La alienación de Adela

Por Natalia Liberona

Natalia Liberona inicia su novela con los sueños, la amistad y la melancolía que trae el otoño y la rutina del trabajo.

Adela, mujer exitosa profesionalmente pero no en el plano afectivo, nos mostrara su cotidianidad hasta la misteriosa llegada de un extraño de impermeable amarillo.

La alienación de Adela es, como lo señala la autora, para los que ven la vida como quieren verla y la viven como tal.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Forja
• Fecha de lanzamiento: 29 nov 2016

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La alienación de Adela

Autor: Natalia Liberona Ehrenböck

Editorial Forja

General Bari 234, Providencia, Santiago-Chile.

Fonos: 224153230 - 224153208.

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Ilustración de portada e interiores: Paula Pérez Moreno

Diagramación: Sergio Cruz

Edición electrónica: Sergio Cruz

Primera edición: julio, 2016.

Prohibida su reproducción total o parcial.

Derechos reservados.

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Registro de Propiedad Intelectual: N°: 227.112

ISBN: Nº 978-956-338-282-2

Dedicado a las almas libres, que tienen sueños

que se desvanecen en las noches.

Para los que ven la vida como quieren verla

y la viven como tal.

Otoño

Es otoño, como siempre, la época donde surgen los hechos. La época donde se sueña y se emprenden nuevos proyectos, la época en la cual nos desenamoramos o nos encantamos nuevamente, la época favorita de muchos y principalmente la mía. Un otoño como cualquiera.

A eso de las siete y media suena mi despertador, el mismo sonido día a día. Creo que la rutina me mata, pero qué se le puede hacer, así es el sistema, así es la vida. Me molesta despertar con ese ruido, aunque eso no ocurre hace mucho. Vivo sola en mi departamento con Kuky, mi gato. Es irónico, pero toda la vida deseé poseer lo que hoy tengo. La gente piensa que la felicidad es como el final de un cuento de Cenicienta; yo siempre creí lo contrario pero, a veces, me he planteado cómo sería mi vida si la hubiera imaginado de esa forma.

No tengo hijos, tengo el trabajo que siempre quise —en realidad ahora no es tan soñado—, pero es el único medio para tener dinero. Cuando cumplí veinte años las personas grandes siempre me dijeron que lo principal en la vida era estudiar, estudiar y estudiar. Esas eran las palabras de mi padre y, en verdad, yo no les hacía mucho caso.

Después se me fueron pasando los años y al ver que mi hermana egresaba de la carrera y yo estaba recién en segundo, pensé que tenían razón. Con el paro de la educación en el año 2011