, de donde exista, lo que sea necesario para libertarles de su actual condición de esclavos y les permita obtener rendimientos proporcionales a su esfuerzo.

    Mis conversaciones con usted y con los constitucionalistas de Sonora y Chihuahua me han permitido formarme un juicio exacto de los ideales que animan a los que ahora luchan por la conquista definitiva de nuestras libertades y espero que el programa político que emane de la Convención que tendrá lugar aquí llenará las aspiraciones de todos los patriotas de la República, constituirá una bandera que agrupará en torno nuestro a los radicales y alejará para siempre a los media-tintas, a los cobardes y a los reaccionarios de nosotros y por último significará para los gobernantes, que la voluntad popular lleve a los puestos públicos en lo futuro, un memorándum de obligaciones que deberán cumplir, porque para obligarles a ello quedará la fuerza incontrastable del Ejército Constitucionalista que elevado al rango de Ejército Nacional, no sería ya sostén de tiranos, sino que, formado de verdaderos ciudadanos, será la salvaguardia de la Ley y de la Justicia.

    Paso ahora a referirle a grandes rasgos lo que sucede por estos rumbos; como usted sabe el gobernador Maytorena pidió una licencia de seis meses, lo que unido a su establecimiento en territorio americano, ha traído como consecuencia que esté completamente alejado de los asuntos locales y que el peso entero de la situación caiga sobre los hombros del gobernador interino Ignacio L. Pesqueira. Cuenta Sonora con cinco mil hombres aproximadamente, bastante bien armados y este número aumenta diariamente en cifras halagadoras; excepción hecha de Naco, donde Ojeda se guarece con trescientos hombres y dos cañones, y de Guaymas donde hay mil doscientos federales al mando del general Gil, todo el Estado está en posesión de los constitucionalistas. Pretende Sonora establecer un Banco de emisión, con billetes garantizados por la Tesorería del Estado; algunos, sin embargo, opinan que sería mejor que la emisión de billetes, que serían de circulación forzosa en todo el territorio dominado por los constitucionalistas, fuera hecha por el jefe del movimiento y garantizados por el futuro Gobierno Federal, emanado del movimiento, logrando de esta manera que al triunfo, quedaran para siempre suprimidas las concesiones de emisión de billetes que como prebendas se han regalado a tantos banqueros científicos de la República, que es una de las primeras medidas que deberán tomarse para alcanzar el establecimiento de un único Banco de emisión, cuyos productos fueran a acrecer los fondos del Erario Nacional.

    Aquí en el Estado los asuntos marchan bastante satisfactoriamente; las fuerzas constitucionalistas alcanzan la cifra de 4 000 hombres y se han dado algunos combates favorables a nuestras armas. Las deserciones en el ejército federal continúan y prácticamente Rábago sólo posee las poblaciones de Chihuahua, Juárez, Parral, Santa Rosalía y Jiménez. Guarniciones insignificantes en Pearson y Madera y Salazar con sus Rojos, ahora huertistas en el Departamento de Galeana, viendo cada vez disminuir sus fuerzas por las constantes deserciones.

    Emilio Vázquez Gómez, refugiado en un hotelucho de esta ciudad, con tres partidarios y lanzando proclamas en favor de la paz, dícese bajo la influencia de cuantioso donativo monetario del Gobierno de Huerta.

    Después de verificada la Convención, irán un representante de Sonora y otro de Chihuahua a acompañarle a usted y que servirán de intermediarios entre los Estados que representan y la Jefatura del movimiento constitucionalista.

    Acabo de saber en estos momentos que van rumbo a ésa dos personas que fueron prominentes en la administración de Maytorena y aunque no tengo conocimiento preciso de la misión que llevan, sospecho que lo hacen por su cuenta y quizá con el objeto de estorbar nuestra labor radical; tal me hacen pensar unas declaraciones de Maytorena, según las cuales declaró que el Presidente provisional al triunfo del movimiento sería Lascuráin, porque así lo prescribe la Constitución; como se ha dicho por aquí que Huerta resignará a favor de este señor, no dudo que la misión de estos señores allegados a Maytorena y que no tienen actualmente, cuando menos que yo sepa, ingerencia directa en asuntos de Sonora, he creído conveniente expresarle lo anterior para mejor norma de sus decisiones.

    Espero verle pronto por allá y entre tanto reciba mi afectuoso abrazo y las seguridades de mi adhesión y afecto sincero.

    Doctor Samuel Navarro

    11 Carta del señor Roque González Garza, fechada en El Paso, Tex., informando a don Venustiano Carranza de su designación como Delegado por la Junta Constitucionalista en San Antonio, Tex., ante la Junta de Representantes de Sonora y Chihuahua, así como de las actividades revolucionarias en esos Estados. [ A. I. F. , F9-53-23.]

