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El Escritor Errante
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El Escritor Errante
Libro electrónico204 páginas2 horas

El Escritor Errante

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Información de este libro electrónico

El personaje de esta historia, de nombre Galileo,
pas por muchos pesares, aun as nunca perdi su
nobleza y su sensibilidad ante el sufrimiento y
nunca se dejo vencer ante las desavenencias de la
vida, ni permiti que la soledad y los tropiezos
quebrantaran su fe, su amor y sus sueos.

Esta es una historia de superacin que te motivar
y te mostrara el lado humano de una persona que es capaz
de dejar lo que se ama por amor, como as tambin
nunca darse por vencido para conseguir sus objetivos,
tomando como base la honradez, la paz y la perseverancia.
El escritor errante slo escribe por inspiracin, es por eso que
al leer sus escritos o al escucharlo, la gente quedaba sensibilizada
y motivada, y ya no volvan a ser lo que eran antes.


Dios es su inspiracin para escribir y para expresarse. Este libro dejar
Un tatuaje en sus sentimientos, el cual ser muy difcil de borrar.



Soy Escritor, no por una idea, no por convencimiento o por algn deseo.
Soy escrito porque me destino as fue trazado, porque el espritu de inspiracin as lo dispuso.
Yo no dispongo cuando y donde debo de escribir, es la inspiracin que me ordena, no importando
El lugar, la hora y que hago en ese momento.
Cuando eso sucede, con gusto tomo la pluma y un papel,
plasmando todo toda la inspiracin que en ese momento
fluye dentro de mi alma
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento26 mar 2013
ISBN9781463350772
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    El Escritor Errante - Rodolfo Zamudio Hermida

    EL ESCRITOR

    ERRANTE

    RODOLFO ZAMUDIO HERMIDA

    Copyright © 2013 por Rodolfo Zamudio Hermida.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2013901743

    ISBN: Tapa Dura 978-1-4633-5079-6

    Tapa Blanda 978-1-4633-5078-9

    Libro Electrónico 978-1-4633-5077-2

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

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    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    445947

    DEDICATORIA

    Dedico este libro a mis padres, los cuales fueron los instrumentos de Dios para darme la vida.

    A mi esposa y a mis cuatro hijos, regalo de Dios. A un ser benévolo que fue materia, ahora es espíritu y sigue latente en mi corazón.

    Mi abuelo Luis Hermida.

    A usted familiar, a usted amigo, a usted lector. A ustedes les dedico este libro.

    EL AUTOR

    Este libro no lo escribí con la mente, lo escribí con el corazón, el cual se desgarró al ver y sentir el sufrimiento de los personajes de esta historia.

    Este libro lo he hecho por completo amor, solamente me deje llevar por la inspiración y la razón.

    Este libro no se si tendrá éxito. No me refiero al éxito monetario, me refiero al éxito que obtenga el lector, por ejemplo: Si hay algo negativo en su alma, espero que el contenido de este libro lo transforme hacia una manera positiva de ver y sentir dentro de su alma.

    El resultado de este libro no se cual será, pero sea cual fuese quedo contento y satisfecho, por que este libro al ir desarrollándolo me hizo pensar, me hizo llorar, me hizo reír, me hizo reflexionar, y me hizo acercarme aún mas a Dios.

    En cada palabra, en cada oración, y en cada pensamiento van impresa toda la inspiración que sentí en ese momento.

    Uno de mis grandes anhelos era ver terminado este libro.

    Mi segundo anhelo es que su contenido motive, ayude y haga reflexionar hacia los valores que hemos ido perdiendo.

    Si solamente un lector entre cinco, cientos o miles, logra esta transformación, esa será mi mayor satisfacción y entonces podré decir, este libro no fue hecho en vano.

