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Creí Y Recibí Mi Encuentro Con Jesús
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Creí Y Recibí Mi Encuentro Con Jesús
Libro electrónico217 páginas3 horas

Creí Y Recibí Mi Encuentro Con Jesús

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“Creí y recibí” está basada en la vida personal de la autora, Susy Abbate. Es un relato honesto de la jornada de una madre soltera hacia el crecimiento emocional y espiritual ante una vida llena de problemas, fracasos y altos y bajos financieros. Susy explica como enfrentó y superó los momentos más dolorosos en su vida, desde su niñez hasta que tiene un encuentro personal con Cristo y el dolor de perder su única hija en un accidente trágico.

Ella nos comparte cómo batalló la depresión y la tristeza y como al fin surgió a una vida nueva al cambiar su modo de pensar. Sus diálogos con Dios revelan lo importante que es darle gracias a nuestro creador para poder vivir una vida plena y como creer en lo que El nos dice.

“Creí y recibí” enseña que es posible creer que lo imposible no es nuestra realidad y que nuestra propia fe hace que lo imposible ,sea posible y aparezca en nuestras vidas. A pesar de todas las situaciones que se le presentaron, Susy tomó la determinación de no vivir como victima y decidió caminar con una fe inmovible y una confesión positiva.

Lo que parecía imposible, Dios lo hizo posible en su tiempo.

“Creí y recibí” nos muestra que sí es posible salir de una vida llena de dolor. Lo necesario es tener disciplina. “Hay que cambiar los pensamientos a los pensamientos que Dios tiene y Tenemos que creer que lo que Dios nos dice es verdad.” Estos son los secretos que ayudaron a Susy a superar el negativismo de la vida cotidiana y vivir en paz y armonía espiritual.

La decisión es nuestra!

IdiomaEspañol
EditorialWestBow Press
Fecha de lanzamiento4 jun 2019
ISBN9781973656012
Creí Y Recibí Mi Encuentro Con Jesús
Autor

Susy Abbate

Para Susy Abbate no fue fácil expresar la profundidad de sus emociones que expresa en este libro dado que vivió encerrada en si misma por muchos años. Ella tomó la decisión de cambiar su mente pidiéndole ayuda a Dios que la liberara de su forma de pensar. Apoyándose en El, Susy relata honestamente como El le ayudó a expresar sus más íntimas inquietudes, las cuales ella creyó que nunca diría en voz alta, como establecer una relación intima con El y como usar su palabra como el sustento de fe para cada unos de sus días. Ahora que tiene una vida plena en Cristo ella disfruta cada momento y lo ve como un regalo. Actualmente Susy asiste a una iglesia Mesiánica, donde le gusta fortalecer, reforzar y animar a los demás compartiendo su testimonio de fe ante las situaciones difíciles en la vida. En su corazón tiene un lugar especial para todas aquellas personas que han perdido un ser querido, puesto que ella sabe lo que fue perder su única hija, Elizabeth. A ella le gusta viajar con frecuencia conociendo las maravillas que Dios ha hecho y ha visitado más de 50 países, gracias a que Dios le concedió ese deseo. Susy vive feliz en los Estados Unidos en el estado de la Florida.

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    Vista previa del libro

    Creí Y Recibí Mi Encuentro Con Jesús - Susy Abbate

    reservados © 2019 Susy Abbate.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida por cualquier medio, gráfico, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación de información sin el permiso por escrito del editor excepto en el caso de citas breves en artículos y reseñas críticas.

    El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

    Puede hacer pedidos de libros de WestBow Press en librerías o poniéndose en contacto con:

    WestBow Press

    A Division of Thomas Nelson & Zondervan

    1663 Liberty Drive

    Bloomington, IN 47403

    www.westbowpress.com

    1 (866) 928-1240

    Debido a la naturaleza dinámica de Internet, cualquier dirección web o enlace contenido en este libro puede haber cambiado desde su publicación y puede que ya no sea válido. Las opiniones expresadas en esta obra son exclusivamente del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor quien, por este medio, renuncia a cualquier responsabilidad sobre ellas.

