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Corazón Pisoteado
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Libro electrónico92 páginas1 hora

Corazón Pisoteado

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Información de este libro electrónico

Corazn pisoteado se trata de Ana, una mujer ingenua, que tiene que enfrentar a su a abusivo padre alcohlico, la traicin, la insatisfaccin en su matrimonio inestable, debido a la orientacin de su esposo y el tormento del pasado. Ana lucha para superarse de los obstculos en su camino.
IdiomaEspañol
EditorialXlibris US
Fecha de lanzamiento31 mar 2016
ISBN9781514481066
Corazón Pisoteado
Autor

Elsa Prado

Elsa Prado, CMI, CCI is the author of Dear Donor and Heart Stomp, sold in both English and Spanish, as well as a book of poetry translated for Andrea Saldana-Rivera. She also hosts the radio program, Alas de Amor, that focuses on child safety and other helpful topics for families (found on Radio Dimension Latina FM, Tu Radio Por Internet). Elsa resides in Oak Lawn, Illinois.

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    Corazón Pisoteado - Elsa Prado

    Copyright © 2016 por Elsa Prado.

    ISBN:      Tapa Blanda               978-1-5144-8107-3

                    Libro Electrónico      978-1-5144-8106-6

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    Las personas que aparecen en las imágenes de archivo proporcionadas por Thinkstock son modelos. Este tipo de imágenes se utilizan únicamente con fines ilustrativos.

    Ciertas imágenes de archivo © Thinkstock.

    Fecha de revisión: 04/18/2016

    Xlibris

    1-888-795-4274

    www.Xlibris.com

    738966

    Contents

    Luz Tenue

    Niña Triste

    Tímida

    Retirándome

    Marchándome

    En El Suelo

    Levantándome

    Dedicado a todas las mujeres de mi familia

    Y

    Agradecimiento muy especial para mi hija, Mónica por su colaboración en la cubierta del libro Corazón Pisoteado.

    Luz Tenue

    Mi nombre es Anita. Bueno, así es como me llaman todos. Y, cuando yo estaba en mis veintes, yo buscaba respuestas, queriendo saber porque sentía como si yo cargara una nube obscura sobre mí. Parecía como que no importara que hiciera yo, no podía despegarme de esta nube que solía perseguirme año tras año. Aunque si vislumbraba el sol de vez en cuando. Aun así no parecía que yo pudiera alejarme de la disfunción en la cual yo había crecido. Yo hasta me case para retirarme de esa nube e ahora me encontraba con una serie de nuevos problemas que parecen que forman parte de esa misma cadena de lo que ya he vivido. Yo vivía en los suburbios, en una bella casa nueva que es demasiado grande para mi esposo y para mí.

    Yo he llegado a pensar a mí misma que como puede ser posible que no pueda haber otra manera de vivir para mí. Me doy cuenta que yo conozco familias que viven en paz y están contentos el uno con el otro. Que estas familias genuinamente se cuidan y están pendientes el uno del otro. Yo me sentía atrapada y todavía lo único que deseaba en esta vida era ser amada. Yo hasta sentía que querer ser amada era mucho pedir.

    Yo soy muy espiritual, así que sé que cada vez que he orado, aun desde niña pequeña, Dios siempre me ha dado respuesta a mis oraciones. Hasta yo misma me he quedado asombrada de las veces en que he recibido respuesta a mis oraciones.

