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En nombre de la Bestia
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Libro electrónico92 páginas1 hora

En nombre de la Bestia

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Contiene una crítica social y teológica a la incoherencia de algunos pastores, sacerdotes y bautizados pertenecientes a las diversas iglesias cristianas católicas y no católicas, con respecto a lo que predican y a lo que viven, ya que de labios hablan en nombre de Jesús, pero con sus obras, testimonian la adoración a la Bestia, encarnación de los antivalores familiares, sociales, culturales, políticos y religiosos.

De igual modo, cuestiona la división de las familias, denuncia la opresión y corrupción del sistema político y económico colombiano, la reglamentación de algunas normas en materia de educación que son nocivas para el desarrollo integral de las personas y la burla e irrespeto a la Eucaristía rebajada por algunos a un rito u oportunidad de explotación económica mediante las ofrendas, los diezmos, la mendicidad, la superstición y hechicería. Justo es decir que con una mirada llena de esperanza y de fe, cuestiona al creyente en su papel de discípulo, que no se puede reducir a una falsa religiosidad sino a una experiencia vital y coherente entre lo que se piensa, se dice y se hace a través de siete actos y una confrontación final entre el bien y el mal.
IdiomaEspañol
EditorialHipertexto
Fecha de lanzamiento1 sept 2018
ISBN9789584846136
En nombre de la Bestia

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    En nombre de la Bestia - Germán Darío Cardozo Galeano

    trágicamente.

    1.ER ACTO:

    LA GUERRA Y DIVISIÓN DE LAS IGLESIAS CRISTIANAS YO SOY DE PABLO, YO DE APOLO, YO DE PEDRO 1 COR 12

    Entrando en un sueño profundo en medio de la casa encantada que queda a las afueras de la ciudad, aquella de ambiente misterioso que se ubica a orillas de la carretera, donde se dice que frente a ésta muchos se han suicidado por despecho, por deudas, por escapar de sí mismos, aquella donde la profundidad parece no tener fin y se conoce con el nombre de Salto del Tequendama, se está celebrando una fiesta de matrimonio. Esteban Barrero se acaba de casar con Mariela Acevedo, dos jóvenes de familias prestantes de la capital, dos jóvenes que decidieron unir sus vidas por amor y por su fe.

    Es imponente la figura varonil de Esteban, no pasa de sus 20 años, piel blanca, ojos color miel ni grandes ni pequeños, pestañas pequeñas y cejas semipobladas, cabello corto y castaño claro, robusto, nariz mediana, orejas ni pequeñas ni grandes, boca pequeña, de 1,80 m de estatura y aproximadamente 76 Kg., con su personalidad arrolladora y un tanto incrédulo, un vocabulario popular y escueto, pero lleno de amor para su amada Mariela. Y ella, no se queda atrás, una figura con toda la belleza y feminidad de una mujer, 19 años, cabello negro hasta los hombros, piel blanca, suave y delicada como el pétalo de una rosa, ojos negros y grandes, pestañas crespas, cejas depiladas, nariz respingada, manos pequeñas y suaves, de aproximadamente 1,69 m de estatura y unas medidas perfectas 90, 62, 89, ¡buen trasero!, su personalidad introvertida, sonrisa coqueta y los dos con muchas ilusiones de formar UNA familia, ser y estar UNIDOS por y para siempre.

    Cuando estaban a punto de hacer el brindis, un frío cubrió el lugar y comenzó a oler a azufre. Uno de los invitados, el que estaba vestido de blanco se acercó a los novios y les dijo con voz muy suave: ‒¡felicidades! Han iniciado un proyecto que ayudará a quien yo sirvo. De ustedes saldrá… y tendrán que sufrir y ser testigos de todo lo que se realizará en nombre de… ‒De inmediato Mariela tomó la palabra y le dijo: ‒señor no entiendo lo que está diciendo, me asusta con esos comentarios. ‒El hombre de blanco le respondió: ‒no se asuste. Ya hay un día señalado para que todos los secretos salgan a la luz y ya hay un elegido que será sellado con un número especial y guiará a todos hacia la persona a la que yo sirvo.

    Mariela, inquieta, le pidió que abandonara el lugar y el hombre le dijo: ‒pronto, muy pronto sabrán de mí.