    ISBN: 978-1-9736-5586-2 (tapa blanda)

    ISBN: 978-1-9736-5585-5 (tapa dura)

    ISBN: 978-1-9736-5601-2 (libro electrónico)

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso: 2019902628

    Las personas que aparecen en las imágenes de archivo proporcionadas por Getty Images son modelos. Este tipo de imágenes se utilizan únicamente con fines ilustrativos.

    Ciertas imágenes de archivo © Getty Images.

    Información sobre impresión disponible en la última página.

    Fecha de revisión de WestBow Press: 05/15/2019

    Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas Grandes y ocultas que tú no conoces.

    Jeremías 33:3

    SusyandElizabeth.jpg

    Elizabeth y Susy Abbate en 1997.

    DEDICACIÓN

    He escrito este libro en agradecimiento a Dios por haber permitido que mi hija Elizabeth estuviera conmigo fisicamente veinte y dos años.

    Por que Dios fue el que me hizo entender que mi hija era prestada, para que yo llegara a conocer el amor del Creador, sin condición que recibí por medio de ella.

    A Elizabeth mi única hija, el primer ser humano que con su inocencia de niña me hizo sentirme amada y estuvo conmigo desde que nació hasta el día que Dios la llamó.

    CONTENIDOS

    Agradecimientos

    Nota Personal

    Capítulo 1: Biografía De Mi Niñéz

    Capítulo 2: Aprendiendo A Conocer A Dios

    Capítulo 3: Provisiones Del Creador

    Capítulo 4: Corazón Adolorido Y Entregado A Dios

    Capítulo 5: El Milagro De Seguir Viviendo.

    Capítulo 6: Recibiendo Bendiciones

    Capítulo 7: Recordando Seres Amados

    Capítulo 8: El Cambio De Mi Mente

    Pensamientos Finales

    Invitacion Especial

    Sobre El Autor

    AGRADECIMIENTOS

    Quiero expresar mi gratitud a Ti, que me has dado todo (Yeshua, Adonai, Hashem, Elohim, El Shadai, Jesucristo, El Todo Poderoso). Vivo agradecida en todo y por todo, especialmente por todo lo que soy, estoy completa en ti.

    Adicionalmente, quiero agradecer a todos los seres queridos que me han apoyodo en realizar el sueño de compartir mi vida por medio de este libro. Sus mensajes de aliento y de fortaleza me han mantenido desde la ausencia física de mi hija Elizabeth.

    Y especialmente a:

    • A mi querida amiga Lizeth Monserrat, quién me animó, me apoyó y me ayudó a creer que yo podía escribir.

    • A Moona Whitice quién ha sido el ángel que Dios puso en mi camino para terninar de diseñar, publicar y editar este libro.

    • A mi familia: Mi hermana, a mi cuñado, sobrinos, a mis hermanos en Cristo, amigos y vecinos que con su amor, paciencia y cariño, he vivido mejor.

    • A todos los lectores futuros que de una u otra manera por medio de este libro, mi vida, le sirva de ayuda tanto en la parte espiritual como en la emocional.

    NOTA PERSONAL

    Por muchos años escuché la voz de nuestro Creador en mi mente diciéndome:

    "Escribe lo que haz vivido."

    Yo me hablaba a mi misma y me decía:

    ¿Cómo voy a escribir un libro, primeramente, no sé narrar un texto; expresarme en la forma que otros me entiendan, ni mucho menos publicar mi testimonio?

    Yo contesté al Señor.

    Las personas no creen en Ti, sabiendo que Tú eres quién les has dado todo ¿Cómo van a creer lo que has hecho en mi?