    Así que un día sintiéndome como si ya estuviera yo a orillas del precipicio, me decido a contarle a una amiga que mi esposo y yo estamos teniendo tantos problemas que ya me siento como si mi relación con el fuera algo sin esperanza; y que no importara que hago o que digo, yo siempre acabo criticada e menospreciada. Yo le dije a ella, Me he convertido en mi Madre. Ella es mi amiga Sofía. Ella me sugirió que fuese yo a ver a una psíquica de la cual ella sabía tenía muy buena reputación en resolver problemas. Yo tenía muchísimo miedo de ir a ese lugar, pero, mi amiga Sofía me dijo que ella me acompañaría. Nos decidimos en acordar un día e hicimos el viaje para ir a la casa de granero donde esta psíquica trabajaba. Ella se encontraba al sur en los campos de maíz. Alli había un letrero enorme en frente que decía Lecturas por Belén. El camino de entrada era de grava. Cuando llegamos allí, yo le insistí a Sofía que ella pasara primero. Le dije, Sofía, adelante, yo sigo después que tú. Ella salió en un minuto, diciéndome que ella no necesitaba de la psíquica. Yo me quede asombrada. Como podía ¿ella saber? Después me toco turno a mí. Me dijo Belén que tomara asiento. Y, yo con unos nervios que parecían del infierno. El cuarto era pequeño con todo tipo de estatuas religiosas e estatuillas. La psíquica me miro y me dijo, Tú necesitas ayuda. Yo estaba horrorizada. Luego siguió con decirme que ella me estaba esperando, que ella ya sabía que yo me había enterado de ella por el anuncio en el periódico. Que incluso sabía que yo quería la ayuda pero que temía pedirle ayuda. Ella me miro y me dijo, Tú te estás sintiendo impotente dentro de tu matrimonio e estás buscando soluciones. Yo para esto estoy sin palabras. Ella me estaba leyendo mi mano e diciéndome cosas acerca de mi niñez cuan -- gris esta fue e de lo afectada que estaba debido al alcoholismo de mi padre y sus maltratos. Ella hasta me dijo que yo cuestionaba a Dios demasiado. Que en aquellos tiempos lo hacia todo el tiempo. Tanto de lo que me decía estaba tan correcto que por poco y me siento desnuda y expuesta ante esta mujer de estatura bajita con su pelo plateado. En lo personal, yo le veía un parecido muy fuerte a la Reina Sofía de España. Su parecido era extraordinariamente igual. Con un leve movimiento de cabeza me dice, Tu naciste con una luz tenue. En el día que tu naciste, las estrellas, muy apenas brillaban. Yo estalle en llanto. De por sí que ya me sentía fatal, tal y como andaba. Ella me dijo a mí, Tu esposo se casó contigo porque el sabia de la familia de la cual tú eras. Sin embargo, la familia adinerada e política no había sido la vida que yo había vivido. Mi padre había decidido hacer su vida de sus propios méritos y no quería vivir en la sombra de mi abuelo. El salió de su país para hacer un nombre por sí mismo. Mi padre detestaba el hecho de ser junior para empezar. Él es un hombre muy orgulloso para decir lo mínimo.

    En cuanto a mi matrimonio, ella dijo, Tienes dos elecciones, quedate o sigue tu camino. Yo dije de repente, Es que ahora soy la copia de carbón de mi madre. Se me está maltratando verbalmente todo el tiempo sin jamás tener algún tipo de apoyo en nada. Luego agregue, Yo siento que esta manera de tratarme es porque no me ama. Lo único que yo deseaba era que mi esposo me amara. Yo quería que él me tratara como que yo significaba algo para él. Yo no deseaba repetir el ciclo y luego darme cuenta de que estaba viviendo una mentira. Yo deseaba que las cosas fueran verdaderas. Me preguntaba, porque ¿no puedo lograr esto? Como es que yo puedo ¿llegar a esto? Salí de la casa de la psíquica peor que nunca. Yo honestamente ni quería regresar a mi casa. Yo quería seguir en la carretera y seguir el camino. La única pregunta que tenía era, a donde ¿yo iría? Sofía y yo habíamos hecho la consulta juntas en el carro de ella ese día. Cuando regrese a casa, estuve malhumorada todo el día pensando en las cosas que la psíquica me había dicho. Su exactitud era asombrosa para una persona que yo jamás antes había visto.

    Niña Triste

    Yo estaba en casa reviviendo mi niñez. Aquí estaba yo pensando en los años interminables de sentirme inadecuada. Lo único que había escuchado desde el momento de ser una niña pequeña era que yo era una estúpida, inútil y una pendeja. Igual que tu madre, decía mi padre en su estupor de borrachera. Me golpeaba hasta sacarme el susto de muerte por simplemente derramar la leche, me cacheteaba por no prestar atención, y tomaba cualquier objeto que estuviera a la mano si hacia ruido. Llegaron esas veces donde yo llegue a pensar si valía la pena respirar. Que más le podría ¿yo ocasionar? Todavía recuerdo el temor que sentía de saber que su día laboral terminaría porque al salir del trabajo encontraría el pretexto para golpearme. Ya sentía la seguridad de que algo no saldría bien para que él se enojara o se frustrara y yo vería

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