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EL BRAMAR de mi Espíritu
EL BRAMAR de mi Espíritu
EL BRAMAR de mi Espíritu
Libro electrónico183 páginas1 hora

EL BRAMAR de mi Espíritu

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Información de este libro electrónico

Amado lector, en este libro encontrara poemas que

consolaran su corazon; temas que a diario vivimos y experiencias

que quizas Dios a ti te ha mostrado.

En sus paginas tendras motivos de reir, de llorar y de admirar

la realidad de un Dios personal. Tomate tu tiempo en leerlo.

Donde quiera que lo hayas abierto, te hablara del amor de nuestro poderoso

e infinito Dios.

Que Dios te bendiga y disfrutelo mi amado, es para ti.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 abr 2022
ISBN9781662490835
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    EL BRAMAR de mi Espíritu - Juanita Jimenez

    Derechos de autor © 2022 Juanita Jimenez

    Todos los derechos reservados

    Primera Edición

    PAGE PUBLISHING, INC.

    Conneaut Lake, PA

    Primera publicación original de Page Publishing 2022

    ISBN 978-1-66249-079-8 (Versión Impresa)

    ISBN 978-1-66249-083-5 (Versión electrónica)

    Libro impreso en Los Estados Unidos de América

    Dedico este libro a mi Padre Celestial, a Jesucristo su amado hijo y al Espíritu Santo. Mi Dios en quien confió. Me inspiró este libro en su amor y gracia, lo cual agradezco con todo mi corazón. También a mi madre Julia Hernández, la cual me acercó a Jesús a muy temprana edad. Ya no está entre nosotros, pero vive en Cristo. ¡Gracias por instruirme en los caminos de Dios, Mamá!

    Índice

    Agradecimientos

    Introducción

    Prólogo

    A veces Dios

    ¿A quién iré?

    Alguno me ha tocado

    Andando en el desierto

    Bajo la Cruz

    ¡Cabalga, hermano cabalga!

    Cada vez, Señor, cada vez

    Como una niña

    Comprendo que…

    Con su mano milagrosa

    Conceptos del Paraíso

    Desde tu estante

    Dios valoriza tu carácter

    Dos lágrimas

    El filo de Sofía

    El gran escultor

    El planeta Tierra

    El silencio de Dios

    El bramar de mi Espíritu

    El deseo de un embrión

    El paisaje del altar

    El vellón de justicia

    Encandila con Cristo

    Estimado subestimado

    Experiencias que me ha permitido ver y sentir en mi caminar con Él

    Jesús

    Jesús me sanó

    La armadura de Dios

    La fe es…

    La Tierra

    Las piedras hablan

    Las potencias claman

    Las visitas voluntarias

    Malas noticias

    Mi corazón ardía

    Necesito de un hombre

    ¡Ojalá! Y la Navidad…

    Perdón Señor

    ¿Sabes a quién entregas a tus hijos?

    Saludo de amanecer

    ¿Será salvo?

    ¿Seré yo, maestro?

    Siguiendo su rastro… haciendo veredas

    Sueños proféticos

    Sueños con Jesús y otros sueños

    Triste mi barca

    Vasija nueva

    Ven a segar

    Visiones angelicales y otras visiones

    Y es ungida tu palabra

    Yo quiero ser

    Yo salí para el cielo

    Yo soy aquel soldado

    Agradecimientos

    Le doy las gracias a mis hijos Rocío y a Gilberto García, Jr., los cuales me ayudaron a la formación y realización de este libro. También, a mi Pastor Fernando Suárez por alentarme a seguir y los hermanos de mi congregación que me ayudaron con sus oraciones.

    Mi más profundo agradecimiento a Virginia Martínez quien trabajó en la edición y corrección de este libro. Dios te bendiga.

    Introducción

    Hace muchos años sentí el deseo de escribir un libro. En ese tiempo era muy joven y me decía a mí misma: es que no tengo nada que escribir. Andando el tiempo lo olvidé, como se olvidan otros muchos sueños que nunca se alcanzan.

    Sin embargo, se quedó en mí algo que no pude olvidar. Crecí en una iglesia donde aprendí la palabra del Señor y a amar al Señor. De vez en cuando sentía la inspiración del Espíritu Santo, escribía poemas e iba acumulándolos en viejas libretas y en el andar de la vida perdí muchos de ellos, pero pude rescatar algunos, los cuales con todo mi corazón los dedico a mi grande y poderoso Dios y también a mi gran familia de hermanos y hermanas lavados con la sangre preciosa de Jesucristo y ahora los comparto con usted.

    El Bramar de mi Espíritu surge de mi corazón a raíz de conocer que el propósito de Dios era que yo anunciara también lo que el poder de Dios puede hacer en cada vida que a Él se acerca. ¿Por qué callar? En Hechos 1,8 el Señor deja claro el propósito por el cual vendría el Espíritu Santo a los creyentes. Para ser testigos de lo que Él hizo y ha continuado haciendo a través de los siglos.