    Su respuesta ha sido la misma: Cuando ellos están en la abundancia y todo va bien, no me escuchan, pero en las tribulaciones su mente se oscurece porque las situciones los controlan, en su ansiedad y necesidad de salir de esa circunstancia para poder encontrar la salida a esa situación, allí es cuando ellos desearán entender lo que tú entiendes. Explícales que si ellos esperaran en mi tiempo, si me creyeran, sino me cambiaran por cualquier cosa, si escucharan mi voz cuando les hablo, si ellos reconocíeran que yo soy su Creador, si entendieran que yo soy el que hace todas las cosas posibles, si me alabaran en todo tiempo en vez de estar perdiendo tiempo en querer solucionar lo que no pueden resolver, si hablaran cómo yo hablo, ellos vivirían en mi gloria.

    Después de poco tiempo empecé a escribir.

    CAPÍTULO 1: BIOGRAFÍA DE MI NIÑÉZ

    Así cómo no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma,

    El niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios,

    Creador de todas las cosas.

    Eclesiastés 11:5

    El Señor cumplirá en mí su propósito;

    Tú gran amor, Señor, perdura para siempre;

    No abandones la obra de tus manos.

    Salmos 138:8

    Viví lo mejor de mi juventud con depresión y una actitud muy negativa, encerrada en una soledad y tristeza muy profunda. No sabía expresar mis sentimientos, no sonreía, ni tampoco hablaba con nadie. El miedo que le tenía a mi mamá, era el mismo miedo que sentía con otras personas temía ser ignorada.

    En mi niñéz tuve una familia grande y normal, mis padres, hermanos, tíos, abuelos, etc. Sin embargo, siempre sentí la indiferencia y distancia de ellos hacia mí, nunca hubo una relación o cercana con ninguno de ellos. No tengo ningún recuerdo de alguién que me haya preguntado algo tan simple como: ¿Cómo estás? ¿Necesitas algo? ¿Te sientes bien? decirme Feliz Cumpleaños, o darme halagos.

    Mi único recuerdo son las reproches o reclamos cuando hacía algo malo, mi mamá me castigaba corporal y verbalmente, pero si hacía algo bueno pasaba inavertido para mis padres.

    Pienso que fue una de las razones que poco a poco contribuyeron a que se fuera formando en mi personalidad la negatividad, inseguridad, sentimiento de rechazo. Al ser ignorada o no necesitada por alguien, yo no me sentía amada por mi familia creando en mi un resentimiento muy profundo.

    Crecí con mi madre, para los demás ella era una persona noble, dulce, cariñosa y muy trabajadora. Desde el comienzo de su matrimonio, mi mamà tenía un almacén de articulos de casa, en esos tiempos los negocios se instalaban en el primer salón de la casa frente a la calle, en la parte interior era la casa de habitación, mi papá vivía mas tiempo fuera de la casa debido a su trabajo, El exportaba madera para otros paises y después de un tiempo, cuando yo tenía 6 años, el se fué para otro país. Debido a la ausencia de mi papá mi madre trabajaba muy fuerte los siete días de la semana, nunca tomaba vacaciones, toda la carga de la responsabilidad de la casa estaban sobre sus hombros.

    Al Cumplir Siete Años.

    Mis padres se divorciaron, al vivir en una ciudad muy pequeña donde la religión católica predominaba y en aquellos tiempos, ellos controlaban la sociedad y condenaban el divorcio, mi mamá fue rechazada por la iglesia y por la sociedad. En la época navideña la iglesia pasaba la lista de todas las personas que tenían que donar dinero para mantener limpia la iglesia, a mi mamá se le exigía pagar cincuenta dolares cómo donación cantidad que en aquel tiempo era casi una fortuna. Sin embargo, a Ella no la invitaban o tomaban en cuenta a los eventos de la sociedad por ser divorciada, una de las razones por la cual ella se refugió en su negocio.

    La frustración de un matrimonio infelíz por las infidelidades y la ausencia de mi papá ocasionaron que ella se convirtiera en una persona agresiva y negativa. Por alguna razón que yo desconocía ella desahogaba toda esa ira y frustración en mí.

