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Peregrino del Destino
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Libro electrónico112 páginas1 hora

Peregrino del Destino

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Muchas personas en el mundo han escrito la historia de sus vidas, o bien sea la biografía de otro que ha sido inspiradora para el que la escribe incluso para generaciones. Nunca le había dado mucha importancia a mis anécdotas, pero al transcurrir los años pude darme cuenta lo egoísta que sería si borrara las huellas que han dejado los pasos de las experiencias en el largo peregrinaje de mi historia.
Ruego a Dios, que me dé la gracia y la unción para llegar al corazón de todos los lectores y que mis caídas y renuevos puedan servir a otros como un manual de vida e inspiración para seguir soñando.
El destino es como una montaña rusa; tiene niveles que son muy divertidos y pacíficos; algunas veces te sorprenden los lugares altos, tubulares y ensortijados, pero, aunque el pánico te domina, de igual manera levantas los brazos y ¡gritas con todas tus fuerzas! porque sabes que estás asegurado con cinturones que te ajustan a tu asiento.
Una persona de destino es la que aprende a levantar los brazos y dar gloria a Dios, aunque no comprenda lo que suceda en su vida por muy nublada que sea la situación.

IdiomaEspañol
EditorialKeibo Limpio
Fecha de lanzamiento23 feb 2018
ISBN9781370406159
Peregrino del Destino
Autor

Keibo Limpio

Keibo Elías, nació en la ciudad de Cumaná, en Venezuela, el 02 de diciembre del año 1977. Es casado con Fanny Sánchez y padre de dos maravillosas hijas: Rashel y Fiorella. Por 20 años ha sido misionero cristiano y conferencista por muchos países de América y Europa. Actualmente es refugiado político en Estados Unidos ejerciendo una nueva vida en la carrera política, preparándose para ser el misionero de su propia nación bajo los principios del reino.

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    Peregrino

    del Destino

    KEIBO ELIAS LIMPIO

    KEIBO ELIAS LIMPIO
    Peregrino del Destino
    Segunda edición Diciembre 2017
    © Keibo Limpio
    ISBN: 978-980-12-5624-3
    Depósito legal: lf2522012200979
    Todos los derechos reservados. Queda prohibido reproducir parte alguna de esta publicación, cualquiera sea el medio empleado, sin el permiso previo del autor.

    Dedicatoria

    Dedicado a todos los sin nombre, que lo único que tienen como patrimonio es un gran sueño y un mundo entero por descubrir.

    Quiero agradecer muy especialmente a mi mamá Dunia, quien no solamente me brindó el amor por ser mi madre, sino, su amistad y comprensión, lo cual fue una luz en medio de la etapa más oscura de mi vida, cuando vivía sin Yahshúa y sin esperanza.

    ¡Te Amo mamita!

    Índice

    Prólogo 4
    Mi primer reto 5
    El Ángel Guardián 6
    Mal desarrollo y malas amistades 7
    Nos roban la salud y la prosperidad, pero el propósito permanece 13
    El Ejército 16
    Un nuevo nacimiento 19
    Comienza a desarrollarse una visión 23
    El viaje 26
    La bomba, causa y efecto 30
    Un fraude 46
    Autoridad sobre toda fuerza existente 49
    Nuevas experiencias en España 51
    Con la actitud de Caleb 55
    Las Zorras de Sansón y la antorcha encendida 63
    Bitácora del proyecto Zorras de Sansón, Venezuela 66
    Ushuaia 67
    Rafaela, Provincia de Santa Fe, Argentina 74
    Santiago de Chile 76
    Mendoza, Argentina 77
    Montevideo, Uruguay 79
    Asunción, Paraguay 80
    La Paz, Bolivia 83
    Lima, Perú 85
    Quito, Ecuador 87
    Armenia y Bogotá, Colombia 89
    Panamá y Santiago de Veraguas, Panamá 91
    San José, Costa Rica 93
    Cumaná, Venezuela 96
    Sao Paulo, Brasil 97
    El Arca y la obediencia 101
    El Parque de las Naciones 119

    Prólogo

    Muchas personas en el mundo han escrito la historia de sus vidas, o bien sea la biografía de otro que ha sido inspiradora para el que la escribe incluso para generaciones. Nunca le había dado mucha importancia a mis anécdotas, pero al transcurrir los años pude darme cuenta lo egoísta que sería si borrara las huellas que han dejado los pasos de las experiencias en el largo peregrinaje de mi historia.

    Ruego a Dios, que me dé la gracia y la unción para llegar al corazón de todos los lectores y que mis caídas y renuevos puedan servir a otros como un manual de vida e inspiración para seguir soñando.

    El destino es como una montaña rusa; tiene niveles que son muy divertidos y pacíficos; algunas veces te sorprenden los lugares altos, tubulares y ensortijados, pero, aunque el pánico te domina, de igual manera levantas los brazos y ¡gritas con todas tus fuerzas! porque sabes que estás asegurado con cinturones que te ajustan a tu asiento.

    Una persona de destino es la que aprende a levantar los brazos y dar gloria a Dios, aunque no comprenda lo que suceda en su vida por muy nublada que sea la situación.

    Mi Primer Reto

    Yo, Keibo Elías Limpio Centeno, nací en la ciudad de Cumaná, del Estado Sucre, en Venezuela, en el año 1977.

