Mariazel siempre lo tuvo claro: lo suyo, lo suyo sería el medio artístico y triunfar porque, no obstante la feroz competencia del gremio al que pertenece, en 37años de carrera se ha forjado un nombre, un prestigio y chamba no le falta.
“MIS PAPÁS SIEMPRE ME PROTEGIERON MUCHO”
“En mi casa soy la menor y siempre fui una niña inquieta. Para mis papás era muy importante tener una carrera universitaria, pues ya mis hermanos habían cubierto esa parte: hay dos abogados en la familia y una química. Cuando ven que yo tengo vena artística, que nadie en la familia tenía, me apoyaron mucho. Empecé en la academia de Silvia Derbez (q.e.p.d.), ahí tomé mis primeras clases; un día llegó un director que buscaba una Caperucita Roja nueva, porque había tenido a Ana Patricia Rojo, a Marisol Mijares y dijo: ‘Necesito renovar a mi Caperucita’. A los siete años debuté en una obra en la que estuve hasta mis 14 años con Manuel