    Caminaba Galileo ambulante por las calles con la mirada triste. Después de haberse sentido completamente agotado decidió tomar un descanso, miró a su alrededor y se pregunto así mismo:

    Estoy en medio de dos sitios, pero ¿Cuál de ellos será el mejor camino a seguir? A mi izquierda se encuentra una cantina, se escuchan gritos y hay alegría, parece que allí no existen los problemas, todo es felicidad, pero ¿Cuanto dura esa alegría superficial?

    Después de haber pensado y analizado mira hacia su derecha, esta una iglesia donde escasamente se alcanza a escuchar el canto de un coro. Galileo al escuchar el coro de la iglesia pensó:

    Parece que allí hay quietud y paz.

    Sin pensarlo mas, se dirigió hacia la iglesia, al ir entrando iba reflexionando: Hace muchos años que no entraba a una iglesia, recuerdo cuando era pequeño, entraba de la mano de mi madre. Galileo estaba hincado quiso persignarse, pero solo hizo un ademan, hacía mucho tiempo que no lo hacía. Penoso y dando un traspié tomó asiento. De pronto se escucha una voz fuerte:

    ¿Ven a mí?

    Galileo trato de incorporarse, creyó que el sacerdote se refería a el; miró a su alrededor y vio caras serias. Apenado y fingiendo una sonrisa

    volvió a tomar asiento, poniendo mucha atención

    a las palabras del sacerdote que decían: Ven a mí, y tus problemas serán resueltos. Ven a mí, y tu carga se hará ligera. Yo soy la luz y la verdad. El que siga sus pasos no andará en tinieblas. El que dude, con el obtendrá la verdad.

    Galileo observaba y escuchaba detenidamente las frases pronunciadas por el clérigo.

    --¿De que estará hablando el padre?

    Parecía como sí el sacerdote hubiera sabido lo que pensaba Galileo.

    --Les hablo de nuestro señor Jesucristo, el cual fue humillado, golpeado y crucificado.

    Al terminar la misa, la gente se fue retirando hasta quedar la iglesia vacía. Solo Galileo permanecía sentado, había quedado admirado y confuso. El sacerdote después de una hora de haber terminado la misa, se dirigió a cerrar la iglesia; se detuvo al ver a una persona aún sentada, y se dirigió hacia el.

    --Hijo mío, la misa ha terminado, ya es tarde, tengo que cerrar la iglesia, puedes venir mañana silo deseas.

    Galileo se incorporó, dio tres pasos cuando escucho una voz a su espalda.

    --¡Espera!

    El sacerdote miró fijamente el rostro de Galileo, sus ojos opacos reflejaban tristeza.

    --¿Quien eres tú? Tengo muchos años en esta iglesia y en esta ciudad, y nunca te había visto, al menos eso creo, conozco todas las caras que entran a esta iglesia, pero la tuya no me es conocida. ¿Donde vives? ¿De donde eres? ¿Y hacia donde te diriges?

    Galileo después de escuchar al sacerdote, le extendió la mano.

    --Padre, me llamo Galileo Gales. Yo vivo libre como el viento y no se camino tomar. No tengo guía, ni destino, ni contra tiempo para andar. Me dejo llevar por la vida, para bien o para mal, y si tropiezo me levanto donde el destino me quiera llevar.

    El sacerdote después de escuchar las palabras de Galileo, sonrió, y lleno de curiosidad quiso saber mas de el.

    --Hijo, tu que te dejas llevar por la vida, que camino prefieres seguir?

    Galileo antes de responder, observó la imagen de cristo crucificado.

    --Padre yo prefiero caminar sobre espinas que muy lejos he de llegar, y no caminar sobre nubes que muy poco he de lograr.

    --Tus palabras suenan sinceras y espontáneas, no recuerdo alguna vez haber escuchado a un hombre expresarse de esa manera. Ahora dime ¿que fue lo que te motivó llegar a la iglesia?.

    --Sinceramente no lo sé, pero pudo haber sido por curiosidad o el creer encontrar aquí lo que siempre he deseado y buscado, y son la verdad, la felicidad, el amor y la compresión.