    Mi familia cercana constituía de tres hermanos y una hermana. Mi mamá no nos trataba por igual, tenía una actitud diferente entre nosotros, especialmente con mi hermana mayor y hermano menor, con ellos todo era posible, sus necesidades, había comunicación, cariño y comprensión. Conmigo era opuesto, no amigable, no había comunicación, no se me tomaba en cuenta, no se me participaba ni de lo bueno ni de lo malo.

    Yo me enteraba de lo que ocurría en la casa porque lo escuchaba de la servidumbre o me lo decían los vecinos, pero no directamente de mi mamá.

    En nuestra casa no habían problemas de alcohol, ni vicios, el problema era la violencia de mi mamá hacia mi persona, porque con los demás era pasiva.

    Yo añoraba salir de ese mundo, mi mayor deseo era no vivir con ella, ni ser cómo ella. Tenía muchas aspiraciones, especialmente salir de la escaséz no solo económica, sino emocional, así mismo la depresión, la inseguridad y el rechazo. Mis anhelos eran volar lejos, salir de mi país, vivir en los Estados Unidos y tener la seguridad de no regresar.

    Pasaron los años, como parte de nuestra vida y sociedad era de esperarse la asistencia regular a la iglesia. Aunque mi mamá y hermanos no asistían, yo asistía sola, me sentía juzgada por la gente, las enseñanzas de la iglesia católica no me llenaban y sentía desconfianza en toda persona que hablara de Dios.

    Mi carácter era bastante parecido al de mi mamá, pero ella decía que yo era como la familia de mi papá, los culpaba a ellos de mi manera de ser. Yo tenía muchos resentimientos y me molestaba facilmente guardaba rencr por mucho tiempo.

    Por muchos años no tuvimos contacto con mi papá, cuando él venía a la ciudad donde vivíamos con mi mamá él mandaba a alguien a buscar por mis hermanos, pero no por mí, yo deseaba verlo y para lograrlo tenía que buscarlo dónde me decían que él estaba, cuando al fin estaba con él, nuestra comunicación era inexistente, nunca tuve una conversación que me identificara con él.

    Cuando Tenía Alrededor De Diez Años.

    Mis hermanos se fueron a vivir con mi papá, mi hermana se fue a un colegio interno por cuatro años a la capital. Mi hermano pequeño y yo quedamos con mi mamá. Acumuló un poco de dinero para sostenernos, los lunes era el día de hacer el depósito en el banco, a mí siempre me mandaba, así que sabía más o menos lo que ella tenía, mi mamá era conocida en esta pequeña ciudad por el almacén que tenía, así que casi todas las personas conocidas llegaban a saludarla.

    A Los 16 Años.

    Mi mamá decidió trasladarse a San Pedro Sula, la segunda ciudad, localizada en un valle rodeada de montañas dónde corren muchos ríos localizada en norte del país, nos instalamos mi madre, mi hermano menor y yo en un barrio cerca del centro de la cuidad, ella abrió un pequeño almacén como el mismo de antes de artículos de casa, la relación seguía igual no teníamos comunicación, mi mamá nunca me acompañó a ningún lugar, ni teníamos ninguna actividad junta. Era como vivir con alguien en silencio emocional. Yo trataba de no hablarle mucho puesto que siempre me parecía estar enojada y yo sentía que mi presencia le molestaba. En éste tiempo, mis estudios sufrieron mucho porque mi estado emocional no estaba saludable.

    A los 18 años, gracias a mis compañeros y a mis maestras, sin saber que Dios envía ángeles en nuestras vidas y ellas fueron muy buena conmigo. Con su buen trato y sus recomendaciones, mejoré mis créditos para poder graduarme de maestra de educación pública. Tanto era mi afán por terminar mis estudios, que yo caminaba 64 cuadras diarias de lunes a viernes para llegar al colegio. En todo ese tiempo, mi mamá no averiguó como estaba, ni se interesó en saber de mí o mi plan de estudios.

