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Las Historias Que Vivimos
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Las Historias Que Vivimos
Libro electrónico75 páginas1 hora

Las Historias Que Vivimos

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Historias basadas en la realidad de nuestros pases y su gente,
que se convirtieron en hroes y al mismo tiempo en vctimas,
de los conflictos armados que a su paso han dejado huellas y
heridas muy difciles de olvidar, que ahora con un toque de ficcin nos
lleva de la mano al pintoresco pueblo de las vacas donde vive Jose,
un joven campesino, que cultiva su tierra con amor, que lucha por el
bienestar de su familia, pero que su vida cotidiana se ve interrumpida
y nos lleva a vivir junto a l, la alegra del reencuentro, como tambin
el dolor del adis.

Historias que tocan lo ms profundo del corazn y hacen que afloren en
nosotros emociones a fl or de piel, con cada personaje y su participacin
en esta aventura, escrita con un lenguaje muy particular y propio de
nuestros pases.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento15 ago 2012
ISBN9781463332310
Las Historias Que Vivimos
Autor

Hugo L. Flores

Un hombre en su caminar por la vida, se encuentra con triunfos y derrotas, entre los cuales algunos son de mayor impacto que otros, como cuando a los diecisiete años, emprendí un viaje a un mundo Totalmente diferente al mío, no buscando un porvenir ni un futuro, pues a mi corta edad todo era una aventura, y de repente mis obligaciones crecieron antes que yo, al igual que mis miedos e inseguridades, y ahora veintisiete años más tarde, me encuentro aquí todavía con mis obligaciones más grandes que yo, aun con mis inseguridades pero empezando ha Querer vencer mis miedos. Recuerdo que empecé a interesarme en la música, específi camente en la guitarra, luego el piano y decidí escribir mis propias letras según yo, para mis canciones y lo hacía en servilletas de papel, luego con el tiempo, empecé a escribir en cuadernos, piezas de papel, que aún conservo guardados por ahí, pero que nunca les di vida, y frustrado por no dominar los benditos tiempos, abandoné mi interés por ponerle música a mis letras y me dediqué a escribir, y seguí escribiendo ya no letras para canciones, sino historias, anécdotas, que escuchaba de mis compañeros de trabajo en la jardinería, en las reuniones familiares con mi esposa, conociendo personas de diferentes Países con su folklore, y el hecho de sobrevivir esos confl ictos armados que aun se cuestionan porqué? Fueron los que me inspiraron a escribir y a vencer el miedo de exteriorizar mi forma de pensar con la ayuda de Dios.

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    Las Historias Que Vivimos - Hugo L. Flores

    Las historias que vivimos

    HUGO L. FLORES

    Copyright © 2012 por Hugo L. Flores.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    Para pedidos de copias adicionales de este libro, por favor contacte con:

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Llamadas desde los EE.UU. 877.407.5847

    Llamadas internacionales +1.812.671.9757

    Fax: +1.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    416649

    INDICE

    Prólogo

    LAS HISTORIAS QUE VIVIMOS

    LA VISITA INESPERADA

    EL DÍA LIBRE

    FIN DE SEMANA FAMILIAR

    MANOS A LA OBRA

    LA HOMILÍA

    COMO TÚ

    ENTRE BARRANCAS Y RÍOS

    NOCHE INTERRUMPIDA

    EL DÍA DOMINGO

    QUE TAL JOSÉ

    EL SACRISTÁN

    PÉRDIDA DE LA INOCENCIA

    LA CURIOSIDAD

    LAS PUTAS

    EL BELLO DURMIENTE

    LAS MEJORES AMIGAS

    EL DESEO DE MI PADRE

    DE REGRESO A TUS RAÍCES

    MI NUEVA VIDA

    BIBLIOGRAFÍA

    Ayer caminabas junto a mí,

    Tratabas de seguir mis pasos,

    Te di una Mirada y sonreí,

    Pero pensándolo bien,

    No tratabas de seguir mis pasos,

    Venías llenando los espacios vacíos,

    Que yo iba dejando.

    Estoy cansado de vivir a tu lado,

    Bebiendo de tu agrio y amargo amor,

    Aunque soy feliz a tu lado,

    Extraño las calles de mi pueblo,

    Que me claman a gritos,

    Que aunque ya no tenga porque vivir en ellas,

    No me importa caminar sus calles como alma en pena,

    Pero morir en sus brazos.

    El hombre se abraza al recuerdo y le pide que nunca lo deje,

    Agacha la cabeza, mientras se seca las lágrimas; pues recuerda

    Que su padre le dijo los hombres no lloran, se compone el sombrero, mientras agarra fuerzas de un futuro incierto, en el cual tiene muchos planes, mira hacia atrás y le echa un vistazo al pueblo, al cual sabe que ya no será el mismo cuando él regrese, tampoco él será igual, tendrá costumbres diferentes.

    Cuando él regrese espera tener todavía la juventud para poder

    Disfrutar de los placeres de la vida, una vida que aún no tiene, porque ya tiene una vida, pero no es la que él quiere vivir.

    Voltea se agarra el cuello de la camisa, y respira, cierra los ojos, y piensa un recuerdo más para el futuro, le contará a las generaciones

    Por venir, como era y como es hoy, no era de día y no era de noche

    Prólogo

    Después de veintisiete años de vivir en un país, donde las culturas étnicas son vastas, diferentes formas culinarias, Nueva York, la capital del mundo. El invierno es bonito, si vienes de vacación, el verano, si tienes aire acondicionado ah! Que rico; Yo que trabajo en la jardinería, escribo todo lo que viene a mi mente, cortando el pasto a casi cien grados de temperatura.

    Todo esto empezó como una locura más, hasta que alguien me dijo que era bonito, pues casado con una mujer del pequeño país de El Salvador, en tiempos de verano me tocaba compartir con la mayoría de gente de ese País, en fiestas, días de campo, asados, y ya entre tragos y cervezas, empezaban a contar historias de la guerra que vivieron, y con la ayuda de gente muy especial, esta locura agarró forma, y mi imaginación que no es normal, según mi opinión personal.

    Cuanta gente que viene a este gran País, dejando en América Latina su familia, aquí lloran! Al sentirse solos, al ver qué lo que sufrieron allá, ahora no son más que historias; gente que no tomaron parte de ningún partido político, sufrieron mucho más y son ustedes los que se merecen todo el amor de Dios.

    Gracias por LAS HISTORIAS QUE ME CONTARON!!

    LAS HISTORIAS QUE VIVIMOS

    Corrían los años 70s por hay, la guerra civil estaba en lo mejor.

    Se levantaba tarde, se sentaba a la mesa a desayunar, su vaso de leche, jugo de naranja, tortillas, huevos revueltos o estrellados y se enojaba porque el pan que le daban, no era de su gusto; mientras la servidumbre temblaba, porque había que complacer al niño.

    La cocinera decía, mono hijueputa, solo gustos es, mientras nosotros pariendo, para darles un pan con café a los cipotes de uno, pero no! como su tata es el señor coronel; mientras José, que le tocó pedir prestado, para la renta del terreno para la siembra del maíz, y si Dios quiere que la lluvia sea abundante, para que la cosecha sea buena y pagar la deuda, sus hijos desde el mas pequeño hasta su mujer, ayudan en el cultivo, les ha prometido que si todo sale bien, el otro año, tendrán zapatos nuevos y a la señora le ha prometido unos aretes de oro.

    Mientras el hijo del coronel se prepara para

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