    ‒Todo paso…, los días, los meses y no se volvió a tener noticia de aquella persona y todo transcurría en calma en el matrimonio, hasta el día que Mariela dio a luz. Era una hermosa niña que al nacer no lloró, pero si se escuchó el aullido de una hiena y en varios cementerios de la ciudad oraciones y ruegos de grupos pertenecientes a las sectas satánicas. Por su parte, Esteban lleno de gozo miró a su hija y dijo: ‒se llamará Miriam Barrero Acevedo y será grande como su padre y brillará con luz propia como su madre; esta niña nos unirá más y más, mi amor porque es el fruto de nuestra unión. ‒Mariela dijo: ‒¡sí amor!, ¡así es y así será! ‒De pronto el olor a azufre volvió a aparecer y el vidrio de la habitación se estalló; el aullido de la hiena volvió a escucharse y en la palma de la mano izquierda de la niña se alcanza a percibir muy sutilmente el número 666 porque la Bestia había comenzado a atacar con todo y su primer paso será dividir la iglesia doméstica, es decir, la familia Barrero Acevedo, para luego ir a la iglesia particular. Luego la institucional y más adelante generar la guerra entre las diversas instituciones eclesiales para con su astucia evitar que sean UNO como lo mandó y quiso el Señor Jesucristo.

    No se puede negar que desde el origen de las iglesias cristianas comenzó la división, tal como lo ilustra 1 Cor 1, 12 cuando los seguidores de las primeras comunidades se peleaban al decir, yo soy de Pablo, yo de Pedro, yo de Apolo y el mismo Pablo los corrigió diciendo que todos somos de Cristo. Allí ya estaba la Bestia dividiendo; no obstante, también se encontraba la euforia y el avivamiento del Espíritu en el Pentecostés. Al pasar los siglos con el monopolio del catolicismo en la Edad Media, las Cruzadas, la Reforma y la astucia del sistema capitalista norteamericano fue conveniente seguir las instrucciones de la Bestia: divide y reinarás. Y así fue, se necesitaba que el cristianismo fuera fragmentado para que la hermandad se terminara y apareciera la rivalidad que, solapada bajo el nombre de Jesús, se anunciará con las acciones y prácticas el nombre de la Bestia. Muchas de estas iglesias se atacan unas a otras, se echan pullas, se creen la iglesia elegida y más aún, ya no hablan de la voluntad de Dios sino de los deseos del pastor de turno ya sea católico o no católico.

    ¡Que astucia y arma poderosa el negar su existencia para poder atacar a sus anchas, dividir y destruir!, porque lo que le espera a la familia Barrero Acevedo es realmente lamentable. Y con ella a la iglesia.

    Y en un abrir y cerrar de ojos la felicidad de este matrimonio comenzó a opacarse justamente por una creencia religiosa. A Mariela la habían invitado a la iglesia Ministerial de Jesucristo Internacional y Esteban continuaba su participación en la Iglesia Católica Romana. Cuando se pensó en el bautismo de la niña, surgió el primer inconveniente. Esteban quería bautizarla, Mariela no, porque decía que el bautismo debe realizarse cuando Miriam sea adulta y tome la decisión de hacerlo. A estas opiniones se les suma la intromisión de las familias de estos esposos y la de los pastores de turno, quienes se sentían con la autoridad suficiente para imponer una creencia en una iglesia desgastada por la ambición y el anti-testimonio cristiano.

    A fin de cuentas, la niña fue bautizada en una parroquia, pero no por convicción ni testimonio de los padres, sino por una conveniencia social. Este fue el primer paso para deteriorarse el hogar, es decir, la iglesia doméstica. El día domingo Esteban iba a misa, mientras Mariela al encuentro de profecía de la Ministerial de Jesucristo Internacional. Al llegar a casa, no faltaba la pelea verbal entre la pareja, porque una acusaba a su esposo de idólatra, el otro de fanática. Y en este ambiente muy propicio de división y una falsa religiosidad, creció Miriam, llena de amargura y una mentalidad atea. Todas las noches conversaba en su cuarto con un hombre, pero ¿quién puede ingresar a altas horas de la noche a la habitación de una niña?

    La Bestia continúa alimentándose del odio y de la división. Cada noche dialoga

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