    Yo soy testigo de lo que Dios ha hecho en mi vida, lo que he oído, lo que he visto, lo que he sentido, lo que Dios me ha mostrado. Siento del Señor, que no debo permitir que se encierre en una tumba lo que ustedes van a leer.

    En mi corazón solo hay un deseo… que usted sepa que si lo ha hecho conmigo también lo puede hacer contigo. Que el Dios al cual amamos no se ha menguado, ni su mano se ha acortado para bendecir, para salvar, para sanar, para prosperar y perdonar.

    Todo lo que estableció sigue en perfecto funcionamiento: el sol sigue saliendo, la luna sigue alumbrando en su ciclo, la siembra y la cosecha siguen ahí, las estaciones del año se siguen manifestando, el hombre y la mujer se siguen multiplicando. No ha cambiado, Él es el mismo ayer, mañana y hoy.

    Un día un joven me preguntó: "¿Por qué los cristianos siguen hablando de Dios y siguen usando La Biblia?

    Muy sencillo le contesté: "La Biblia es como una fuente que tiene agua fresca. Cuando alguien bebe, esa agua no vuelve a la fuente. Si otro sediento viene, tomará de la misma fuente otra agua, porque la anterior ya se tomó. Te pregunto: ¿Has visto las hojas de un árbol que han caído, volver desde el suelo al árbol y formar otra vez ramas con hojas viejas?".

    Me contestó: "Nunca había pensado en eso. Nadie me lo había explicado de ese modo".

    Le repliqué: "Es por eso que seguimos predicando de La Biblia. De un solo verso pueden salir más de diez mil mensajes y ninguno es igual. Así como las hojas son nuevas en el árbol; así nuestro creador nos trae palabra fresca a través del predicador. Nuevas son cada mañana, grande es tu fidelidad. Cada día te brinda una nueva oportunidad de salvación". No le rechaces hoy.

    ¡Dios te bendiga y deseo que este libro traiga a tu vida una nueva bendición!

    Prólogo

    Una vida de aventuras

    Recuerdo que entre los años de mi adolescencia solía leer mucho. Pero dentro de mis múltiples lecturas, había unos libros que jamás olvidaré.

    Estaba en el quinto grado y al salir de la última clase, corría a la biblioteca a buscar aquellos libros que tanto me atraían. Como podía cogerlos prestado, devolvía los leídos y tomaba otros. Ansiosa, me iba a mi casa para sentarme a leer aquellos libros que me hacían transportarme a un mundo lleno de aventuras.

    Se trataba de una abuelita que tenía una finca fuera de la ciudad. Sus tres nietos pasaban las vacaciones con ella en su finca. En cada una de las vacaciones ellos venían con su abuela y se iban a explorar. Siempre sucedía algo que los metía en una aventura que me ponía al borde de la silla de la emoción.

    Hoy, después de tantos años, miro hacia atrás y veo que desde que estoy en los caminos del Señor, ya no leo aventuras en los libros, sino que vivo en una continua aventura de la mano de Jesús.

    Aprendí, y sigo aprendiendo, a vivir en el camino del Señor, entusiasmada por lo que Jesús me va a enseñar en este día. Me muestra si saldré de viaje, me habla, me aconseja, me da solución a los problemas y situaciones. Cuando se avecina una tormenta me lo hace saber. Cuando le pregunto algo me responde. Cuando hay un enemigo acercándose me muestra su aguijón o me muestra, si son más de uno, una cuna de serpientes. Siempre puedo confiar en sus directrices porque nunca fallan.

    La vida en Cristo ha sido, y es, la más grande aventura para mí. La disfruto todo el tiempo. No tengo tiempo para nada más. Este libro ha sido una gran aventura y sé que muchos de mis lectores también, de vez en cuando, estarán al borde de la silla leyendo mis aventuras con Cristo. Por eso te invito, a que no solo leas mis aventuras, sino que dispongas tu corazón a adentrarte en este nuevo mundo lleno de aventuras que el Señor tiene preparado para ti. Si lo haces, no te arrepentirás de haber tomado esta importante decisión. Solo te arrepentirás de no haberlo hecho antes.

    ¡Que Dios te bendiga y disfruta, El Bramar de mi Espíritu!

    A veces Dios

    Poema

    A veces Dios, siento deseos de llorar.

    Cansada estoy de tanto caminar.

    A veces quiero detenerme a pensar,

    pues el cansancio detiene mi andar.

    A veces Dios, deseo que todo acabe

    y ya en tu regazo reposar.

    Deseo ya que mi mente descanse

    y que esto ya tenga su final.

    Sabes Dios, a veces yo deseo

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