    --Has venido al mejor sitio. Aquí puedes encontrar lo que andas buscando, pero todo depende de tu fe, por que ya lo dijo Jesucristo, la fe mueve montañas. Ahora dime, ¿tienes algún vicio o entretenimiento?

    --Padre, mis vicios y entretenimientos son leer y escribir.

    --Muy bien, me da mucho gusto que a pesar de andar errante no has caído en los vicios mundanos. Ahora me tengo que retirar, pero antes espera un momento.

    El padre se retiró. Al regresar le dio un paquete.

    --Toma este obsequio que esta envuelto en papel oro, y que Dios guié tus pasos.

    --¡Espere padre! ¿Como se llama usted y cual es el contenido de este regalo?

    --Yo soy el padre Augusto, y el contenido del regalo esta lo que siempre has deseado y buscado, en el hallarás lo que no has encontrado en libros que has leído, ni en los sitios que antes has visitado, en el puedes encontrar tu destino.

    Galileo dio gracias al sacerdote, y por primera vez después de mucho tiempo se le vio una sonrisa en sus labios.

    Al salir de la parroquia rompió ansiosamente la envoltura de su regalo.

    Se alegró al ver que era un libro, y leyó en voz baja el nombre de la página principal que lleva por titulo, La Sagrada Biblia. Galileo se conmovió y con lágrimas en los ojos alzo su vista al cielo.

    --Gracias mi Dios por guiarme hasta aquí.

    Galileo siguió su camino, acostumbraba quedarse en los lugares llenos de naturaleza, ahí leía su Biblia y se inspiraba para escribir sus pensamientos. Una tarde estaba escribiendo cuando llegó una familia de día de campo, saludaron a Galileo, el respondió el saludo sin alzar la vista y sin dejar de escribir, de pronto una muchacha sonriendo se le acercó.

    --¿Que escribes con tanto interés?

    Galileo alzo la vista, miró a una joven muy hermosa, con una sonrisa cautivadora. Galileo quedó fascinado, por un Instante no pudo articular palabra.

    --Señorita, lo que escribo no se sí le vaya a interesar, solo escribo lo que me viene a la mente.

    --¿Cual es tu nombre y por que escribes?

    --Mi nombre es Galileo Gales. No se sí escribo por amor o escribo por que me gusta, pero te puedo escribir algo bello que a ti te gusta.

    --Por que escribes aquí en el aire libre, y no como otros que se encierran en cuatro paredes para no ser molestados.

    Galileo miró fijamente los ojos de la muchacha.

    --Porque lo que vivo es lo más bello, nadie lo puede negar, por eso la naturaleza todos la debemos amar. También por otras sencillas razones que tratare de explicarte lo mas breve posible, pero antes quiero saber tu nombre.

    --Mi nombre es Alejandra Balboa. Eres muy espontáneo para versificar, si te lo propones puedes llegar a ser un gran escritor.

    --Gracias Alejandra. Ahora te explicarte los motivos que me atraen estos lugares.

    Primero: Me encanta escuchar el canto de los pájaros, son como bellas notas musicales para mis oídos.

    Segundo: El respirar el aire puro de la naturaleza

    me ayuda a relajarme y a pensar mejor.

    Tercero: El conversar con una mujer tan simpática y hermosa como tú, hacen que en mi mente fluyan inspiraciones bellas de amor que dejan feliz a mi corazón.

    --Es agradable conversar contigo, Galileo. Estás lleno de inspiración y parece que todas tus palabras están llenas de poesía, sinceramente eres una persona genial.

    --Gracias por la flor, Alejandra. Te he de confesar que todo el que me conoce no opina igual que tú; muchos me creen un iluso, otros que estoy perdiendo mi tiempo inútilmente, y no ha faltado quien me diga que estoy loco, tu eres la primera persona que dice algo positivo de mí, verdaderamente te lo agradezco.

