Hace poco tiempo observando mis estadísticas de escuchas del podcast, me di cuenta que uno de los episodios que más eligieron es el primero, el CERO, donde cuento: ¿Quién soy?

Me hice un café, de esos de la máquina que me gustan a mi, y le puse PLAY.

Casi como si me estuviera viendo, ese viernes grabándolo en mi casa, volví a recordar que me pasaba por la cabeza y por el corazón hace más de tres años.

Yo en esencia, soy la misma, pero con varias heridas nuevas. Más adulta, más mujer, más decidida. La chica con rasgos adolescentes quedó ubicada en otro espacio, y estos tres años fueron la escuela de vida más grande que me tocó atravesar.

Termine el episodio, asumo que con algo de vergüenza y un poco emocionada, y dije: esta ya no soy yo. Esa chica que hablaba dulce y se reía, no existe más. Esa versión de mi, gracias a mi, evolucionó, creció y desapareció.

Entonces, me convencí rápidamente de que necesitaba ser honesta con quienes me escuchan, y contar quién estoy siendo ahora, 3 años, una pandemia y una separación más tarde.

Quién soy hoy, mientras me sigo buscando. Creo que ese trabajo interior individual, es quizás el que nos va a acompañar toda la vida. No pretendo llegar al tope de mis posibilidades de mejora mientras viva.

Si miro para atrás, y con el objetivo de compartirles lo que mejor me hizo este tiempo, quiero contarte 4 aprendizajes que incorporé en estos años. 

Espero que les sirva, o al menos, les despierte algunas preguntas.
Gracias por acompañarme en este, mi espacio favorito :)