    El Paso, Tex., abril 11 de 1913. Señor don Venustiano Carranza, Gobernador Constitucional del Estado de Coahuila y Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. Piedras Negras.

    Señor:

    La Junta Constitucionalista en San Antonio, Tex., formada previa autorización de usted, tuvo a bien nombrarme, el día 6 del actual, delegado de la misma a la Junta de Representantes de Sonora y Chihuahua, que según disposición de usted debió verificarse en esta ciudad ese mismo día.

    Cumpliendo con mi deber me trasladé a ésta con tal objeto e inmediatamente me puse en contacto con los señores representantes de Sonora y Chihuahua, así como también con el representante personal de usted, quienes me manifestaron que por no haber llegado a un acuerdo definitivo el primer día de junta, resolvían salir los señores Pesqueira, De la Huerta y Breceda para Sonora, con el objeto de procurar un arreglo con el gobernador y los miembros de la Legislatura de dicho Estado y que yo los esperara aquí, para en definitiva tratar el asunto que nos congregaba.

    Estamos a 11 ya y dichos señores no han regresado. Voy a esperarlos hasta su regreso, que será mañana o pasado.

    Mientras tanto, he procurado hacer obra buena en esta ciudad. Están aquí muchos emigrados políticos que constituyen valiosos elementos para nuestra causa y como desgraciadamente notara que existen entre ellos desavenencias de bandería, he trabajado con todo empeño para ver si logro la unión de todos ellos bajo base firme a fin de que esas energías sean aprovechadas debidamente.

    El movimiento en Chihuahua es tanto o más fuerte que en Coahuila y Nuevo León. Villa, antes de salir de aquí, prometió solemnemente reconocer a usted como Jefe Supremo y sólo esperaba la salida de Chihuahua de don Alberto Madero para empezar a obrar contra esa plaza. Don Alberto llegó anoche a ésta y me dice que Villa cuenta ya con más de quinientos hombres a sus órdenes. Chao, Urbina y Rosalío Hernández operan con éxito entre Chihuahua y Torreón.

    Inés Salazar reconoció al Gobierno de Huerta y con ese motivo la mayor parte de su gente se ha sublevado diciendo que por ningún motivo combatirán a los nuestros, sino antes al contrario, lucharán junto con nosotros.

    Don Emilio Vázquez Gómez está en comunicación con David de la Fuente, ministro de Comunicaciones, quien ha declarado que autorizado por el primero, asegura que ha reconocido al Gobierno de Huerta, don Emilio.

    La situación en Naco parece ser desesperada para el general Ojeda, defensor de la plaza, pero es creencia general que no resistirá el empuje de los dos mil constitucionalistas que tratan de tomar esa importante aduana.

    La última noticia dice: que el doctor Vázquez Gómez al tratar de salir en un buque americano de Veracruz, fue detenido. No se saben detalles, pero usted comprenderá la enorme trascendencia que esto tiene.

    Antes de salir de San Antonio envié a usted un mensaje por conducto de Barrera, manifestando que de Washington comunicaban que Huerta estaba para cerrar un empréstito importante y que urgía que usted declarara formalmente no reconocer, por ilegal, cualquier empréstito que negociara Huerta. Pero para no perder tiempo y seguro de hacer un bien a la causa, yo hice al representante de la Prensa Asociada la formal declaración de que: autorizado por usted, aseguraba que el movimiento constitucionalista no reconocería la deuda que Huerta trataba de colocar.

    Espero que esta mi actitud merezca la aprobación de usted.

    Acaban de llegar a esta ciudad, procedentes de México, ocho connotados científicos-huertistas a cuya cabeza parece se encuentra R. García Granados. Llegaron en carro especial y entiendo que vinieron a encontrarlos algunas personas de Sonora.

    Dichos individuos se presentan con el disfraz de emisarios de paz, pero la verdad del propósito que traen es: la de propalar con ciertos visos de verdad y hacerla aparecer como cierta, la versión de que efectivamente los revolucionarios de Sonora desean la anexión de ese Estado a los Estados Unidos.

    Esto es sencillamente indigno y asqueroso y en este momento voy a hacer declaraciones terminantes a fin de desenmascarar a estos malos mexicanos.

    Hoy salen para Tucson, Arizona, esos mismos individuos a ver al señor Maytorena.

    Seguiré informando a usted de todo lo que acontezca en ésta mientras regreso a San Antonio.

    De usted afmo. correligionario, amigo atto. y S. S.

    R. G. Garza

    12 Estudio del licenciado Juan Neftalí Amador, sobre la sucesión presidencial, con motivo del cuartelazo y usurpación del general Victoriano Huerta. [ A. I. F. , F9-59-11.]