    --No tienes porque agradecérmelo, solo digo la realidad, quizás los que opinan mal de ti no te conocen bien, yo con el poco rato de dialogar contigo he observado que eres una persona sencilla y modesta, hablas con la verdad y como lo sientes, eso es una virtud que muy pocos poseen, siempre sigue adelante y no te detengas ante ninguna adversidad por muy grande que esta sea, creo que tienes el suficiente talento y vigor para superar cualquier obstáculo, porque de no haber sido así ya hubieras flaqueado antes las criticas destructivas que ya mencionaste. Ahora dime ¿acostumbras con frecuencia acampar en este lugar?.

    -- Esta es la primera vez que acampo aquí, ya llevo tres días y dos noches, y quizás dure de una a dos semanas o puede ser que más, pero nunca estoy en un lugar mas de un mes, no me gusta la monotonía, por eso fue que dejé

    mi casa y mi trabajo, saqué todos mis ahorros que tenia en el banco para poder subsistir, me traje lo mas indispensable, mi maquina de escribir, mis libros, cuadernos, lápiz, y las historias y poemas escritas por mí, y mí ropa.

    --¿Con que fin abandonaste tu hogar y tu trabajo,

    para preferir andar sin rumbo fijo por la vida?.

    -- Lo que me motivó andar de un lugar para otro fue el buscar mi destino, porque pienso que todos lo tenemos, también creo que nadie es profeta en su propia tierra; he adquirido mucha experiencia y me atrevo a decir que también sabiduría a lo largo de mi recorrido por la vida.

    También he sufrido más que gozado. He llorado más que reído, y a pesar de los golpes que me ha dado la vida no me arrepiento de la decisión que tomé. Al andar por caminos y ciudades me he encontrado con muchas personas, y la que no he de olvidar fue el encontrarme con un sacerdote llamado Augusto, el con mucho cariño y bondad me dio el mejor regalo que he recibido en mí vida, una Biblia. Con ella he aprendido a tener mucha fé y a escribir bellas historias y poesías con sentimientos y amor; cuando estoy solo y afligido la leo y me hace sentir que no estoy solo, y me da mucho animo para proseguir mi camino.

    --El conversar contigo es muy interesante Galileo. Creo que de mucho pensar, escribir, y platicar conmigo has de tener mucha hambre, ven comamos. Ellos son mis padres.

    -- Hola, mi nombre es Galileo Gales.

    -- El mió es Cristóbal Balboa.

    -- Yo soy Valeria.

    Después de presentarse, Cristóbal tomó la palabra.

    -- Al estar muy cerca de ustedes, sin querer hemos escuchado su conversación.

    -- Y es muy interesante- Respondió Valeria.

    Después de haber almorzado, Alejandra se entretenía leyendo los poemas, pensamientos e historias de Galileo, y los padres de Alejandra conversaban con el.

    Después de dialogar por mas de una hora, Galileo de dirigió hacia donde se encontraba Alejandra. Grande fue su sorpresa al verle el rostro triste y sus ojos grandes y hermosos humedecidos por las lágrimas. Galileo preocupado y sin entender se sentó junto a ella.

    --¿Porque esa aflicción Alejandra? ¿Que es lo que ha causado tristeza y llanto en tus ojos?

    -- Disculpa mi actitud, no se lo que me pasa. Yo nunca había leído libros con pensamientos y poemas tan sensibles y llenos de amor como los que tu has escrito.¿Cual es tu base principal de inspiración que te hace escribir cosas tan bellas y llenas de sentimientos?.

    -- Alejandra, solo te puedo decir que todos tenemos en la vida algo en lo que se basan nuestras inspiraciones. Por ejemplo, es fundamental:

    El amor a Dios.

    El amor a nuestros padres.

    El amor a nuestros semejantes.

    El amor a nosotros mismos.

    El amor a los hijos.

    El amor a la pareja.

    El amor a las enseñanzas de la Biblia.

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