    Antes de nacer, mi nombre le fue dado a mi madre Dunia Centeno de Limpio, a través de una revelación que tuvo en su cuarto, mientras danzaba en un éxtasis de suma alegría al experimentar ese encuentro con Dios: Tendrás un tercer hijo y le pondrás por nombre Keibo Elías, el será un profeta del Altísimo y al pasar el tiempo sabrás lo que significa su nombre.

    Cuando tenía sólo 8 años siempre quise ser y hacer lo que hacen los grandes, y uno de mis retos más importantes era tomar café; pero mi madre me decía que mientras fuese un niño era prohibido hacerlo, que a la edad de 12 años si lo podría hacer alimentando así mis deseos por probarlo convirtiéndolo en el primer reto más grande de mi prematura vida. Esa noche, mis padres estaban muy distraídos estrenando el televisor nuevo que mi papá había comprado viendo el certamen de Miss Venezuela 1984. Yo salí a hurtadillas a la cocina bebiéndome casi la mitad de la olla del café.

    Esa noche fue inolvidable, porque literalmente viví una experiencia paranormal: yo miraba hacia todas direcciones sin poder dormir y lloraba de impotencia, al pasar las horas, como a las 3 de la madrugada escuché un sonido de una llave abierta derramando mucha agua, ese sonido se fue acercando como si alguien lo traía hacia mí con una manguera, yo cerré los ojos paralizado de miedo, ese sonido llegó a ser un estruendo, porque se posó en mis oídos, luego la cama se comenzó a mover como un terremoto, así duré unos minutos.

    Luego, la cama se suspendía en el aire dejándose caer con mucha fuerza pegando las cuatro patas del piso simulando el sonido de cascos de caballo.

    Temblaba de miedo y pensaba en reprender la situación en el nombre de Yahshúa, tratando de tomar aire para hacerlo pero cuando iba a gritar... algo me sacaba el aliento, como si el sonido fuese una cuerda que la sacan de tu garganta literalmente hablando, eso intenté una y otra vez sin éxito, pero mi madre nos educaba muy bien en cuanto a la religión y recordé que un día nos dijo: cuando tengan una petición para Dios que no quieran que nadie la sepa sino que sea un secreto entre ustedes y Dios, pídansela en la mente que únicamente Dios puede escuchar a tu mente y tu corazón, nadie más puede hacerlo.

    En ese momento de desesperación, comencé a recordar todas las canciones que había aprendido en la escuela dominical de la iglesia Sion, y empecé a cantar en mi mente sintiendo una paz repentina, luego… a los pocos segundos la cama cayó al suelo y una brisa fría recorrió la habitación como un suave remolino, cuando vi la oportunidad de gritar lo hice: ¡Mamáaaaa! Ella corrió a mi habitación, ya era de día y el sol estaba saliendo, luego, con una crisis de nervios pude contarle a mi madre lo sucedido…

    Los niños con propósitos divinos deben ser educados como adultos, porque son el arma más poderosa para el futuro y son los que hacen temblar a los generales más fuertes del ejército del mal. Enséñales a orar y te sorprenderán los resultados…

    El Ángel Guardián

    A pocos días de la experiencia paranormal en mi habitación, se comenzaron a manifestar otras, casi siempre quedábamos solos, porque mi papá trabajaba y mi mamá estudiaba administración de empresas en la universidad, pero estábamos mis 4 hermanos y yo juntos: Betsabe de 6 años, Samuel de 7, Benjamín de 10 y Álvaro de 11. Las sillas de la mesa de comedor rodaban por toda la casa, las puertas de los closets se sacudían con mucha fuerza, se caían cosas y recuerdo que un manojo de llaves recorría la casa. ¡Eso sucedía por horas!

    Álvaro nos abrazaba a todos como todo un papá, muerto de miedo, pero nunca lo demostraba, era un verdadero guerrero… Él nos hacía cantar: La sangre de Cristo tiene poder, tiene poder para libertar, si el Diablo toca tu corazón dile no, no, no. Cristo vive en mí y no hay lugar para ti… Con lágrimas en los ojos hacíamos lo que Álvaro decía, pero nos agarrábamos de él porque era nuestro héroe, pensábamos que no le temía a nadie ni a nada. Recuerdo que dos chicos delincuentes quisieron pegarnos, y él peleó a puños con los dos, aunque uno de ellos le partió un palo en la cabeza y le pegó una patada en la cara, mi hermano Álvaro los venció a los dos dejándolos indefensos. Si Álvaro estaba, sentíamos que ni el Diablo mismo nos podía tocar.

    Un día, mientras todos dormían, yo no podía dormir porque soñaba con ganarme una bicicleta en una promoción de paletas de helado que salía en televisión. Por un momento me quedé mirando hacia la puerta del cuarto, y entró un hombre alto, de unos 25 años, cabello largo rizado, su aspecto era blanco como una nube y traslúcido, caminaba hacia mí con las manos atrás como si llevase algo consigo. Sentí mucho miedo, y al llegar a la cabecera de mi cama sacó una hoz de su espalda y la levantó para usarla conmigo, yo cerré los ojos, muy fuerte, y viví una experiencia en otra dimensión porque el tiempo se detuvo; estaba arrodillado en un espacio blanco donde no existía nada físico. Recordé la oración que hacía mi hermano Benjamín todas las noches: -¡Señor! Gracias por todas las cosas, perdona mis pecados, que tus ángeles acampen a mi alrededor, me protejan y defiendan librándome siempre del mal, ¡Amén!

    Yo admiraba mucho a Benjamín

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