¿Por Qué? Cuando La Esperanza Te Falla: No Permitas Que Las Adversidades Roben Tu Destino

Por Gilberto Rodríguez

Hace algunos años fui golpeado por una terrible enfermedad tan debilitante que sacudió y perturbo mi vida. Lo que sucedió a continuación es el relato de una gran lección de vida que me enseñó cómo convertir los ¿POR QUÉ? de las circunstancias en una de mis mejores historias.
Este libro no es la típica lectura motivacional de “¡Todo va a estar bien! ó ¡Ten fe!” y no es un simple folleto de respuestas rápidas a todos sus problemas. Este libro le ayudará a cambiar su forma de ver la situación y no enfocarte en que te está causando tanto dolor.
Cada capítulo está diseñado para captar tu atención. Mis oraciones están con cada persona que lee este libro. Oro para que tu esperanza prospere y puedas convertir tus ¿POR QUÉ? en una de tus mejores historias.
Este es un libro que querrás compartir con tus seres queridos, amigos y conocidos. “Es tiempo de cambiar tu ¿POR QUE?


El pastor Gilberto Rodríguez junto con su esposa Elizabeth son los fundadores y pastores principales de la iglesia Templo Elías (Centro de poder, autoridad y dominio), ubicada en Lutz, Florida, con campuses en San Pedro Sula Honduras, y Kissi Kenya Africa que incluye un orfanato de niños. Puede contactarnos a través de la página web:
www. PastorGilbertoRodriguez.com, y/o puede enviar solicitud o comentarios al correo electrónico: [e-mail]

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 16 may 2022
• ISBN: 9781506547534

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Copyright © 2022 por Gilberto Rodríguez.

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Las escrituras bíblicas citadas marcadas como AMP han sido tomadas de La Biblia Amplificada, Antiguo Testamento copyright © 1965, 1987 por Zondervan Corporation. La Biblia Amplificada, Nuevo Testamento copyright © 1954, 1958, 1987 por La Fundación Lockman. Utilizada con permiso. Todos los derechos reservados.

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El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser utilizada solamente bajo licencia.

Las escrituras bíblicas citadas marcadas como MSG han sido tomadas de THE MESSAGE. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002, 2003 por Eugene H. Peterson. Utilizada con permiso del Grupo Editorial NavPress. Sitio web.

Las escrituras bíblicas citadas marcadas como NKJV han sido tomadas de la version New King James. Copyright © 1982 por Thomas Nelson, Inc. Utilizada con permiso. Todos los derechos reservados.

Fecha de revisión: 05/13/2022

Palibrio

1663 Liberty Drive, Suite 200

Bloomington, IN 47403

Quiero dedicar este libro a nuestro Padre (el Yo Soy el que Soy) por permitirme recibir y compartir contigo estas instrucciones por medio de su Santo Espíritu (consejero, maestro, amigo) por nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

También quiero dedicar este libro a mi bella esposa, Elizabeth, y mis hijos, Kimberly, David y Geovanni; su ánimo y contribución me motivaron a terminarlo.

Agradezco a mi familia: papá (José D.), mamá (Luz Iris), José L., Evelyn, Luz Ester, Sarah, Nicky, Dorcas (Suegra) y Víctor (suegro, quien está en el cielo)…Todos ustedes hicieron parte de este libro.

Gracias, Dr. Wingate, Dr. Willis, Dr. A. Benjamin, Dr. Coflin, y estudiantes, a quienes he tenido el privilegio de enseñar en el Programa de español de Life Christian University, por animarme de tantas maneras a terminar el libro.

Gracias a ustedes por desearme lo mejor…

ÍNDICE

Inicia el viaje

En la sala de emergencias

De vuelta en casa

¿Por qué yo?

¿Cómo me pudo suceder esto?

El proceso de esperar

Convirtiendo en un púlpito la enfermedad y el dolor

Consultorio del médico

El Manto de Bartimeo

La vida es un libro

Elegir ganar sobre la enfermedad

Yendo a ver al médico

El médico

Sin sanidad

De vuelta al médico

Es hora de la operación

Hora de despertar

Finalmente en casa

Tomé control de mi destino

Él no está en el negocio de enfermarte

Los momentos de desespero

Sintiéndome desesperado

Cuando llega la noche

Lecciones sobre sanidad del Espíritu Santo

Lázaro, ven fuera (Juan 11: 1-44)

La promesa también es para ti

Aprópiate de la promesa

Nada puede robarte tu sueño

Para más aclaración

Pasos por seguir mientras estás en el proceso de tu sanidad

Primer paso: Guarda tu lengua

Segundo paso: Guarda tu corazón

Tercer paso: Declara la palabra correcta

Algunas cosas que no debes alimentar

¡Shhhh! Guarda silencio

Reconociendo Canaán

Fe perdida y esperanza perdida

Fe y esperanza

Menos religión, más poder

Lo que hoy hace falta es poder

Al final de la historia: Marcos 9: 28-29

La autoridad de Jesús es cuestionada

La palabra del poder vs. el poder de la palabra

¿Qué tipo de fe?