    La cuestión relativa a la legalidad de la sucesión presidencial resulta importantísima, hoy que por fortuna para la nación mexicana ha cundido y se ha vigorizado hasta tomar el carácter de indominable el movimiento restaurador del orden constitucional, temporalmente interrumpido éste con la traición y la usurpación llevadas a cabo por los generales Victoriano Huerta, Aureliano Blanquet y demás jefes y oficiales a ellos subordinados.

    Para resolver a conciencia la cuestión de que se trata, necesario es concretar los hechos que tienen íntima relación con la misma a fin de estudiarlos en seguida bajo el criterio de las disposiciones legales que les son aplicables.

    HECHOS:

    I. Los ciudadanos Francisco I. Madero y licenciado José María Pino Suárez, hoy extintos, fueron respectivamente el Presidente y el Vicepresidente de la República Mexicana, debidamente electos por el pueblo en los comicios de los días 1º y 15 de octubre de 1911, y declarados como tales por las Cámaras de la Unión ante las cuales prestaron su protesta según los preceptos de la Ley Suprema y sus reglamentarias.

    II. Con la investidura de Presidente y de Vicepresidente de la República, respectivamente, se hallaban funcionando dichos ciudadanos Madero y Pino Suárez el día 18 de febrero de 1913 al ser detenidos y hechos prisioneros a consecuencia de la traición de Victoriano Huerta y sus cómplices, encargados con él de la defensa del Gobierno Constitucional de la República contra el cuartelazo encabezado por Félix Díaz, Manuel Mondragón y demás rebeldes.

    III. Los secretarios de Estado que el día 18 de febrero de 1913 integraban el Gabinete del Presidente Constitucional C. Francisco I. Madero, son los siguientes:

    C. licenciado Pedro S. Lascuráin, Relaciones Exteriores

    C. licenciado Rafael L. Hernández, Gobernación

    C. licenciado Manuel Vázquez Tagle, Justicia

    C. licenciado José María Pino Suárez, Instrucción Pública

    C. ingeniero Manuel Bonilla, Fomento

    C. Jaime Gurza, Comunicaciones y O. P.

    C. Ernesto Madero, Hacienda, C. Púb. y Com.

    C. general Ángel García Peña, Guerra y Marina

    IV. La tarde del día 18 de febrero de 1913 quedaron prisioneros en el Palacio Nacional el presidente Madero, el vicepresidente Pino Suárez, y todos los secretarios del Gabinete que se encontraban presentes a la hora en que fue consumada la traición de Huerta, Blanquet y demás pretorianos, y dichos secretarios fueron puestos en libertad bajo su palabra de honor en la misma tarde, quedando tan sólo en prisión los CC. Presidente y Vicepresidente de la República.

    V. Durante la tarde y noche del 19 de febrero de 1913, previa cita librada en lo particular por un grupo de representantes al Congreso de la Unión, se reunió la Cámara de Diputados ante la cual fueron presentadas las renuncias que de sus altos cargos se dice hicieron los CC. Francisco I. Madero y licenciado José María Pino Suárez. La Cámara admitió las renuncias, y en tal virtud fue llamado para rendir la protesta como Presidente Interino Constitucional de la República el C. licenciado Pedro S. Lascuráin con su carácter de secretario de Relaciones Exteriores en el Gabinete del presidente Madero. Lascuráin designó al general Victoriano Huerta como su secretario de Gobernación, sin haber hecho ninguna otra designación respecto de los demás secretarios de Estado, y a renglón seguido envió oficio a la Cámara con su renuncia como secretario de Relaciones Exteriores, cesando por lo tanto en sus funciones de Presidente Interino de la República.

    VI. La Cámara de Diputados, en vista de la renuncia que presentó Lascuráin y que le fue aceptada, llamó a Huerta para que rindiera la protesta de ley como Presidente interino, en su carácter de secretario de Gobernación de un Gabinete singular nombrado media hora antes por aquél; pero nunca fueron presentadas ante la referida Cámara, ni tampoco admitidas por ésta, las renuncias que de sus cargos respectivos hubieran hecho los demás secretarios de Estado del Gabinete presidido por el C. Francisco I. Madero.

    DERECHO:

    1º. Son facultades exclusivas de la Cámara de Diputados: …II. Calificar y decidir sobre las renuncias y licencias del Presidente y del Vicepresidente de la República, y sobre las renuncias de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia. (Art. 72, letra A de la Constitución General de la República, reformado por decreto fecha 6 de mayo de 1904.)

    2º. Los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República, sólo son renunciables por causa grave, que calificará la Cámara de Diputados ante quien se presentará la renuncia. (Art. 82 de la misma Constitución, reformado por el citado decreto.)

