Estar con Blas Cantó es como encontrarse con un amigo al que hace tiempo que no ves. Amable, cercano, divertido y mucho más luminoso que tiempo atrás, cuando tuvo que enfrentarse a una depresión de la que ha podido salir gracias a su tesón, su fiel círculo de amigos y la música. El resultado es “El Príncipe”, un disco donde se muestra tal y como es, sin dobleces. “Estas canciones me han hecho entender que yo podía ser algo más, no sólo lo que el mundo esperaba que fuera”, asegura. Este verano le tendremos de vuelta a los escenarios.
-¿Cómo te planteaste este nuevo trabajo?
-Quería que el álbum me ayudara a salir de la oscuridad, y he logrado desahogarme de una manera optimista. Ahora quiero color, quiero disfrutar de