MUJERES que abren su hogar y CORAZÓN
A mediados de los años setenta, el papá de Marta Duque la mandó del hogar familiar en Pamplona, una ciudad pequeña en el extremo este de Colombia, a Caracas, para trabajar como empleada doméstica en casa de una familia venezolana. Su padre había conocido a los futuros patrones cuando tomaron el taxi que conducía y, por casualidad, mencionaron estar buscando a una chica para trabajar en su domicilio. El papá de Marta les respondió que conocía a la candidata perfecta: Marta, una de sus 14 hijos. En ese entonces, con tan sólo 12 años de edad.
En aquella época, Colombia era un país extremamente pobre, sacudido por la violencia, y Venezuela vivía un económico que atraía miles de trabajadores de toda la región. Sin embargo, para Marta, sus años en la capital venezolana serían tumultuosos. La familia en cuyo apartamento laboraba, día y noche, viajaba frecuentemente pero cuando estaban fuera, la
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