uesta lo mismo ser agradable que no serlo. La semana pasada, sin embargo, cuando me subí al tren y llegué a mi sitio, bendecida con una mesa compartida, mi asiento en dirección contraria al sentido de la marcha, puse en cuarentena este dogma de la amabilidad. Antes de que el tren arrancara, con retraso, claro, me había enfadado con cada
Mesa compartida
Jun 20, 2023
2 minutos
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