Stefano En Lucena

Por Yesica López-Rodríguez

Stefano en Lucena es la historia de un joven que a sus dieciocho aos renunci a las riquezas de sus padres para emprender un viaje y conseguir lo que desde pequeo siempre anhel, ser pintor. En su andar por la vida trabaj arduamente para mejorar su tcnica como pintor y ganarse la cena del da, pero un encuentro inesperado con su madre le facilit su travesa por las diferentes ciudades de Europa hasta llegar a Espaa y establecerse en Lucena.
Luego de creer que lo tena todo, inesperadamente conoce a una mujer que le provoca sensaciones nuevas e inexplicables y es en este preciso momento que comienza un cambio en su interior que le hace ver la vida y el amor de una manera sumamente diferente, provocndole emprender un nuevo viaje, pero esta vez de regreso a su casa, de donde nunca haba vuelto desde su partida.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 19 feb 2014
• ISBN: 9781463379001

Yesica López-Rodríguez

Yesica López-Rodríguez estudió Administración de Empresas y se certificó como maestra registrada de Yoga. En su tiempo libre práctica la fotografía y comparte sus experiencias y pensamientos en el blogspot Mil Palabras Mil Pensamientos.

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Copyright © 2014 por Yesica López-Rodríguez.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2014902790

ISBN:   Tapa Dura                  978-1-4633-7902-5

              Tapa Blanda               978-1-4633-7901-8

               Libro Electrónico      978-1-4633-7900-1

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Fecha de revisión: 13/02/2014

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Lucena es un pueblo pequeño, pintoresco y cálido de la provincia de Córdoba, Andalucía ubicado al sur de España. Su nombre fue otorgado originalmente por los judíos, Eli Ossana, que en hebreo significa Dios nos salve. Durante la invasión de los musulmanes a España también fue conocida como al Yussana. Sus calles son estrechas y sus residencias estilo colonial. Vive del turismo europeo y del monocultivo olivarero. Aquí, la pasión por el arte se hace sentir en cada uno de sus habitantes, quienes desde la formación del pueblo, enseñaron a todas sus generaciones a practicar y a desarrollarse en alguna rama del arte. Cuenta Doña Sofía, la dueña de la panadería, que los primeros habitantes de Lucena eran magos, que hacían maravillas con sus manos, desde pinturas en acuarelas hasta estatuillas en barro. Como para aquella época no existían las galerías, algunos habitantes comenzaron a exponer sus obras en la plaza del pueblo, y fue así, cuando un buen día llego a la plaza el príncipe de un país oriental, que decidió regalar parte de su fortuna a los menos afortunados a cambio de todas las pinturas y estatuillas que estos poseían. De aquí surgió el gran mito del artista, el cual decía que para llegar y tener éxito en las grandes ciudades de Europa, todo artista aficionado debía de transitar por Lucena. De aquí en adelante todo cambio en este pequeño pueblo, llegaban artistas de todas las partes de Europa para dar a conocer sus talentos en la música, la pintura, el baile o la literatura, antes de partir a las grandes ciudades de Europa para probar su suerte. De aquí salieron el escritor y novelista Luis Barahona de Soto, el escultor Pedro de Mena y Gutiérrez, el pintor Antonio Mohedano y el también escritor Federico Canalejas. A pesar de ser un pueblo pequeño estaba lleno de galerías, cafés, restaurantes y cantinas. No había mañana que la misma Doña Sofía dejara de decir que en este pueblo habitaban más turistas que residentes, a lo cual Don Rafael, el único barbero del pueblo, cada mañana que iba a la panadería en busca de su café respondía que tenía razón. La gente del pueblo nunca supo a ciencia cierta si él en realidad pensaba igual que ella o simplemente el amor oculto de tantos años era lo que le hacía estar de acuerdo con ella en todo lo que decía. Los habitantes del pueblo siempre comentaban a su espalda que nunca el hombre se había casado en espera de que Doña Sofía lo tomara en consideración para el matrimonio aunque este nunca le había expresado su sentir a ella.

No había noche en el pueblo que no hubiera algún tipo de movimiento. Los lunes eran noches de lectura en la plaza, donde todos los que asistían llevaban sus libros para leer cuentos cortos, mientras que otros preferían recitar poemas, ya fueran de otro artista o de su propia autoría. Los martes sacaban las guitarras y disfrutaban de las noches de bohemia. Cada café invitaba al más atrevido a cantar y a tocar en la barra mientras que los demás le coreaban y le acompañaba con sus palmas. Los miércoles eran las noches de flamenco en el teatro del pueblo. Este día estaba mayormente concurrido por personas de la edad dorada, eran pocos los jóvenes del pueblo que asistían al teatro para disfrutar este baile. Los jueves era la noche de tapas donde descorchaban la botella y degustaban el vino mientras se alimentaban de platillos tradicionales. Los viernes desde las seis de la tarde daba comienzo en la calle principal del pueblo las noches de galería, atrayendo a los turistas que comenzaban a llegar al pueblo en el fin de semana para aprender sobre el cultivo olivero, visitar la Iglesia de San Mateo y comprar algunos recuerdos para llevar a sus hogares. Los sábados en la tarde comenzaban los torneos de ajedrez en la plaza y los domingos luego de la misa del mediodía comenzaba el bingo.

Durante el transcurso de los años fueron muchos los turistas que transitaron por Lucena pero pocos los que decidieron quedarse a vivir en ella. A pesar de la gran magia del lugar, estos decidían irse a las grandes ciudades para alcanzar fama, fortuna y éxito. Los pocos habitantes jóvenes que nacieron en Lucena, también decidían marcharse a probar suerte. Doña Sofía solía decir que algún día el pueblo se iba a quedar sin habitantes, porque si algo trajo los años al pueblo fueron deseos de triunfar fuera de él. Sin embargo, contrario a todos los demás, hubo