odo el mundo conoce a Lola Índigo (Granada, 1992). La artista, un gran referente en el empoderamiento de la mujer, llena salas de conciertos y quita el hipo con su presencia sobre el escenario. También en las marquesinas de los autobuses, donde la hemos visto como imagen de las campañas de la firma de lencería Tezenis. Nada de esto ha cambiado desde la última vez que hablamos con ella. Fue hace un año, cuando protagonizó junto a Belén Aguilera y Nía Correia nuestra portada de marzo-abril. Tampoco ha variado el hecho de que charlar con ella es como sentarse con una amiga para ponerse al día. «He madurado», me dice cuando le pregunto sobre su evolución en este tiempo. Por supuesto, lo hace riéndose, como hacemos muchas de las que rondamos los 30, incrédulas por la edad que figura en nuestro DNI. También me cuenta que está preparando todo para irse a Latinoamérica. El 21 de marzo comienza su primera gira por el continente y no puedo