    3º. Si al comenzar un período constitucional no se presentaren el Presidente ni el Vicepresidente electos, o la elección no estuviere hecha y declarada el 1º de diciembre, cesará, sin embargo, el Presidente cuyo período haya concluido, y se encargará, desde luego, del Poder Ejecutivo, en calidad de Presidente interino, el secretario del Despacho de Relaciones Exteriores, y si no lo hubiere o estuviere impedido, uno de los demás secretarios, siguiendo el orden de la ley que establezca su número. De la misma manera se procederá cuando en caso de falta absoluta o temporal del Presidente no se presentare el Vicepresidente, cuando a éste se le conceda licencia para separarse de sus funciones, si las estuviere desempeñando, y si en el curso de un período ocurriera la falta absoluta de ambos funcionarios… (Art. 81 de la misma, reformado por el citado decreto.)

    4º. El orden numérico de las secretarías de Estado es el siguiente:

    De Relaciones Exteriores

    De Gobernación

    De Justicia

    De Instrucción Pública y Bellas Artes

    De Fomento

    De Comunicaciones y Obras Públicas

    De Hacienda, Crédito Público y Comercio

    De Guerra y Marina

    (Decretos generales de 13 de mayo de 1891 y de 16 de mayo de 1905.)

    CONCLUSIONES:

    Muchos datos existen para suponer con todo fundamento que las renuncias de los CC. Francisco I. Madero y licenciado José María Pino Suárez, de sus respectivos cargos de Presidente y Vicepresidente de la República, si por acaso las firmaron ellos fueron arrancadas por medio de la violencia; pero, sea de esto lo que fuere, es sí un hecho evidente e indudable que hoy la falta de las personas del Presidente y del Vicepresidente constitucionales de la República es absoluta, en virtud de los asesinatos con ellos cometidos, y por lo tanto, es el caso de aplicación de los preceptos que tratan de la sucesión presidencial cuando la falta de uno y otro de dichos funcionarios ocurre dentro del período y más de un año antes de que finalice el legal.

    En tal concepto, las disposiciones legales transcritas nos conducen a una conclusión perfectamente lógica, y es la siguiente:

    Primera. La falta absoluta del Presidente y del Vicepresidente de la República trae como consecuencia necesaria la de que la sucesión presidencial recaiga en los CC. secretarios de Estado, por el orden numérico que les corresponde en el Gabinete.

    Pero dentro del terreno de la más absoluta legalidad, como terminantemente lo previene el artículo 81 transcrito, los CC. secretarios de Estado que funcionaron en el Gabinete del presidente constitucional C. Francisco I. Madero, son los únicos que tienen derecho a sucederlo en la silla presidencial a falta del Vicepresidente, y no en manera alguna el usurpador, por más que éste en su vergonzante precipitación de tapar como algunos felinos la inmundicia de su horrendo crimen, haya pretendido fraguar una farsa de la ley para amoldarla a su capricho.

    Así pues, de este modo llegamos a una nueva conclusión, que es ésta:

    Segunda. Los miembros del Gabinete con que funcionaba el presidente constitucional C. Francisco I. Madero, son los únicos que legalmente tienen derecho para sucederle en la silla presidencial durante su período, dada la falta absoluta del Vicepresidente Constitucional.

    Y como ninguno de los secretarios de Estado del Gabinete de Madero, con excepción del C. licenciado Pedro S. Lascuráin, encargado del Despacho de Relaciones Exteriores, presentó renuncia de su respectivo cargo, por una necesarísima consecuencia de lo anteriormente expuesto se llega a otra conclusión, que es la siguiente:

    Tercera. Es del todo ilegítima la sucesión del usurpador Victoriano Huerta en la Presidencia de la República.

    Otro hecho que también reviste el carácter de indudable, es el referente a que el C. licenciado Pedro S. Lascuráin, momentos después de haber rendido su protesta ante la Cámara de Diputados al Congreso Federal para asumir las funciones de Presidente Interino de la República, hizo renuncia de su investidura de secretario de Relaciones Exteriores en el Gabinete Madero, y no existen datos bastantes para suponer que dicho ciudadano haya obrado bajo la presión de la fuerza bruta. Así es que su renuncia sí debe considerarse como válida para el efecto de colocarlo fuera de toda posibilidad en la sucesión presidencial; y puesto que también es un hecho sin disputa que ninguno de los demás CC. secretarios de Estado del Gabinete Madero renunciaron sus respectivos cargos, llegamos a esta nueva conclusión:

    Cuarta. La Presidencia de la República corresponde al que fue secretario de Gobernación, licenciado Rafael L. Hernández; en defecto, por imposibilidad, o por renuncia que en debida forma presente éste y le sea admitida legalmente, corresponderá al que fue secretario de Justicia, licenciado Manuel Vázquez Tagle, y así sucesivamente y por el orden establecido hasta llegar a la persona del que fue secretario de Guerra y Marina, general Ángel García Peña.