Una mente cambiada

Fe como una semilla de mostaza

Método 1: Solo Una Palabra

Método 2: Tomar las montañas

El viaje no es fácil

Entonces, no crees que Dios existe

Alguien le ha permitido reflejar a Jesús a otros

La respuesta de Jesús

Testimonios de algunos que han realizado el viaje

Mi hermana Evelyn

Quiero hablarte del hijo de Rosa, Jeury, que tiene 16 años

Quiero hablarte ahora de la hija de Edward Zelaya, que tiene 16 años

La hija de Gilma con cáncer de ovario

César, un joven de 18 años que estuvo en un grave accidente automovilístico

Patricia, de Dade City

Muchos otros

Conclusión

Texto de la santa cena, el poder sanador de la comunión

CONVENCIONES

En todas las citas bíblicas aparece una sigla que indica la traducción empleada, así:

• AMP: Biblia Amplificada

• DHH: Biblia Dios Habla Hoy

• NTV: La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente

• PDT: Palabra de Dios para Todos

• RVR: Biblia versión Reina-Valera

• RVA: Biblia versión Reina-Valera Antigua

En la sección de la bibliografía se indica la referencia completa de estas fuentes.

Convierte tu enfermedad en un púlpito

Una enfermedad, un viaje, una oportunidad

Cuando un hijo, una madre, un padre, un hermano, una hermana, un amigo, una creación de Dios se enferma o es golpeado por una tragedia surgen muchas preguntas que desafían su fe y la capacidad de estar en control. ¿Qué hace una criatura de Dios cuando cae por causa de una enfermedad? ¿Cómo puede salir adelante?

Acompáñame en mi viaje y aprende conmigo lo que el Espíritu Santo me enseñó en mi viaje con estenosis espinal.

Oro y espero que seas bendecido tal como lo fui yo y que tu esperanza aumente, tu fe prospere y tu sanidad y/ o milagro se hagan realidad.

¡Iniciemos el viaje!

INICIA EL VIAJE

Era un día soleado entre semana. Me levanté temprano, desayuné, le di un beso a mi bella esposa Elizabeth y a mis dos hijos pequeños, Kimberly y David, y salí a trabajar. Todo era normal. Era un hermoso día en el sur de Florida.

Hice dos paradas a mitad de la tarde, iba hacia la oficina para hacer algunas llamadas y organizar unas citas. Mientras conducía, una voz me dijo da la vuelta y ve a casa. Sabía que era el Espíritu Santo, así que eso hice.

Al llegar a casa mi familia se sorprendió y se alegró al verme tan temprano; por lo general, salía muy temprano y volvía a casa muy tarde. ¿Por qué volviste tan temprano?, preguntó mi esposa. Para no causar preocupación, le dije que solo quería volver temprano.

De repente escuché al Espíritu Santo decirme que tomara una ducha y me pusiera ropa cómoda, así que hice tal como me dijo. Tan pronto terminé de vestirme, me dijo que fuera a la habitación de mi hijo mayor, Geovanni, y me parara al lado de su cama, así que, de nuevo, obedecí. Tan pronto me acerqué, a la cama ¡sentí el golpe!, el peor dolor de espalda que jamás había experimentado en mi vida.

Caí de frente sobre la cama. Gracias a Dios, la cama era a la altura de mis rodillas, así que solo caí hacia adelante. El dolor era tan fuerte que tuve que morder el borde de la cama; era un dolor agonizante y envolvente. Era agudísimo e incesante, y estaba afectando mi capacidad para respirar.

Traté de controlar mis gemidos para que mi esposa e hijos no se asustaran. Sin embargo, debido a la severidad de los espasmos y a que el dolor seguía aumentando, me fue difícil no expresar lo que sentía. La intensidad seguía aumentando. Procuré controlar la situación, pero el dolor seguía empeorando y tomando control de mis reacciones.

Recuerdo que me dije no voy a gritar, no voy a permitir que este dolor gané, como si el soldado en mi interior se rebelara contra el enemigo, Satanás, y decidí que no le iba a dar a Satanás el placer de escucharme gritar o gemir de dolor, así que opté por adorar. Conforme los espasmos golpeaban, yo decía te amo, Jesús, te amo, Señor, eres mi Dios, mi Salvador, nada es imposible para ti, junto con otras palabras de adoración. No podía evitar repetir en mi mente que el Espíritu Santo sabía lo que iba a pasar y se aseguró de que estuviera en casa y no en cualquier otro lugar en la calle. Eso me trajo consuelo.

Liz entró a la habitación, estaba alarmada y muy preocupada, y me preguntó ¿cariño, estás bien? Me vio acostado en la cama, mordiéndola y apretándola con todas mis fuerzas, y que el sudor generado por el dolor ya estaba mojando las sábanas. De inmediato le dije que no sabía lo que estaba sucediendo, pero que iba a estar bien. Luego le pedí que mantuviera a los niños alejados para que no escucharan ni vieran mi condición.

Seguí orando, pidiéndole a Dios que quitara el dolor. Usé todas las oraciones que pude recordar. Me apoyaba en versículos, los recordaba de memoria, tratando de afianzarme en cada palabra y promesa de Dios, tratando de recuperar la compostura, la fuerza y la fe. Ninguna oración parecía funcionar; el dolor seguía empeorando.

Pasé cerca de cincuenta minutos sin poderme mover una pulgada, porque los espasmos se activaban con cualquier intento de movimiento. Luchaba con el dolor tan agudo, pero los espasmos iban