La creación de una oficina paralela a la Embajada de México en Estados Unidos, cuando llegó la actual administración federal en 2018, fue la estrategia que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, buscó implementar por encima del nombramiento de Martha Bárcena Coqui como embajadora. Esa decisión del secretario marcó el primer desencuentro, asegura la diplomática.
Cuando ocurrió ese incidente ella expuso al presidente, Andrés Manuel López Obrador, su decisión de declinar a su cargo “porque se rompía la integridad y la indivisibilidad de la representación del Estado mexicano”.
Al final la frustrada apertura de la instancia alterna a la institucional decantó en la ríspida respuesta del encargado de la política externa hacia Bárcena.
En enero último, Ebrard fue señalado directamente por el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de aceptar el programa “Quédate en México”, con la petición de que en territorio mexicano no se supiera de esta decisión. A Bárcena se le tuvo al margen en dicha negociación.
Pero para la exfuncionaria, los hechos son contundentes, están a la vista y se reflejan en que desde el inicio de la actual administración el gobierno estadunidense ha expulsado a México a más de 71 mil solicitantes de asilo bajo el plan conocido como “Quédate en México”.
Después del punto sin retorno del martes 14, cuando el canciller hizo fuertes señalamientos