    El anterior desapasionado estudio se ciñe del todo a la ley, independientemente de las personalidades que en el caso figuran.

    15 de abril de 1913. Juan Neftalí Amador.

    13

    Protesta presentada por don Venustiano Carranza, Gobernador del Estado de Coahuila, ante el Presidente de los Estados Unidos de América, Woodrow Wilson, por las facilidades concedidas al Gobierno ilegal de Huerta para la importación de armamento, por lo que igual concesión debe hacerse al Gobierno constitucionalista.

    [*]

    Eagle Pass, 21 de abril de 1913. Excmo. Señor Woodrow Wilson, Presidente de los Estados Unidos de América, Washington, D. C.

    Me comunican de Laredo, Tex., que la autoridad militar de aquel lugar concedió la importación a Laredo, Méx., para el general Troucy, jefe de las fuerzas de Huerta, de dos ametralladoras y cinco mil cartuchos. Como el Gobierno ilegal de Huerta no ha sido reconocido por Vuestra Excelencia, estimo que debe colocarse al general Huerta y a sus jefes en condiciones inferiores a aquellas en que me encuentro colocado yo, como Gobernador Constitucional del Estado, y aun como jefe de todas las fuerzas constitucionalistas de la República, y que han desconocido al Gobierno emanado de una asonada militar y, por tal motivo, el Gobierno de mi cargo cree que si se ha permitido o permite, por parte de los Estados Unidos, la introducción de armas y parque, para las fuerzas de Huerta, igual concesión debe hacerse al Gobierno constitucionalista de este Estado, que yo represento, y a los Estados y jefes que luchan por el restablecimiento del orden legal en México. Con tal concesión, los contendientes en la guerra que envuelve actualmente la República quedaremos en iguales condiciones, por lo cual suplico al Gobierno de Vuestra Excelencia se sirva conceder, sin que se pongan dificultades por las autoridades de ese país, la introducción de armas y parque necesarios, de ese país, para las fuerzas del orden legal que represento. Sírvase usted perdonar, Excelentísimo Señor Presidente, que el Gobierno de mi cargo se dirija directamente a usted, aun cuando no sea la forma en que debiera hacerlo, como Gobierno de un Estado, por no poder verificarlo por conducto del ministro de Relaciones de mi país, toda vez que no reconozco como legal el llamado Gobierno del general Huerta. El Gobernador Constitucional de Coahuila.

    Venustiano Carranza


    [*] Nota tomada de La labor internacional de la Revolución constitucionalista de México. Imprenta de la Secretaría de Gobernación. México.

    14

    Decreto expedido por don Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, en uso de las facultades que le concedía el Plan de Guadalupe, desconociendo todas las disposiciones y actos emanados de los tres poderes del llamado Gobierno del general V. Huerta, así como de los gobiernos de los Estados que lo hubieran reconocido o reconocieren. [A. I. F., s. n.]

    VENUSTIANO CARRANZA, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, en uso de las facultades que le concede el Plan de Guadalupe, de veintiséis de marzo de mil novecientos trece, decreta:

    Único. Se desconocen, a partir del día 19 de febrero del corriente año, todas las disposiciones y actos emanados de los tres poderes del llamado Gobierno del general V. Huerta, así como de los gobiernos de los Estados que lo hubieren reconocido o lo reconocieren.

    Dado en el Cuartel General en Piedras Negras, a los veinticuatro días del mes de abril de mil novecientos trece.

    Publíquese y obsérvese. V. Carranza.

    15 Carta de don Julio Madero, fechada en Nueva York, haciendo presente su adhesión a don Venustiano Carranza, y recomendándole al señor José Quevedo quien piensa unírsele. [ A. I. F. , F9-69-5.]

    Nueva York, abril 24/13. Don Venustiano Carranza, Jefe del Ejército Constitucionalista. México.

    Mi muy querido y respetable amigo:

    La presente será entregada a usted por mi amigo José Quevedo quien partirá en un día o dos a unírsele y ayudar en lo que pueda, sin ninguna pretensión, al triunfo de la noble causa de la cual es usted la bandera, y que tiene por objeto el restablecimiento de la Constitución, tan villanamente atropellada por aquellos a quienes la patria tenía encomendada su defensa.

    Cuando supe que usted había desconocido el llamado Gobierno del general Huerta, mi primer impulso fue el de telegrafiarle mi adhesión pero entonces me encontraba en La Habana y estaban todas las comunicaciones cortadas. No olvido que usted fue mi jefe cuando el movimiento libertario de 1910, y como considero éste, que usted encabeza como la continuación de aquello, me creo obligado ponerme a su lado para servirle con mis escasas facultades, además de que creo es el deber de todo buen mexicano. Si no me he ido a poner a sus órdenes personalmente ha sido por atenciones de familia, pero aprovecho esta oportunidad para hacerlo por escrito prometiéndole que a la primera oportunidad, o si usted lo cree conveniente, a su llamado, me tendrá usted a su lado para lo que usted crea conveniente utilizarme.