    Al llegar la graduación, éramos 32 maestros que nos graduábamos. El día de la graduación, todos los padres y lo padrinos de cada uno de mis compañeros estaban presente, pero yo estaba sola sin padres, ni familia. Unos señores que estaban en el evento se ofrecieron a servir de padrinos puesto que era un requisito tener testigos. Otra vez, la mano de Dios, en mi vida. Yo no lo pensé en ese momento. Solo pensé en mi soledad. Llegué a mi casa contenta por mi graduación, pero mi mamá estaba tan profunda en su tristeza que ni se dió cuenta que ya yo tenía un título.

    Dos meses después de mi graduación encontré trabajo fuera de la cuidad y tuve que trasladarme a vivir cerca de la escuela, con una familia que alquilaban un cuarto en su casa. Mi trabajo era a una hora de camino en bus desde la casa de mi madre. Yo la visitaban todos los fines de semana por salir de mi casa y para tener un lugar donde ir. Aun así no mejoró nuestra relación. Ella nunca me visitó, ni tampoco sabía dónde yo vivía o lo que hacía. Yo pasaba los fines de semana encerrada en la casa de mi madre. Así que no pude lograr su atención, o su amor, en todo ese tiempo.

    El siguiente año me trasladaron a la ciudad dónde mi madre vivía, San Pedro Sula. La escuela nueva estaba a cuatro cuadras de la casa de mi madre. Me despedí de la familia en el pueblo y me trasladé a vivir con mi madre de nuevo. No hablamos sobre mi mudanza de ante mano, solo pensé en mudarme a vivir con ella otra vez.

    Llegué a su casa y su situación financiera estaba bastante mal. Yo decidí ayudarle económicamente con mi salario. Aun ayudándole, yo me sentía un extraño en mi casa. Ella no me permitía amistades, un joven no podía acercase porque a ella no le justaba y no lo permitía. Yo vivía sumergida en la soledad de mi trabajo y sin una vida social. No iba a una iglesia y no tenía amigas de mi misma edad. En ese entonces, yo era maestra de primer grado con alumnos de 6 y 7 años de edad y trabajé con mucha felicidad con ellos.

    Cumplí 22 Años.

    Mi madre me rechazaba. Una vez más le pregunté:

    ¿Porque no me quiere?

    Por tu carácter.

    Su respuesta me hirió hasta el fondo de mi ser, yo esperaba que me contestara; Si yo te quiero siquiera para sentirme mejor aunque no me amara. Esa noche mi mamá me dijo que yo me fuera de la casa, yo le contesté.

    Me voy pero no regreso, y cuando usted llegue a su vejez no tendrá ni a sus hijos ni a nadie. Yo empecé a buscar dónde mudarme y me fui a una casa que aceptaba jóvenes solteros cerca de mi casa. Al mes ya estando fuera de la casa, yo tomé la decisión de no regresar a su casa. Ella no me conoció ni como persona ni como hija. En todos esos años no hubo ninguna conversación personal solo superficial y fría.

    Al poco tiempo encontré otra familia dónde mudarme, la familia de Doña Lola, quién vivía con sus hijos y dos huéspedes más. Ella me recibió con mucho cariño, fue la primera vez que sentí el calor de un hogar, ser tomada en cuenta, sentirme en familia. Para Ella yo fui cómo otra hija, me hablaba con mucha delicadeza, conversábamos bastante lo que yo decía o quería para Ella estaba bien, llegué a tomar un lugar especial en su vida que fue la primera vez que recibí el amor de una madre.

    Cuando yo regresaba de la escuela a medio día casi siempre hacía los platos favoritos, dedicaba tiempo para escucharme, por las tardes mientras ella costuraba compartía la historia de su vida matrimonial. Ella era viuda, manifestaba alegría cuando recordaba a su esposo porque decía que ella había quedado llena de él, que no sintió la necesidad de casarse nuevamente. Mi madre seguía viviendo en la misma cuidad, algunas veces me

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