ucía Rivera Romero (Gijón, 1998) lo tiene claro: «O me amas o me odias, pero creo que no hay un término medio en el que caiga simplemente mal o bien. La experiencia me ha demostrado que soy ese tipo de persona». Y es que, a sus 25 años, ha vivido un cúmulo de experiencias tan diversas que la han subido a su particular montaña rusa de emociones, un viaje intermitente que la ha llevado a encontrar ayuda en la terapia, a escribir hasta un libro autobiográfico 2023) y a marcharse a Milán, donde reside desde hace menos de un mes, en busca de trabajo y, especialmente, de calma y anonimato. Todo lo contrario a la fama que le persigue desde que, a sus «En el colegio era la y todos conocían mi vida. Pero, gracias a Cayetano, no tuve la sensación de abandono paterno». Y ahora, con la mente tranquila y enfocada en ella misma, posa para ELLE por las calles de la capital italiana, mientras demuestra sus dotes de modelo y su profesionalidad (damos fe de ello) enfundada en de Emporio Armani. En el camino nos habla de sus vivencias, de su carrera y de lo que más le importa: cómo se siente. ¿Veredicto tras la charla? La amamos.
LUCÍA RIVERA SU DOLCE VITA
Mar 21, 2024
4 minutos
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