    Toda mi familia está con usted de corazón y claman justicia para los asesinos de mis hermanos.

    Deseando a usted el éxito más completo para su noble causa me es grato suscribirme su afmo. amigo, atto. subordinado y S. S.

    Julio Madero

    16 Carta del señor M. J. Martínez, comunicando al general Francisco Villa el envío de documentos importantes con el general José María Acosta, en uno de los cuales Mr. Hunt considera al general Villa como genuino representante de la Revolución. [ A. I. F. , F9-104-11.]

    El Paso, abril 26 de 1913. Señor general don Francisco Villa. Donde se encuentre.

    Muy señor mío y estimado amigo:

    En los primeros días del mes próximo pasado, temeroso de que sufriera algún retardo el correo que le llevaba los documentos que le serán entregados juntamente con esta carta, como así sucedió, saqué duplicados de los mismos, los que le remití con el señor general José María Acosta, quien, he sabido, no ha llegado todavía con usted. El original de uno de esos documentos y que está suscrito por ciudadanos de este país, fue interceptado y a eso se debe su demora, pero afortunadamente pude recuperarlo, sin que llegara a conocimiento del enemigo.

    Los documentos que serán puestos en sus manos, todos, los juzgo de suma importancia y por eso he tenido empeño en que lleguen a su poder, pero el que me parece que la tiene más aún y por eso me permito hacer sobre él alguna indicación, es el del señor Hunt, porque en mi concepto ofrecen a usted como representante genuino de la Revolución armada, lo que Carranza con todas sus gestiones y su cacareado reconocimiento no ha conseguido, por lo que no dudo le prestará la atención que se merece. Y, como lo que estos señores desean es lo que conviene y está la Revolución obligada a dar garantías sin excepción de nacionalidades, y además es lo que se dice usted ha venido dando en los lugares que ha dominado y como hasta la fecha no existe, de hecho, más que la versión y es muy necesaria una declaración de usted en este sentido, tanto de usted como de los principales jefes que lo rodean, y por esta causa existen dudas, que cesarán con la declaración escrita de usted.

    Varios otros asuntos podría comunicar a usted, pero como no se puede asegurar plenamente su firmeza y veracidad, me concreto a poner estos hechos en su conocimiento, por creerlos de vital importancia, pero sin haber contraído con dichos señores ningún compromiso respecto a la actitud o procedimientos de usted al reasumir el desarrollo de su campaña, pues por ningún motivo he querido abrogarme facultades que no tengo.

    Los portadores de esta comisión completarán a usted estos informes, pues están perfectamente penetrados de ellos, sintiendo yo que no haya recibido usted antes estos documentos e informes, por infinidad de motivos y circunstancias que se han puesto en contra, que sería largo y molesto el detallárselos.

    Con el buen deseo de serle útil en lo personal y más aún con el de colaborar con usted como siempre lo he hecho, en bien de la gran familia mexicana, espero que verá en esto la buena intención que me anima a el mismo fin.

    Deseándole completo éxito y que lleve a feliz término los ideales revolucionarios, quedo de usted su afmo. atto. amigo y subalterno.

    M. J. Martínez

    17 Carta de don Venustiano Carranza al doctor F. González Gante, en Washington, D. C., para gestionar la introducción de armas y parque, destinadas a las fuerzas revolucionarias. [ A. I. F. , F9-7-V.]

    Monclova, Coah., a 1º de mayo de 1913. Señor doctor F. González Gante. 723-15 HT-St. Washington. U. S.

    Muy señor mío y amigo:

    Quedo impuesto del contenido de su atenta de 24 de abril último. Haga usted cuanto sea posible porque se disimule la introducción de armas y parque para nuestras fuerzas; y deseo que vea usted si es posible conseguir dos cañones de montaña, mientras nos podemos hacer de más, con su correspondiente dotación de municiones, sin incluir accesorios para evitar dificultades al pasarlos a este lado, pues esto nos serviría mucho en el combate para igualarnos en parte a las fuerzas de Huerta.

    Sin otro asunto, soy de usted afmo. atto. amigo y S. S.

    V. Carranza

    18 Carta de F. González Gante, al señor don Venustiano Carranza, sugiriéndole la expedición de un decreto para indemnizar a los extranjeros por los daños causados en sus bienes, por la Revolución maderista. [ A. I. F. , F9-86-1.]

    Agencia Confidencial del Gobierno Constitucionalista de México. Washington, 2 de mayo de 1913.

    Señor:

    Una de las grandes causas de las quejas que en los Estados Unidos se están haciendo contra el Gobierno de México es que el último no ha demostrado ninguna disposición para arreglar los reclamos de ciudadanos americanos que han resultado de la Revolución de 1910 y de la que siguió en 1912.

    Por consiguiente, tengo la honra de sugerir respetuosamente que puede que el Gobierno constitucionalista pueda ganar alguna ventaja diplomática si usted hiciera un decreto previniendo que después del restablecimiento del orden constitucional todos los reclamos extranjeros que no pudieron ser inmediatamente arreglados por métodos diplomáticos, serán sometidos a un tribunal internacional, que será convenido entre el Gobierno de México y el Gobierno respectivo de los reclamantes, para el arreglo final de dichos reclamos. Ésta fue la política de los Estados Unidos en el término de la Guerra Civil cuando se crearon algunas comisiones mixtas y adjudicaron reclamos que ascendieron a la suma más de $200 000 000. También México y los Estados Unidos han arreglado reclamos con este método, que siempre fueron de la manera más satisfactoria.

    Asegurándole de mi más alta consideración, me quedo, como siempre,

    Su amigo y atto. seguro servidor, F. González Gante.

    Su Excelencia don Venustiano Carranza, etc., etc., etc., Piedras Negras.

    19

    Respuesta de don Venustiano Carranza, a don Julio Madero, aceptando su ofrecimiento de incorporarse al movimiento constitucionalista. [A. I. F., F9-69-4.]

    Piedras Negras, 6 de mayo de 1913. Señor don Julio Madero. New York City.

    Muy estimado amigo:

    Su apreciable, fecha 24 del próximo anterior, me fue presentada por el señor José Quevedo, a quien tuve el gusto de conocer.

    Por los patrióticos conceptos que usted expresa en su citada, me he impuesto con satisfacción de la digna actitud que se propone asumir, y mucho le agradezco su ofrecimiento, de venir a incorporarse conmigo, siéndome grato participarle que, con gusto, aprovecharé sus importantes servicios, en mi Estado Mayor, para lo cual oportunamente lo llamaré.

    Estimaré a usted se sirva hacer presentes a sus señores padres, así como a sus demás hermanos, mi sincero reconocimiento, por los bondadosos saludos y expresiones que de ellos he recibido por diversos conductos.

    La justicia que nos asiste en la noble causa que defendemos, con la cooperación de todos los buenos mexicanos, nos ha dado la seguridad de su triunfo, en no lejana fecha, con el cual quedarán satisfechas las aspiraciones del pueblo y restaurado el orden constitucional en nuestra República.

    Sírvase usted expresar mis afectuosos saludos a sus apreciables papás y hermanos, recibiéndolos usted de su atento amigo y seguro servidor.

    Nota manuscrita: Mis afectuosos recuerdos para Sarita y estimables hermanos de usted.

    20 Circular de don Roberto V. Pesqueira, agente confidencial del Gobierno constitucionalista en Washington, D. C., haciendo saber que no será reconocido un préstamo al llamado Gobierno de Huerta al restaurarse el orden constitucional, de acuerdo con el decreto fechado en Piedras Negras, Coahuila, el 26 de abril de 1913. [ A. I. F. , F9-7-V.]

    Confidential Agency of the Constitutionalist Government of Mexico. Washington, mayo 9 de 1913.

    [Traducción.] (Copia.) CIRCULAR

    Con referencia a frecuentes informes publicados en la prensa de que el llamado Gobierno en México del cual un tal Victoriano Huerta pretende ser el Presidente, está tratando de negociar con banqueros responsables y reputables de París y Londres para obtener el préstamo de una fuerte suma, el que suscribe, agente confidencial en Washington del Gobierno Constitucionalista de México, tiene el honor, de acuerdo con instrucciones recibidas de Venustiano Carranza, Gobernador del Estado de Coahuila y jefe ejecutivo de dicho Gobierno constitucionalista, de participar a todos los que estén interesados que cualquier préstamo, contrato, obligación o concesión de cualquiera naturaleza que sea, hecho con la autorización del Gobierno fraudulento del cual Victoriano Huerta pretende ser Presidente, no será considerado obligatorio para los Estados Unidos Mexicanos o el pueblo de dichos Estados, y a la restauración del orden constitucional, será de acuerdo con las disposiciones del decreto fechado en Piedras Negras el 26 de abril de 1913, repudiado inmediatamente como desautorizado, ilegal y nulo en todas sus partes.

    R. V. Pesqueira, agente confidencial

    21 Telegrama del señor Roberto V. Pesqueira, fechado en Washington, D. C., informando a don Venustiano Carranza lo relativo a la emisión de billetes, la actitud del doctor Francisco Vázquez Gómez, y de los trabajos realizados en favor de la Revolución. [ A. I. F. , F9-86-1.]

    Agencia Confidencial del Gobierno Constitucionalista de México. Washington, 9 de mayo de 1913.

    Señor gobernador Venustiano Carranza, Piedras Negras, Coah.

    Muy estimado señor y amigo:

    La presente va en manos de nuestro común amigo el señor Sommerfield. Hace ya varios días que proyectaba su viaje; pero debido a su enfermedad y algunos asuntos importantes se había detenido.

    Él le explicará a usted ampliamente lo relativo a la emisión de billetes, a la actitud del doctor Vázquez Gómez y de los trabajos hechos acá; así como de los prospectos.

    Muchas y largas conversaciones con el doctor nos han demostrado claramente que las pretensiones que abriga son inmoderadas, por lo que he confirmado la opinión que la mayor parte de nuestros amigos tienen de él. Es incuestionable que se encuentra íntimamente ligado y de acuerdo con su hermano, por lo que lo hace sumamente inconveniente en nuestras filas. Además del inmenso desprestigio de que con tanta justicia se ha rodeado es elemento de discordia; me empeño en que usted conozca perfectamente todos los detalles que a nosotros nos han convencido del juicio que expongo, para que usted obre a conciencia.

    Por otro lado tengo mucho gusto que se resuelva de una vez la actitud de ese señor, pues las crisis cuanto más pronto se resuelven tanto mejor. Nos preocupa esta personalidad única y exclusivamente por la estimación que usted le tiene, pues fuera de ella no le damos ninguna importancia.

    Tengo la firme seguridad que la solución que usted le dé a este asunto será oportuna y atinada.

    Como le explicará Sommerfield, ha sido necesario algún estudio para llegar a la forma que se le ha dado a los billetes, cuya muestra le envío. Así pues, si encuentra usted pertinente los motivos que nos han obligado hacer los cambios de forma, con su aviso, desde luego se pondrán en prensa para estar listos en ocho o diez días, todo. Le agradeceré que por telégrafo me diga lo que debo hacer.

    Algunos elementos huertistas en la frontera han estado trabajando en contra nuestra, habiendo conseguido entre otras cosas molestarnos con los agentes comerciales; pues han conseguido que el Gobierno haga algunas pesquisas con relaciones a sus trabajos, por lo que es necesario que tengan el nombramiento de usted. Esto le explicará mi telegrama de hoy con relaciones a ese asunto.

    Ha sido motivo también de muchas discusiones la cuestión de la beligerancia, y se ha llegado a la conclusión que además de ser casi imposible conseguirlo no nos conviene; sino que se trabaja para conseguir que nos dejen pasar armamento con permisos presidenciales.

    Mucha falta me hacen las noticias de usted, pues prácticamente estamos a ciegas de lo que pasa en esa región.

    Con objeto de que por medio de la opinión pública, que necesitamos mantener de nuestro lado, contrarrestar los trabajos desesperados de Huerta por conseguir el reconocimiento de este país y los empréstitos que intenta, hemos creído muy conveniente hacer conocer las intenciones que se tienen de respetar los intereses extranjeros, así como ofrecer los medios para el arreglo de indemnización por los daños causados. Esta política ofrecerá garantías, disponiendo favorablemente a todos de nuestro lado. Espero recibiría los prospectos que sobre el particular le mandó el licenciado.

    La opinión general acá es que facilitaría grandemente todos nuestros asuntos darle a la Revolución alguna apariencia de Gobierno. Pues con ella conseguiríamos facilidades para pasar nuestros armamentos y arbitrarnos fondos. Le digo esto para que lo tenga en cuenta, pues creo que vamos a tropezar con grandes dificultades para conseguir el deseado permiso de introducir armamento, pues la política que este país ha observado sobre el particular está bien definida.

    Creo que si lo intentáramos sacaríamos al territorio de la Revolución la mayoría del Congreso con lo que daríamos a Huerta un golpe moral muy fuerte; por el licenciado Vasconcelos sé que hay muchísimos de ellos, partidarios nuestros, que quieren venirse y que no lo hacen porque creen ser útiles a la causa allá, poniéndole al Gobierno de Huerta todas las dificultades posibles, dividiéndolo de Félix Díaz y de los católicos para debilitarlo.

    Mi mensaje de hoy le informará de la oferta del licenciado Vasconcelos. Dice que cree que puede trabajar eficazmente en Londres en nuestro favor, y que con los elementos que sacó puede hacer sus gastos; sólo quiere la autorización necesaria. Como creo que en efecto nos serviría mucho alguna persona nuestra en aquel importante centro financiero, he creído que es muy

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